Con la celebración del Clásico del Caribe este próximo domingo, ha vuelto a despertar el interes sobre la historia de la carrera.

El clásico original se llevó a cabo en el hipódromo El Comandante en una tarde de junio de 1966, coincidiendo con los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraban en la isla por primera vez en su historia.

En la versión original participaron ejemplares oriundos de varios países del área, cerrando de favorito el triple coronado boricua El Rebelde, de Don Enrique Ubarri.

El caballo fue vencido por el venezolano Victoreado muy cerca de la menta, luego que El Rebelde fuera utilizado en velocidad para agotar las amenazas de varios contendientes durante gran parte del camino.

El Rebelde fue un ejemplar alazano, criado por José Coll Vidal en su Potrero Santa Isabel luego que este mudara sus caballos a dicho área al terminar su arreglo con Luis Rechani en el área suroeste del país.

Su padre Do Report fue un corredor clásico en Estados Unidos antes de ser importado por Coll para su legendario Establo Lares. Era hijo de Priam 2nd. en Nuala por Menow y acumuló para la entonces seria cantidad de $131,192 llegando segundo en el Bahamas y el Interborough Handicap, entre otros.

Do Report sufrió la mala suerte de ser utilizado poco por Coll debido a la prepotencia que tenía el excelente semental Luchador para la misma época, pero aún así produjo varios ganadores de cierta calidad.

Su madre Climb High fue una potranca que llegó a la isla comprada por Fernando Muñoz y que aparentemente tuvo problemas de fertilidad porque solo produjo cinco productos en la isla y estuvo un periodo de 8 años sin producir productos antes de ser retirada de la recría a mediados de los setenta. Sin embargo, entre sus hijos se encontró al excelente ganador clásico El Aguila (por Luchador) ganador de 44 carreras, incluyendo varios clásicos.

Mucho se ha comentado sobre la derrota del corredor puertorriqueño que fue conducido por el ‘Hall of Famer’ Angel Cordero Jr., que sustituyó al chileno Guillermo Rivera para este compromiso.

El dicho de ‘agua pasada no mueve molinos’ describiría claramente la derrota de El Rebelde, pero afortunadamente podemos presentar copias de dos carreras que atestiguan los planteamientos que el caballo se comportaba mucho mejor bajo el dominio de ‘El Chileno’.

En el documental preparado por nosotros hace ya varios años sobre el Clásico del Caribe, se puede apreciar la versión inicial del Clásico del Caribe original de 1966, mientras que en gracias a la magia de You Tube, podremos apreciar el clásico Antonio R. Matos de 1966 ganado por El Rebelde, conducido por Rivera, donde el caballo se impuso por cuerpo y medio de sobre Aluvión, terminando tercero Tamanaco y cuarta y última la potranca Rumba.

La estimada historiadora hípica Rosana Rivera nos hizo llegar una copia del Antonio R. Matos de 1966:

Cabe destacar que El Rebelde era el único caballo del grupo que sus padres habían corrido ambos en Puerto Rico, ya que tanto Aluvión como Tamanaco eran hijos del excelente sementalBattleMorny Rumba era hija del ganador clásico americano:Yildiz.

El caballo ganó 22 de las 42 carreras en que participó, acumulando $120,838 en premios a pesar de haber pasado dos años casi sin actividad debido a lesiones en sus extremidades. Su medio hermano ElAguliafue utilizado como semental en Hacienda Don Tomás siendo uno de los precursores de la utilización de corredores nativos en la recría y abriendo la pregunta de si El Rebelde hubiera podido servir depadrote.

Seguramente, el paso de los años impulsa a que el recuerdo sea más afectivo, pero cualquiera que haya vivido la época de hace siglo no discutiría que la calidad de aquellos caballos y el interés que existía en la fanaticada local eran mucho mas altos que en la actualidad; niveles que solo se alcanzan cada vez que crece la euforia que ocasiona la proximidad del evento internacional.

Sigo pensando que menos es más y que el interés por el deporte crecería si se limitaran los días de carrera a tres veces por semana.