España sufrió para ganar a Francia (85-76) en el primer ‘test’ serio de preparación para el Europeo de Eslovenia 2013, con un rival amparado en Boris Diaw y Nicolas Batum, más fuerte en la pintura y que nunca le perdió la cara al partido ante los aficionados que llenaban el Palacio de los Deportes madrileño.

El francés Nicolas Batum fue, con 17 puntos, el máximo anotador de un encuentro mucho más equilibrado de lo que dio a entender el resultado final, en el que Rudy Fernández fue el máximo realizador de España, con 13 tantos en su cuenta particular.

El combinado francés se presentó en Madrid con la ausencia inesperada del base de los San Antonio Spurs Tony Parker, reservado por precaución después de sufrir un golpe en la rodilla derecha en un entrenamiento, con vistas al nuevo enfrentamiento hispano-galo que tendrá lugar en Montpellier el lunes 26.

Los pupilos de Orenga tuvieron problemas para arrancar en el primer cuarto ante Francia, muy concentrada en ataque y con algunos fallos de Ricky Rubio, que entró de salida con Calderón. Fue Marc Gasol quien abrió el marcador desde media distancia, y despertó después a la afición con un mate con tiro adicional (5-10, min. 5)

Francia alcanzaba ventajas de 9 puntos y Orenga reorganizó el cinco inicial aportándole la velocidad de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez, que consiguieron devolver la diferencia a términos más ajustados e igualar el encuentro gracias a la efectividad de Rudy y San Emeterio desde la línea de tiros libres, para dejar el 18-18 al final del primer cuarto.

El jugador del Caja Laboral siguió siendo clave al comienzo del segundo cuarto, manteniendo la intensidad que a veces le faltaba al conjunto español y aportando con su tiro exterior, que permitió a España alcanzar una exigua ventaja de cinco puntos (25-20).

Con Diaw cargado con tres faltas a mitad del segundo cuarto, Francia tuvo que encomendarse a las penetraciones del base Heurtel y verse a merced de la imprecisión del pívot suplente Ajinca, lo que permitió al conjunto de Orenga recuperar balones vitales en la defensa, pero no distanciarse más allá de los cinto puntos (30-26, min. 15).

Sin embargo, el empuje de Nicolas Batum y de un veterano como Mickael Gelabale permitieron a Francia terminar el cuarto apretando a España y poniéndose por delante hasta que una doble falta de De Colo, primero a Mumbrú y luego a Calderón, permitió al extremeño concretar una mínima ventaja al descanso de 34-33.

El regreso del descanso fue similar al comienzo del partido: Francia más inspirada en ataque y España con dificultades en la defensa, esta vez con la pareja Aguilar-Gasol en el poste bajo. Batum y Heurtel encadenaron un 0-8 que puso a España en un 37-43 en contra en el minuto 32.

Si en la primera mitad el lastre eran los tiros de dos puntos (6 convertidos de 16 intentos), tras el descanso parecían ser los tiros de tres la asignatura pendiente. Por tres veces consecutivas lo intentaron San Emeterio, Sergio Rodríguez y Llull. Este último se resarció poco después, con dos tiros de tres consecutivos tras dos robos de Ricky Rubio que dieron aire a España (51-47, min. 27).

El Ricky de la segunda mitad tuvo poco que ver con el que había comenzado el partido: robando balones, y encadenando dos éxitos en las penetraciones desde el lateral, el base de los Timberwolves recuperó la agresividad que parecía había olvidado. Rudy Fernández despidió el cuarto con una bandeja acrobática que levantó al público y puso una exigua ventaja al final del tercer período (61-59).

Con las dificultades que había tenido España durante todo el partido en la pintura, el último cuarto permitió a uno de los menos habituales, Xabi Rey, se reivindicase como un buen finalizador y con poder para capturar rebotes, que permitieron a España resistir los triples de Gelabale, De Colo y Batum, siempre con una diferencia mínima (71-70).

Rudy, en una entrada espectacular, y Marc Gasol en una transición rápida, pusieron cinco puntos arriba a una España que sufría cada vez que Diaw probaba a los pívots de rojo, ahora con la pareja titular Gasol-Claver.

Sergio Rodríguez redondeó con un triple que ponía el 78-70 a falta de algo más de dos minutos para el final, y remataba después con dos canastas para asegurar una victoria que un triple de Llull dejaba en una ventaja de nueve puntos, algo engañosa respecto a la igualdad vivida durante todo el encuentro.