Lucrecia Borgia ganó fama en el siglo XV por sus dotes de acabar con sus oponentes utilizando toda clase de venenos, y su contraparte equine aparentemente hizo lo propio con la gran favorita del clásico Año Nuevo del hipódromo Camarero.

Cualquiera hubiera dicho que el cheque del primer puesto ‘ya estaba hecho’ para la gran favorita Srta. Aleidy C., que era conducida por Juan Carlos Díaz, pero nadie contó que se le acabara la gasolina de repente..

Lucrecia, que había sido vencida en tres ocasiones consecutivas por ella, a pesar de tener un encontronazo a la entrada de la recta, se mantuvo pegada al riel y pudo dominarla en la recta final para ganar la versión 19 del clásico.

Al principio, fueron Maravillosa Pena y Lucrecia las que lidiaron la delantera, pero al entrar en la recta final la favorita pasó por la parte de afuera en el cuarto carril y daba la impresión que se impondría con facilidad, de la misma forma que había ganado el ‘Acción De Gracias’.

Conjeturamos que la potranca podría haber sufrido alguna lesion en la recta final, de la manera que ‘se apagó’ faltando unos doscientos metros para la llegada, luego de sacar unos cuatro cuerpos de ventaja.

Sin embargo, su entrenador Ramón Morales nos dijo que su pupila, que salió totalmente sana de la carrera ya ha demostrado con anterioridad reaccionar de esa manera cuando se encuentra corriendo sola en las pruebas.

‘Ya lo había hecho anteriormente cuando la montaba Héctor (Berríos)’, nos comentó. ‘Es más, estaba esperando que eso pasara de nuevo’, dijo añadidndo que no pudo detector ningún percance físico en su pupila de la cual se especulaba podría haber sido exportada de continuar su racha de victorias.

‘Hay caballos que son así, y es parte de su personalidad’.

Por su parte la ganadora es hija de una persona que lleva más de dos décadas como dueño de caballos, siempre manteniendo un pequeño establo: el amigo Lucas Castro. Es entrenada por José M. Caro, al que ya no podemos apoyar el gordo porque lo vimos en condición muy aceptable.

Lucrecia es una hija de Flower Alley en Sweetness por Stormy Atlantic, y llegó a la isla por recomendación del amigo Manolito Fernández, al que nos gustaría ver nuevamente más cerca de nuestro hipismo,.

Una vez mas, da comienzo otro año de actividad hípica y a diferencia de otras ocasiones, oímos al vicepresidente de la empresa operadora ‘sugiriendo’ al gobierno que actúe en defensa del deporte’.

El comentario contrasta con la posición sostenida hasta hace poco que vivíamos ‘la nueva era del Hipismo’.

Nuestra humilde opinión es que mientras se continuen celebrando mas días de carrera que los que el deporte puede sostener, el constante descenso en el nivel de jugadas y el número de personas que patrocinen el deporte seguirán en un descenso lento, pero continuo.

No les habrá pasado por la mente que tal vez – y digo tal vez por darles la oportunidad de pensarlo – es que ya no quedan fanáticos suficientes como para continuar con la sobredosis de ofertas de juego y días de carrera que pretenden?

El tiempo, que es inexorable y el mejor juez, dirá si es así.