El gobernador Alejandro García Padilla arremetió el miercoles contra el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Electrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, quien achacó la muerte de tres obreros en días recientes a la Ley 66 de Emergencia Fiscal.

‘Esto es un tema serio. Son tragedias humanas y decir que circunstancias muy lamentables como un suicidio es porque se le redujo el bono de Navidad a una persona, no es serio. El decir que la Ley 66 tuvo algo que ver con la explosión que hubo dentro de una caldera no es serio. Yo invito a los compañeros del sindicato a no politiquear con ese tema’, dijo el gobernador a preguntas de la prensa.

La mañana del miércoles, Figeruoa Jaramillo dijo que la Ley 66 de Emergencia Fiscal ya ha ocasionado tres muertes en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

El caso más reciente al que Figueroa Jaramillo se refiere es al de Edgardo Reyes Negro, un celador de líneas 4 que se había jubilado y que se suicidó la noche del martes. El obrero llevaba cerca de 25 años de servicio y trabajaba en el despacho de servicio de Caguas.

‘Muchas veces uno no está preparado ni económicamente ni emocionalmente para un evento de retiro después de tantos años de servicio al pueblo de Puerto Rico’, dijo Figueroa Jaramillo en entrevista radial (Radio Isla).

‘Y otras (muertes) van a haber. Hay compañeros emocionalmente afectados. Por otro lado, la situación económica. El procesamiento de los pagos no se hace inmediato. Puede haber casos que se tarden dos meses o tres meses. La avalancha de jubilaciones no hay Sistema de Retiro que la aguantara. Personal experimentado de Retiro también se jubiló’, sostuvo al criticar al silencio de la AEE y el gobierno ante estas situaciones.

Las otras dos muertes a las que se refiere el líder de la UTIER son la de Luis Rivera Rivera, quien falleció la tarde del martes y la de Sergio Hernández Muñiz, ambos fallecidos como consecuencia de la explosión que ocurrió hace dos semanas en la Central de San Juan de la AEE.

Figueroa Jaramillo recordó que fueron cientos los trabajadores de la AEE que a principio de junio acudieron a las Oficinas del Sistema de Retiro para hacer retroactiva la fecha de efectividad. ‘Allí había muchos compañeros temblorosos, llorando, en la incertidumbre porque no tenían planificando jubilarse. Y esto es el efecto de eso en un país donde la situación emocional cada vez es más cargada’, expresó.

‘Mucho de estos compañeros, fueron obligados, porque las condiciones de empleo que le iban a dejar era extremadamente onerosas, y ellos optaron por jubilarse sin estar preparados, sin tener planificado eso. Ya estamos cobrando el primer efecto de esta Ley’, dijo.