El alero Andre Iguodala no quiso que los Sixers de Filadelfia volviesen a Boston sin la garantía de regresar a su campo para disputar un sexto partido y surgió con los puntos decisivos en los últimos minutos del cuarto de la semifinal de la Conferencia Este, que ganaron por 92-83 a los Celtics.

La inspiración de Iguodala culminó la remontada de los Sixers que superaron una desventaja de 15 puntos y consiguieron empatar a 2-2 la serie que disputan al mejor de siete.

El quinto partido se jugará el próximo lunes en el TD Garden de Boston y los Sixers tienen asegurada la vuelta a su campo del Wells Fargo Center, al margen de lo que suceda en el próximo encuentro.

Iguodala, que aportó 16 puntos, consiguió cinco consecutivos en el último minuto y medio de partido que fueron los que rompieron la igualdad en el marcador y permitieron a los Sixers lograr el triunfo.

El alero titular de los Sixers también aportó siete rebotes y cuatro asistencias, que ayudaron a su equipo a ser de nuevo el especialista en las remontadas.

Iguodala, que no goza de las mejores simpatías entre los seguidores de los Sixers, anotó la canasta que puso a Filadelfia con la ventaja de 85-83 y en la siguiente posesión también encestó un triple que la incrementó a cinco para ya nunca más perderla.

El escolta-alero Evan Turner también aportó 16 puntos y nueve rebotes, mientras que el base-escolta reserva Lou Williams llegó a los 15 tantos, ocho asistencias y capturó cuatro balones bajo los aros que lo dejaron como el sexto jugador de los Sixers.

Junto a Williams, el alero Thaddeus Young anotó 12 puntos, incluido un mate espectacular a mitad del cuarto periodo y que permitió a los Sixers empatar a 63-63, capturó nueve rebotes y repartió tres asistencias.

El ala-pívot novato Lavoy Allen también hizo una gran labor en el juego bajo los aros al capturar 10 balones y ser el líder del equipo en esa faceta.

Los Sixers no brillaron en el juego ofensivo como equipo, pero sí encontraron y tuvieron a los jugadores que aportaron los puntos decisivos.

Filadelfia concluyó el partido con un 38 por ciento (31-82) de acierto en los tiros de campo y el 46 (5-11) de triples, comparados al 42 (30-71) y al 30 (6-17) de triples, respectivamente, de los Celtics, que fueron dominado por completo bajo los aros al quedarse con sólo 38 rebotes por 52 de los Sixers, que perdieron 11 balones por 17 de Boston.

Tampoco, por primera vez en lo que va de la serie, el veterano ala-pívot Kevin Garnett se mostró inspirado en el juego individual y al final eso se hizo sentir demasiado al concluir el partido.

Garnett aunque jugó 40 minutos anotó sólo nueve puntos (3-12, 0-0, 3-4), capturó 11 rebotes -nueve fueron defensivos-, puso tres tapones, recuperó dos balones y dio dos asistencias.

La falta de inspiración encestadora de Garnett, hizo que los 24 puntos conseguidos por el alero Paul Pierce no tuviesen un efecto ganador.

El doble-doble del 15 puntos, 15 asistencias y cuarto rebotes logrado por el base Rajon Rondo no evitó la derrota de los Celtics.

El ala-pívot Brandon Bass aportó 15 puntos y fue el cuarto jugador de los Celtics que consiguió llegar a los dobles-dígitos.

Los reservas de los Celtics aportaron 12 puntos por 44 que consiguieron los de los Sixers.

‘La vuelta al campo en la segunda mitad sirvió para que ellos volviesen con mayor energía física y nosotros en lugar de jugar al baloncesto, lo que hicimos fue perder la compostura’, declaró el entrenador de los Celtics, Doc Rivers.

Mientras que el veterano Doug Collins, que entrena a los Sixers, reconoció que su equipo había jugado de forma fantástica en la segunda parte al mostrar carácter, confianza en sí mismos y seguridad en la victoria.