El juez federal Pedro Delgado sentenció a nueve años en cárcel a la exadministradora de la Administración de Desarrollo Laboral (ADL), Sally López Martínez, por cargos de fraude que la vinculan directamente con el esquema de corrupción que encabezó el otrora recaudador del Partido Popular Democrático (PPD), Anaudi Hernández.

López Martínez fue declarada culpable el 7 de octubre del 2016 por cargos de fraude y por recibir sobornos siendo agente del Gobierno de Puerto Rico. La fiscalía, encabezada por los fiscales José Capó y Timothy Henwood, solicitó una condena de 10 a 12 años, mientras que los abogados de López Martínez – Joaquín Monserrate Matienzo y José Aguayo – pidieron que sea de entre 3 a 5 años.

Previo a la sentencia, López Martínez ofreció una extensa alocución ante el juez Delgado en la que destacó sus raíces como hija de un comerciante ganadero en Salinas, rodeada de familiares y trabajadora en sus años universitarios. Relató que continuó su filosofía de trabajo arduo cuando fue empleada en el Gobierno, pero admitió que hubo personas con quien se encontró que ‘se visten de oveja y de verdad son alacranes, lobos’.

‘Acepté que cometí errores, me avergüenzo de lo que pasó ‘, dijo la exjefa de ADL. De igual modo, esta agregó que su situación le ha servido de lección para sus hijas de 12 y 14 años, y lamentó que su acusación la separe de ellas por un tiempo prolongado.

Tras escuchar sus expresiones, el juez Delgado convocó a un breve receso y al regreso manifestó que no dudaba que López Martínez sea una persona buena y trabajadora que cuida a sus hijas y su familia. ‘Ella empezó a interactuar con Anaudi Hernández y sus asociados y en ese proceso perdió su rumbo y cruzo la línea. La cruzó no solo una vez, siguió haciéndolo a pesar de su experiencia’, expresó Delgado.

Tras su sentencia, el juez fijó una vista para el 24 de octubre para resolver el asunto de la restitución que se le impondrá a López Martínez. A partir de hoy a las tres de la tarde, la exjefa de ADL ingresará a la cárcel federal en Guaynabo, hasta que se determine el centro de detención al que será trasladada en Estados Unidos.

A su salida del tribunal federal, el licenciado Monserrate recalcó su intención de apelar el caso e indicó que durante el proceso la fiscalía falló en conectar los regalos que recibió López Martínez con la otorgación de contratos a las empresas vinculadas con Hernández. ‘Fue víctima de un tipo muy hábil, mira lo que ha logrado, ese sí que ha salido bien’, dijo Monserrate al contrastar la encarcelación de su cliente con el caso de Hernández.

Por su parte el jefe del FBI en Puerto Rico, Douglas Leff, manifestó que, ‘los funcionarios tienen que darse cuenta que si decidieron vender o romper el juramento que ellos prometen al pueblo va a ser a consecuencias muy graves’. En ese sentido dio a conocer que proceden con la investigación de este caso, el procesamiento de otros individuos y el desmantelamiento de una red entera.

Personalmente creo, y mis colegas creemos, que esto va a continuar a ser uno de los casos más largos de corrupción que hemos tenido en Puerto Rico’, sostuvo Leff.

Al ser abordado sobre la posibilidad de que López Martínez esté cooperando con alguna investigación, Leff señaló que no podía comentar respecto a una cooperación. Por su parte Matienzo sentenció que su cliente es inocente y por lo tanto no ha cooperado con el gobierno, a diferencia de Hernández.

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