Ambientalista y consultor de proyecto defiende la construcción del área recreativa en el condominio Sol y Playa

En medio de toda la polémica que ha levantado la construcción de una piscina en el área recreativa del condominio Sol y Playa en Rincón, el ambientalista y consultor para el proyecto en ese complejo de apartamentos, Ángel Román, no solo aseguró que la obra cuenta con todos los permisos necesarios para llevarse a cabo en el lugar, sino que su planificación ha tomado en consideración los recursos naturales de la zona, incluyendo el espacio que separa la estructura del mar.

Román, quien comenzó a trabajar como consultor ambientalista del proyecto en el 2019, cuestionó en entrevista con NotiCel los intereses que impulsan la idea de que se detenga la construcción. Fue más allá al indicar que quienes se oponen a este proyecto atentan contra el derecho constitucional de la propiedad privada y enfatizó en que, cuando comenzó el proceso de propuesta de deslinde, nadie levantó objeción, ni siquiera el municipio de Rincón, que ahora presentó una solicitud de intervención ante el Departamento de Recursos Naturales en una querella de impugnación del deslinde de la zona marítimo terrestre.

“Yo pienso que esta construcción está bien porque hemos tomado todas las medidas que son necesarias para asegurarnos que no ha afectado ninguno de los recursos naturales y que la obra logra prevalecer aún durante eventos extraordinarios como huracanes. Nosotros hemos sido extremadamente responsables en tener un proyecto que sea ambientalmente sano”, aseguró Román en entrevista telefónica.

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La construcción de esa área recreativa fue denunciada en mayo por el excandidato a la gobernación y ambientalista Eliezer Molina Pérez.

La obra fue paralizada momentáneamente por el DRNA, pero eventualmente se autorizó continuar con los trabajos.

El 1 de junio, se produjo un incidente cuando opositores a la construcción, incluyendo Molina Pérez, entraron a los terrenos de la construcción en protesta por los trabajos que allí se realizaban, lo que requirió la presencia de la Policía y efectivos antimotines.

Molina Pérez y otras dos personas fueron arrestadas y actualmente enfrentan cargos por escalamiento agravado y daños a la propiedad, por los que podrían enfrentar hasta 11 años de cárcel, de ser hallados culpables.

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Román indicó que, contrario a lo que se piensa, el área recreativa del complejo se redujo hasta cuatro metros y medio más del espacio que la ley le permitía construir, en aras de proteger la playa y otros recursos.

“Del límite de la zona marítimo terrestre hay una servidumbre de vigilancia de seis metros. El límite de la propiedad está a ocho metros de ese límite de la zona marítimo terrestre y, además, nos hemos alejado 4.5 metros adicionales. Al final del día, la huella del proyecto va a estar a más de 12 metros del límite donde está la zona marítimo terrestre. O sea, que va a quedar más adentro de donde estaba antes. Y esto no es algo que estamos haciendo en respuesta a la presión que ha surgido. Esto está diseñado de esa manera desde la salida”, aseguró el consultor, al tiempo que presentó sus credenciales como ambientalista.

“Ninguno de los pseudo ambientalistas que han estado en la prensa tienen el récord de protección ambiental que yo tengo. Si alguien ha sido muy cuidadoso del ambiente, he sido yo”, destacó, mientras enumeró distintas instancias en que ha luchado por defender los recursos naturales, entre las que mencionó la defensa de 500 cuerdas de terreno en el Carso que hoy son protegidas, 1,000 cuerdas en el Caño Tiburones, haber traído agua potable al barrio puntas de Rincón y demandar al Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos en el Tribunal Federal por la canalización del Río La Plata, entre otros.

El ambientalista, de paso, dijo que el carey que el viernes quedó atrapado mientras desovaba, sí pasó el espacio de la verja que limita los trabajos, pero no llegó al área de la construcción. Incluso, cuestionó cómo llegó allí.

“Yo no vi evidencia de por dónde entró el carey dentro de la verja del proyecto. Una cosa curiosa es que el carey, de ordinario, desova en zonas de sombra. Esta desovó en pleno sol”, acotó.

