SANTA ISABEL – Pura sangre. Así han ‘rebautizado’ a Carlos Correa, el joven de 17 años que es el nuevo miembro de los Astros de Houston, quien arribó a su pueblo natal a eso de las 6:00 de la tarde.

Fue recibido por cientos de personas en la entrada de Santa Isabel, de donde partió hacia el Barrio Velázquez, su lugar de crianza.

Entre las personas que esperaban por Correa, se encontraban vecinos, amistades, mucha gente que lo vieron nacer y crecer.

‘Estamos orgullosas ya que es de nuestro barrio, lo vimos crecer’, expresó eufórica Meylin Rodríguez, vecina del joven.

El pueblo de Santa Isabel se unió para celebrar los logros del nuevo integrante de la MLB.

A pesar de que es un pueblo bastante olvidado, y que se convierte en noticia por las protestas por los molinos de viento o la alta cantidad de asesinatos, hoy su historia fue diferente. Todos los ciudadanos salieron a recibir al joven que puso el nombre de su pueblo en el mapa.

‘Me siento bien emocionada, no se ni como contestar de la emoción. Nos sentimos parte de la familia de Carlos’, dijo Veridiana Vázquez, otra vecina del Barrio Velázquez.

Luego del recorrido por su barrio de crianza, la caravana se dirigió a la Urbanización Camarero II, donde reside Carlos Correa. Allí le esperaban sus otros vecinos, quienes se organizaron para recibir por todo lo alto a su jugador estrella.

Las expresiones de las personas que lo conocen eran de orgullo, ya que Correa se destaca por su sencillez y humildad.

‘Gracias a mi pueblo de Santa Isabel, siempre vivo orgulloso de ellos, que siempre me han apoyado. Los quiero mucho’, fueron las primeras expresiones de Correa al subir la tarima en la Urbanización Camarero II.

Todas las casas tenían cruzacalles con expresiones de admiración y buenos deseos para su flamante héroe.

Al preguntarle NotiCel cómo se sintió al saber que había sido elegido en primera posición del ‘draft’ de la MLB, Correa contestó: ‘Me sentí super emocionado. Al principio no lo creía. Ahora, a jugar baseball para que mi Puerto Rico y Santa Isabel progresen’.