Para decir lo menos, la elección del exjuez y exsecretario de Estado, Ferdinand Mercado, como nuevo director de campaña de David Bernier es algún tipo de testimonio de la fe de Bernier en la rehabilitación.

No sólo porque la propia campaña de Bernier requiere de altas dosis de rehabilitación ante los cantazos que está tomando por el Caso Anaudi en el Tribunal Federal y por las repetidas luchas de poder que eso está causando en la Pava, sino porque Mercado tiene una segunda oportunidad para estar al frente de la colectividad después del aparatoso, y bochornoso, desenlace que tuvo su aspiración de ser juez del Tribunal Supremo al final de la Administración Calderón.

Pero la elección también puede ser un argumento adicional a la intención de Bernier de reclamar el PPD para sí y eliminar los tentáculos de los exgobernadores y expresidentes porque, como parte de ese aparatoso desenlace, Mercado se peleó con figuras de peso en el partido y se fue tan nuclear en sus críticas al PPD que hasta logró penetrar los círculos de poder del Partido Nuevo Progresista (PNP) cultivando relaciones con el expresidente senatorial Thomas Rivera Schatz, por ejemplo. Y si Bernier quiere seguir apostando a ganar mediante restarle votos al PNP, ciertamente Mercado es uno de los más propicios que tiene a la mano.

Mercado, que había comenzado carrera como asesor cameral, fue designado como Juez Presidente por la exgobernadora Sila Calderón en septiembre de 2003, comenzando así uno de los episodios más caníbales del PPD. El exgobernador Rafael Hernández Colón y Aníbal Acevedo Vilá hicieron causa común contra la designación. En el caso de Hernández Colón con una ponencia en la que dijo que la entrada de Mercado al Alto Foro sería ‘traumática y dolorosa’ para los demás jueces quienes no le reconocerían ‘liderazgo intelectual’ porque el designado era más político que jurista. Eso dicho por un hombre que nombró a su director de campaña como juez asociado del Supremo.

Ante esta pared, Mercado maniobró para que lo designaran Juez Asociado, con el detalle de que no había una vacante de Asociado, una movida ambiciosa que provocó otra oleada de críticas, el retiro de la designación y el fin de lo que Mercado llamó un proceso ‘sumamente injusto y sumamente ingrato’.

Claro, todo esto ocurrió con el telón de fondo de la escandalosa revelación de que, a los 18 años, Mercado supuestamente había estado involucrado en un accidente de tránsito que resultó en la muerte de un amigo suyo que viajaba en el auto. La fuente fue la exesposa de Mercado, la licenciada Maritza Cardona Echeandía. En su momento, la revelación logró descarrilar las aspiraciones de Mercado pero nunca hubo conclusión concreta sobre la participación o presencia del exfuncionario en la escena, y no prosiguió una querella ética que se le presentó a Mercado al respecto. Desde entonces, Mercado comenzó su alejamiento del PPD y acercamiento al PNP, pero siempre por el lado de los contratos, incluyendo con el Municipio de Toa Baja, porque no volvió a asumir un rol partidista oficial hasta ayer que fue designado director de campaña de Bernier.

Sin embargo, no hay que ir tan lejos en el tiempo para ver que Mercado encierra riesgos para Bernier, no tanto como una espada de doble filo, sino como un puñal de doble filo. Y es que el exjuez ha pasado el cuatrienio completo bajo contrato de la Cámara de Representantes, el cuerpo que, con las ramificaciones del Caso Anaudi, ha venido a representar todo lo que está roto y todo lo impresentable de la Administración García Padilla, de la que se supone que Bernier esté esforzándose por alejarse.

Quedan dos meses para las elecciones… seguramente muy pronto se hará evidente qué tipo de apuesta hizo Bernier con Mercado y cómo le sale.