Ante los cambios que impone la realidad del COVID-19, la comunicadora Josette Pagán ofrece recomendaciones para mantenerte relajada cuando te agarra el estrés de las obligaciones laborales.

La pandemia del COVID-19 y el distanciamiento social siguen cambiado todo. No solo en nuestra vida diaria a nivel personal, sino en las prácticas y logísticas de trabajo. Los procesos continúan evolucionado. Las reuniones virtuales se han convertido en parte integral del nuevo protocolo laboral, tanto para los que ya eran expertos en el uso de las plataformas existentes, como para los han tenido que aprender a usarlas a puro pulmón. Dentro del corre, corre y los continuos reajustes que muchos han tenido que hacer – primero trabajando desde casa y ahora con el regreso de algunos a los espacios de trabajo, surgen muchas frustraciones que pueden ser agobiantes. Y no voy a entrar en el tema y los detalles de los niños en el verano…

Por eso, les quiero compartir estos 5 truquitos de “mindfulness” o atención plena para el trabajo. Entre otros beneficios, te ayudarán a bajar el estrés, calmar tu mente, aumentar tu productividad, tomar buenas decisiones, mejorar las relaciones con tus compañeros de trabajo y clientes, y ser un profesional más consciente.

¡Respira! Al llegar al trabajo y entre reuniones, dedícale 3 a 5 minutos a este ejercicio: Inhala lentamente y contando hasta siete por la nariz hasta que el aire te llene la barriga. Aguanta el aire por dos segundos y luego exhala lentamente por la boca contando hasta siete. Repítelo varias veces. Sentirás la diferencia de inmediato.

Ejercita tus ojos para darles un «break» de la computadora. Estar mirando la pantalla de la computadora fatiga la vista y puede que en ocasiones hasta empieces a ver borroso. Este ejercicio te ayudará a descansar y darle un “reboot”. Con los ojos abiertos y la cabeza derecha, mueve los ojos de izquierda a derecha sin forzarlos y sosteniendo la mirada en cada lado por 3 segundos (recuerda, no muevas la cabeza). Repite el proceso 4 veces. Luego parpadea varias veces corridas mirando hacia el frente y cierra los ojos por 3 o 4 segundos. Repite el ejercicio pero moviendo los ojos de arriba hacia abajo. También puedes hacerlo moviendo los ojos en círculo hacia un lado y hacia el otro.

Cuando estás cansado o espaciado, recupera la concentración con este ejercicio sencillo y eficaz. Cuenta hacia atrás lentamente desde el 10 al 0 sin desenfocarte. Luego del 15 al 0 y luego de nuevo del 10 al 0. Si la mente se te va a Plutón, comienza de nuevo hasta que logres completarlo.

Sé agradecido: Siempre hay alguien que nos ayuda o resuelve en el trabajo, por pequeña que sea la acción. Crea el buen hábito de todos los días agradecerle a un compañero de trabajo y/o cliente por su apoyo o gesto. No solo te sentirás súper bien y estarás reconociendo la labor de otra persona, sino que también, sin haberlo imaginado, puedes hacerle el día.

Acepta los retos como oportunidades para crecer. Date la oportunidad de ser flexible ante los cambios y de aprender cuando estás fuera de tu zona cómoda. Evalúa cómo te sientes y cuáles son las emociones que afloran. Reconócelas y búscales la vuelta como lo haces cuando quieres lograr una meta. Luego de darte la oportunidad de tratar, entonces decide si es el momento de seguir en ese rumbo o hacer un cambio en tu vida.

Recuerda que eres dueñ@ de tus percepciones y actitudes, y que todos los días puedes hacer la diferencia en tu vida y en la vida de los demás.

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