Un segundo tiempo fenomenal del Atlético de Madrid, transformado en una remontada con goles de Adrián López y Koke, mantiene el sueño de la Liga de Campeones del conjunto rojiblanco con una victoria indispensable contra el Málaga, que, pese a la derrota, aún depende de sí mismo para hacerse con la cuarta posición.

La última jornada resolverá ese puesto, con el equipo andaluz dos puntos por delante y perseguido por la escuadra madrileña, que levantó un 0-1 en contra, marcado en la primera parte por Eliseu, y que firmó un triunfo que le acerca a las plazas de competición europea, con la mirada aún a la máxima competición continental.

El Málaga puso el juego en la primera parte. El equipo visitante demostró que le sobra calidad en ataque y en centro del campo. La movilidad y el talento de Isco, la exquisita técnica de Santi Cazorla y la habilidad de Joaquín le dieron el mando casi desde el comienzo del choque ante un Atlético preparado para el contragolpe.

El partido se movía al ritmo de la posesión de los visitantes, de sus centros al área, de los despejes de la defensa local y de las ocasiones, varias sobre la portería rojiblanca, como una acción de Isco salvada por el belga Thibaut Courtois, y contadas en la blanquiazul, en la que el colombiano Radamel Falcao perdonó el 1-0.

No suele fallar el atacante una oportunidad tan clara, solo al borde del área pequeña tras un contraataque rapidísimo del Atlético y conducido por un veloz Adrián López. Su fallido remate con el pie, con el portero Carlos Kameni ya prácticamente batido, se marchó fuera ante la incredulidad del público del estadio Vicente Calderón.

Un alivio para el Málaga, que controlaba la situación con cierta comodidad y que encontró el 1-0 (m. 37) en un trallazo lejano de Eliseu, a la escuadra, inalcanzable para Courtois. Un golazo con sabor a Liga de Campeones… si el Atlético no reaccionaba en el camino hacia el descanso o en la segunda mitad del encuentro.

El equipo rojiblanco mejoró en la reanudación. Mucho más intenso, más dominador del choque, a pesar del nerviosismo de su defensa, sobre todo del brasileño Joao Miranda cada vez que el venezolano Salomón Rondón entraba en contacto con la pelota, y más constante en ataque, el Atlético ya generó dificultades al Málaga.

Un disparo del brasileño Diego Ribas, varias acciones de Adrián y mucha más presencia en el área hicieron dudar al conjunto andaluz en la misma medida que creció el equipo dirigido por el argentino Diego Pablo Simeone, que sustituyó a Mario Suárez y dio entrada a Koke en busca del empate, más cerca por sensaciones y por ocasiones.

El Atlético ya mandaba sobre el césped, pero no en el marcador. Unos centímetros separaron un tiro de Diego de batir a Kameni, cada vez más exigido, más inquieto y más amenazado por la ofensiva del conjunto madrileño, que encontró recompensa mediado el segundo tiempo con un gol de Koke (1-1, m. 66) desde fuera del área.

No paró el equipo rojiblanco con el empate, el Málaga, casi toda la segunda parte sin cruzar el medio campo, apareció de nuevo por el área rival, y también Courtois con otra parada notable, y el partido entró en el tramo final repleto de emoción hasta que Adrián se plantó ante Kameni, marcó y mantuvo el sueño de la Liga de Campeones.