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Florida reabrirá a partir del 4 de mayo, con excepción de áreas en la zona de Miami

Salvo cines, bares, gimnasios, peluquerías y servicios personales, todos los negocios podrán abrir sus puertas en Florida, que cuenta con 33,193 casos y 1,218 muertes por COVID-19.

Gente visitando el parque South Pointe en Miami Beach tras su reapertura hoy, 29 de abril.
Foto: EFE

Los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, los más afectados por el nuevo coronavirus en Florida, quedarán por ahora fuera de la primera fase de la reapertura del estado, que comenzará el 4 de mayo, anunció este miércoles el gobernador Ron DeSantis.

El gobernador informó en una comparecencia ante los medios en Tallahassee, la capital estatal, de cómo Florida va a hacer para ir regresando a la normalidad de una "manera inteligente, segura y paso a paso" y manteniendo como prioridad la protección de las personas más vulnerables, ancianos y enfermos crónicos, fundamentalmente.

En la Fase Uno se relajarán la mayor parte de las medidas que restringían la actividad económica y fueron incluidas en el decreto de confinamiento que entró en vigor el 1 de abril, un mes después del primer caso confirmado de COVID-19 en el estado, que a día de hoy tiene 33,193 casos y 1,218 muertes.

No obstante, se mantendrá la obligatoriedad del distanciamiento físico de seis pies (1,82 metros) entre personas y la prohibición de reunirse más de diez personas.

No obstante, se mantendrá la obligatoriedad del distanciamiento físico de seis pies (1.82 metros) entre personas y la prohibición de reunirse más de diez personas.

Salvo cines, bares, gimnasios, peluquerías y otros establecimientos de servicios personales, todos los negocios podrán abrir sus puertas en Florida a partir del 4 de mayo, aunque algunos deberán funcionar con determinadas restricciones.

Los restaurantes podrán atender solo el 50 % de sus mesas, pero si tienen terrazas bastará con mantener la distancia física de seis pies (1.82 metros) entre los clientes, y en las tiendas se funcionará al 25 % de la capacidad, por ejemplo.

El gobernador republicano no quiso dar fechas de cuándo se pasará a la segunda fase ni de cuándo será la inclusión de los tres estados del sureste, donde se concentran un importante número de casos.

De las 47 nuevas muertes anunciadas hoy, catorce corresponden a Miami-Dade, que cuenta con 2.7 millones de habitantes y presenta 11,927 casos y 338 muertes, las cifras más altas de todo el estado.

Le siguen Broward con 4,898 casos y 182 muertes y Palm Beach, con 2,911 casos y 178 muertes.

DeSantis dijo que sabían desde el principio que la situación iba a ser peor en esa zona de Florida que en ninguna otra.

Gran parte de la rueda de prensa la dedicó a criticar a los medios que pronosticaron que el COVID-19 iba a pegar a Florida tan fuerte como a Nueva York o Italia, y a mostrar las cifras oficiales que, a su juicio, contradicen esos pronósticos y muestran que "no lo hemos hecho tan mal".

El gobernador recalcó que con la entrada en la Fase Uno la posibilidad de ver "la luz al final del túnel" está más cerca.

Todo el plan se ha diseñado teniendo en cuenta opiniones y recomendaciones de médicos, epidemiólogos y también empresarios y políticos y con la idea de que se hará todo lo necesario para proteger a los más vulnerables.

"El miedo es nuestro enemigo", dijo en un mensaje a los floridanos para asegurarles que deben sentirse seguros.

En este sentido mencionó que una de las preocupaciones es evitar contagios de fuera del estado y que se piensa en medidas para que a los pasajeros de vuelos internacionales con destino a Florida se les tome la temperatura antes de subirse al avión.

Desde el punto de vista sanitario, subrayó que la "curva (de contagios) se ha aplanado" y que el sistema sanitario del estado no ha colapsado y de hecho la capacidad de camas en hospitales y unidades de cuidados intensivos nunca ha estado al límite desde que llego el coronavirus.

Aseguró que ha habido un descenso sostenido de la tasa de positividad y que si ha habido picos de crecimiento de casos es en mucho casos porque en estas dos últimas semanas de abril se han hecho más pruebas de COVID-19 que en las dos anteriores.

Hasta hoy se han efectuado 375.300 pruebas, según el Departamento de Salud de Florida (DOH), lo que no equivale a mismo números de individuos, pues en muchos se necesitan dos tests o más.

Ampliar la capacidad para hacer pruebas con nuevos sitios de tomas de muestras y laboratorios móviles va a ser importante en la Fase Uno de la reapertura de Florida, subrayó.

En los tres estados que quedan fuera de la Fase Uno, hoy, para consuelo de sus habitantes, abrieron algunos parques públicos, marinas y campos de golf.

Con las mascarillas puestas y guardando la distancia de seguridad, salvo en algunos momentos en que la gente se agolpaba, se vio a los habitantes de Miami-Dade, Broward y Palm Beach disfrutar de un día caluroso y soleado.

La prueba de fuego se producirá este fin de semana cuando se espera que numeroso público disfrute de unos lugares de esparcimiento que hasta ahora les estaban vedados.

Bajo esa orden se podía salir a la calle a caminar y hacer ejercicio pero no a practicar deportes como el golf que goza de gran popularidad en el sureste de Florida.