Pablo Casellas Toro, acusado por el asesinato de su esposa Carmen Paredes, tuvo que recibir atención medica en sala luego de sentirse mal de salud en medio del proceso de desinsaculación del jurado.

En el octavo día que la defensa y fiscalía interrogan a los posibles miembros del grupo que evaluará la prueba, el corredor de seguros comenzó a verse descompuesto y sudando profusamente, por lo que el juez José Ramírez Lluch decidió recesar en la sala 706 del Centro Judicial de Bayamón.

En ese momento las personas interrogadas fueron sacadas de la sala para recibir la merienda, mientras una enfermera atendía al hijo del juez federal Salvador Casellas.

‘Todo salió normal, todo salió normal’, indicó Harry Padilla, abogado de defensa del acusado por asesinato, violación a la ley de armas y destrucción de prueba. El licenciado informó que una enfermera le tomó la presión a Casellas Toro, resultando la misma en la normal.

Asimismo, dijo que la enfermera recomendó al hombre tomar medicamentos, pero por lo delicado de su salud y ya que el imputado toma ciertas medicinas, esa recomendación se discutiría con su padre. Aunque no confirmó si su estado de salud se debía al calor en el tribunal, Padilla tampoco lo rechazó.

En medio del receso, Casellas Toro salió al baño escoltado por dos investigadores. ‘Me eché agua en la cara’, fueron las palabras del acusado, quien lucía cansado y caminaba apoyado de un andador.

Las 36 personas que fueron interrogadas por Ramírez Lluch fueron citadas para el viernes y lunes en la mañana, donde se continuará con la selección del jurado. El magistrado recomendó a los prospectos miembros no buscar información del caso.