Dijo que él ayudó a los voluntarios a encontrar los huevos y poder sacar del área a la tortuga.

“Nadie objetó el deslinde”

Román indicó que la piscina existe desde 1997 y que luego de ser destruida por el huracán María, los procesos de reconstrucción iniciaron en el 2019 y nadie su opuso a ellos, hasta ahora.

“Se notificó a todo el mundo, según requiere la ley y el orden, incluyendo al Municipio de Rincón. Se le enviaron cartas certificadas directamente al alcalde. Hubo letreros notificando que el deslinde se estaba dando y que estuvieron puestos por espacio de 12 meses. O sea, que ellos tuvieron amplia oportunidad de traer cualquier preocupación que tuvieran. Después de eso, se le notificó por segunda vez en noviembre del 2020 de que el proceso de deslinde ha culminado y que todavía tenían 30 días para retarlo. La realidad es que nadie objetó el deslinde. Ni gente externa ni residentes ni el municipio”, sostuvo Román, quien recordó que el municipio de Rincón tenía conocimiento de las obras, al punto de que cobró los impuestos de construcción y no es hasta ahora que hace un reclamo.

De igual modo, recordó que la construcción original de esa piscina data de 1997, pero que la construcción no era de la misma calidad ni fue construida tomando en consideración el posible impacto de un fenómeno natural, como un huracán.

“El deslinde de nosotros es más riguroso que el que se hizo en el 1995. Nosotros dimos más espacio que lo que decía el deslinde de 1995, aun cuando esto es una recertificación de deslinde” destacó.

“La obra que existía antes era una obra estructuralmente bastante pobre. Tenía unas deficiencias ingenieriles sustanciales. Esta obra que se está presentando ahora tiene una capacidad estructural sumamente más amplia y se analizó en virtud de eventos huracanados y se diseñó a base de esos eventos huracanados. Por eso cuesta mucho más”, apuntó.

Explicó que la técnica de ingeniería que se utilizó para esa construcción es menos invasiva desde el punto de vista ambiental que lo que las construcciones comunes en el litoral costero.

“Regularmente la gente usa un monolito de concreto y aquí se usó micropilotes”, apostilló.

Defiende el derecho de propiedad privada

Román, de paso, cuestionó por qué, luego del huracán María, a muchas propiedades que están en la zona costera se les permitió construir nuevamente, pero solo a los residentes de Sol y Playa les han intentado paralizar la construcción.

“Me parece que tiene su origen en la controversia entre vecinos y se están montando en esa disputa gente que al final del día lo que están diciendo es ‘quiero privarte de tu derecho de propiedad privada y no quiero compensarte por privarte de ese derecho de propiedad privada’. Eso va en contra de la constitución de Puerto Rico y la de Estados Unidos en su quinta enmienda. Yo tengo derecho a mi propiedad privada”, manifestó.

Al ser cuestionado sobre la querella que levantara uno de los propietarios de un apartamento en el lugar en contra de la construcción, dijo que esa persona no quería pagar la derrama que se determinó entre los residentes y que por eso se opuso a la construcción.

“La gente no logra entender que los deslindes ni otorgan ni quitan derechos de propiedad. Eso lo ha reiterado el Tribunal Supremo en repetidas ocasiones. Usted puede ser dueño privado de la zona marítimo terrestre. El derecho de propiedad es lo que está escrito en la inscripción de la propiedad. Lo que hace la zona marítimo terrestre es que regula los espacios, pero no quita derechos de propiedad”, subrayó.

Román dijo que la Juta de Condómines está lista para defender el proyecto y prevalecer en los foros que sean necesarios, pero aseguró que, desde su punto de vista, es académico.

“Si usted quiere pararme la obra, tiene que comprarme la obra y tiene que comprarme el espacio. Si por las razones que sea usted no quiere que yo construya allí, usted tiene que hacer un proceso de expropiación y le cuesta al erario un montón de dinero”, sentenció.

La construcción, según indicó, podrá terminar en unos 60 días.