Son casi un millar de papeletas que se contabilizarán en el proceso de recuento que comenzó ayer y que determinará quién asumirá la presidencia del partido.

El comisionado electoral alterno del Partido Popular Democrático (PPD), Jorge Colberg Toro, opinó ayer que los votos añadidos a mano definirán la elección a la presidencia de la colectividad política, cuyo proceso de recuento comenzó en el Centro de Operaciones Electorales de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE).

Colberg Toro, en declaraciones ofrecidas en el recinto ubicado en Hato Rey, dijo que se esperan poco más de los 829 votos añadidos a mano que se reportaron la noche del pasado domingo, cuando la dirigencia del partido decidió concluir el proceso electoral y no certificar un ganador debido a la diferencia entre el alcalde de Villalba, Luis Javier Hernández, y el representante Jesús Manuel Ortiz: apenas 20 votos.

«Deben ser cerca de 900, por ahí, los votos añadidos a mano. Esto va a acabar por bien poco, bien cerrado», dijo el político, para quien serán estas papeletas las que decidirán el proceso electoral del que tanto Hernández como Ortiz se declararon ganadores.

Comentó que en el caso de los votos añadidos a mano son clave en la elección por el número de papeletas, ya que superan la ventaja que hay entre los dos aspirantes a asumir las riendas del principal partido de oposición del país.

«El voto añadido a mano son electores que no aparecen en las listas y usualmente, aunque aquí es diferente porque es un proceso interno, pero puede ser gente que nunca se ha inscrito o que pasaron varias elecciones y no votaron y se excluyen de la lista, o se mudaron y no lo dijeron», expresó.

Advirtió que el cierre para poder votar fue el 31 de marzo pasado, lo que según el comisionado electoral alterno «quiere decir que si tu te inscribiste después del 31 de marzo no estabas en el registro. Esto también se coteja».

Mientras, el secretario general del PPD, Luis Vega Ramos, expresó que los votos añadidos a mano «hoy están en 829, pero pudieran subir algo. Se van a adjudicar todos los votos, así como su validez o cuántos son validos para hacer la certificación final».

De acuerdo con Vega Ramos, en las mesas para contabilizar los votos añadidos a mano «cualquiera duda u objeción sobre la adjudicación de una papeleta se va a poder traer a una junta administrativa, que va estar compuesta por personal del comisionado electoral del PPD y de los tres candidatos. Lo que ellos decidan va ser apelable a una segunda junta, que le llamamos cariñosamente Suprema, que esta presidida por el comisionado electoral Ramón Torres y por representantes de los tres candidatos en la contienda».

Adelanto que va a ver mucho «celo» con el voto de añadidos a mano «y los representantes de los tres candidatos van a tener la oportunidad de ver papeleta por papeleta, expediente por expediente, sobre por sobre, qué es lo que está ante nosotros y cualquier controversia se va a adjudicar en unas mesas en los que ellos también van a tener representación».

La directora de votos añadidos a mano de la CEE, Bruni Narváez, con 35 años de experiencia en la dependencia pública, expuso que el proceso cuenta con observadores de los candidatos y seis oficiales de inscripción, quienes en unas computadoras «buscan el récord electoral de la persona, tras lo cual se saca el sobre con el voto añadido a mano, se coteja con la información que el oficial de inscripción cumplimentó y, de aparecer inscrita la persona, se hacen dos grupos: los que aparecen y tienen derecho, y los rechazados, que no los vamos a contar».

Entre las causales para rechazo se cuentan que la persona está inactiva porque no votó hace dos cuatrienios (así lo estipula el Código Electoral) o está excluida porque no tiene la edad, ciudadanía estadounidense o residencia.

En la CEE, este proceso se hace independiente al recuento, que también se lleva a cabo en el lugar y de forma paralela.