Poco se conoce sobre el acoso laboral en Puerto Rico, fenómeno que puede manifestarse en forma de ‘bullying’ o ‘mobbing’. Sin embargo, estudios apuntan a que es una situación mucho más frecuente de lo que la ciudadanía podría imaginar y por lo general las víctimas no tienden a buscar ayuda.

De acuerdo a la doctora Yarizel Rodríguez, quién es psicóloga industrial, el acoso laboral tiende a ser más usual que el hostigamiento sexual, siendo la población femenina la más afectada.

Alguna de las conductas más comunes del agresor o el ‘bully’ es que piensa así: ‘te critico, te hago quedar mal y te humillo frente a todo el mundo; te grito; te acoso; te hago acusaciones que pueden ser ciertas como que no; te amenazo, si no hace esto, pues esto te va a pasar’.

Por lo general, una persona que sea víctima de acoso laboral se va a mostrar bien ansiosa, con temor, se enferma con frecuencia, se ausenta al trabajo y puede hasta ser normal encontrarla en el baño llorando. Es una persona que no le gusta crear conflicto y tiende a aguantar.

El tiempo y la reacción de esta persona cuando decide enfrentar la situación, puede ser impredecible y depende de cada uno. De hecho, algunos efectos para la salud en estas personas son: dolor de barriga, migraña o dolor de cabeza, alergias, dolor de espalda, problemas de sueños y niveles altos de ansiedad. También tienden a desarrollar situaciones emocionales que llevan a una depresión como lo es la culpa, el coraje y la destrucción de su ego.

En cambio, la persona intimidante siempre va a actuar de forma agresiva en el área de trabajo, ‘no va a mostrar ninguna vulnerabilidad, se van a ver siempre bien directos, bien alterado, en su conducta ellos parece que arrasan’.

Más aún, un 72% de los agresores son jefes de las víctimas. Ante esto Rodríguez opinó que ‘lo que pasa es que aquí hay una lucha de poder desde compañero a compañero hasta gerente a empleado y supervisor hacía empleado’.

Destacó que el problemas es que en la mayoría de los casos los líderes o gerentes no han atravesado un proceso de desarrollo personal antes de asumir las posiciones.

No obstante, tuvo sus objeciones en catalogar a todos los gerenciales como ‘bullies’, pues recordó que el acoso tiene sus inicios desde la escuela en donde observó que ‘nadie manda a nadie’. Por lo tanto, sentenció, ‘la diferencia esta en el carácter, si una persona ve que uno es muy débil, encuentra el punto de debilidad, y ahí es que atacan’.

Falta de inteligencia emocional

El problema del acoso laboral se agrava en la Isla porque culturalmente las personas no son adiestradas para tener una inteligencia emocional.

Definió la inteligencia emocional como un proceso en el que la persona se empieza a conocer como quién es, que abarca mucho más allá que desarrollar la autoestima.

‘Una persona que conoce como ella es, no tiene porque ser maltratante. Una persona que tiene un buen concepto de sí mismo, no tiene porque maltratar a otros. Una persona que tiene un concepto errado de sí mismo, ese va a maltratar. Desde chiquito le dijeron que era un abusador, que era un maltratante, que era un malcriado, que era alguien malo, que no obedecía, todas esas palabras vienen hacer daño más adelante’, señaló.

Luego de desarrollar su inteligencia emocional, el segundo proceso es aprender a controlar sus emociones, de no ser así, estas personas al no poder manejar sus impulsos tienden hacer daño a otros.

Las estadísticas de violencia en Puerto Rico, como por ejemplo la criminalidad, lo que reafirma es el nivel de intolerancia que hay. A su vez precisó que ‘si en la sociedad aumenta la violencia es muy probable que en los trabajos también aumente la violencia’.

Rodríguez recomendó a las víctimas:

Que se atrevan a hablar, que hablen con alguien, preferiblemente con alguien del Departamento de Recursos Humanos.

Las personas que son intimidantes, dejan de serlo cuando saben que contigo no pueden.

Si vas a hablar con la persona y la vas a enfrentar (agresor), hazlo de forma pacífica, pero antes pasa por Recursos Humanos, verifica si te pueden hablar sobre la política de lo que ellos pueden hacer para ayudarte. Esto es importante para evitar una situación de violencia o muerte.

Si Recursos humanos te da el visto bueno para que hables con la persona, que te digan que cosas hay que hacer, y que estén atentos de que eso va a pasar.

Si en su visita al Departamento de Recursos Humanos la respuesta que recibe no es la más idónea y no se siente en confianza o que verdaderamente vayan hacer algo, la psicóloga sugirió buscar otra red de apoyo.

‘Si no tuviera un buen rapport (relación de comunicación) con Recursos Humanos, no confía, que busque a alguien en la compañía que lo pueda ayudar, siempre hay alguien, puede ser un supervisor inmediato o gerencial’, puntualizó.

La psicóloga fue una de las conferenciantes de la ‘Cumbre de Seguridad y Salud Ocupacional’ de la Asociación de Industriales que se celebró recientemente en San Juan.