Aaron Hernández es juzgado ahora por asesinato. Este es el más reciente capítulo en la tragedia que vive desde hace unos años el jugador de ascendencia boricua.

Sí, están los Super Bowls con los Patriots de Nueva Inglaterra y la fama y fortuna que va con eso, pero tambien está la puñalada que su padrastro le dio a su mamá hace dos años, las peleas en barras, las discusiones acaloradas con su novia en público y hasta un papelón hace unos meses en el que intervino la Policía.

Por ejemplo, según reportó el prestigioso diario cibernético The Daily Beast, en marzo pasado la prometida de Hernández, Shayana Jenkins, hizo una llamada al 9-1-1 de la Policía de Hermosa Beach, California, donde radican durante la temporada muerta, para decir que su esposo se había cortado la muñeca. De camino a la casa los oficiales pensaban que tratarían con un intento de suicidio, pero no.

‘Estaba molesto y le pegó a una ventana’, dijo el teniente Tom Thompson de Hermosa Beach. ‘Había estado bebiendo. Estaba lastimado, así que ella llamó a los paramédicos’, agregó sobre el incidente, del cual Jenkins, quien tiene una bebé de ocho meses con Hernández, ofreció versiones confusas.

Entonces, está la fama de peleonero de barra de Hernández. Según fotos que corren la red cibernética, como esta de TMZ, a cada rato el jugador es expulsado de bares del estado de Los Angeles.

Y pues, están las cosas más trágicas.

Hace tres años, informa el Daily Beast, justo cuando el futbolista se recuperaba de la muerte de su padre, el boricua Dennis Hernández, su madre Terri fue apuñalada en varias ocasiones por Jeffrey Cummings, quien se casara con ella apenas meses después del fallecimiento del papá de Aaron.

Parece una novela en el que el protagonista no aguantó más su ira y explotó, combustión en la que también parece contribuir un estilo de vida lleno de alcohol y ‘pariseo’.

Para ver los artículos del Daily Beast sobre Aaron Hernández, pulse aquí y aquí.