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Economía

No hay “atajo” hacia prosperidad económica por estatus

Según establece el informe elaborado por el economista José Caraballo Cueto, bajo el título de “El Impacto Económico del Cambio en el Estatus Político de Puerto Rico”.

El economista José Caraballo Cueto.
Foto: Suministrada

No hay “atajo obvio” hacia la prosperidad tras un cambio de estatus político en Puerto Rico, que necesitará “desarrollar su incipiente sector privado para aprovechar al máximo las oportunidades que surgen una vez cambia el marco institucional con el estatus político”.

La conclusión es del informe que bajo el título de “El Impacto Económico del Cambio en el Estatus Político de Puerto Rico” fue elaborado por el economista José Caraballo Cueto, catedrático asociado de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

Concluye además el informe que el modelo económico bajo el estatus territorial se desgastó y que “un cambio en el status político no es en sí mismo una condición suficiente e instantánea para una prosperidad sostenida”.

Aclara el autor que esta investigación solo se centra en las consecuencias económicas del cambio de estatus político a la independencia y la estadidad. “La libre asociación tiene implicaciones jurídicas diferentes, pero en términos económicos es muy similar a la independencia”, afirma.

Explicó por otra parte que las conclusiones se fundamentan en la modelación del efecto neto que se puede esperar tras cambiar algunas variables económicas que podrían verse afectadas por un cambio en el estatus político.

“Este tipo de investigación única nos permite responder a las preguntas, por ejemplo, de si la financiación federal adicional que cabría esperar bajo la estadidad es suficiente para compensar el efecto de la fiscalidad federal, o si la disminución de los costes comerciales compensa la pérdida de financiación federal bajo la soberanía. La respuesta a ambas preguntas es no”, sostiene.

La primera conclusión que adelanta es que la opción de un "territorio incorporado", donde las empresas y los individuos en Puerto Rico tendrían que pagar impuestos federales, pero sin tener todos los beneficios de convertirse en un estado miembro con derechos plenos, “es probablemente el peor estatus político para la economía de Puerto Rico”.

Explica que el modelo y el conjunto de datos producidos para este estudio son lo suficientemente completos como para permitir un análisis bastante detallado de posibles impactos de políticas, cambios institucionales y acuerdos bilaterales como consecuencia de los dos estados políticos alternativos: categoría de estado e independencia/libre asociación. Estos cambios, advierte, pueden denominarse en términos generales 'shocks', ya que afectan el estado actual de la economía y sus resultados sociales, “lo que lleva a cambios que pueden compensarse entre sí en algunas dimensiones o combinarse con retroalimentación positiva o negativa en otras”.

Sobre la base de un conjunto de suposiciones, indica, se identificaron dos escenarios indicativos para la estadidad y tres para la soberanía.

El primer escenario de la estadidad asume que se impone una tasa efectiva media de 21% de impuestos federales a las corporaciones locales y del 5% del tipo impositivo federal efectivo a la clase media (el tercer quintil), del 6.5% al cuarto quintil y 9% a la clase de altos ingresos (quinto quintil); lleva el SSI, que representa $3,000 millones de dólares, a la población de bajos ingresos; eleva el programa Medicare, aumentando el ingreso de los hogares en mil millones de dólares; aumenta el turismo procedente de EE.UU. en un 10% y aumenta la actividad económica del sector financiero y de seguros en un 10%.

Como resultado, informa, se observa que la actividad económica o valor añadido (diferencias entre ventas e insumos intermedios), así como el empleo, aumentan en todos los sectores económicos. Las clases de ingreso más baja y la administración local salen mejor paradas, pero las clases de ingreso media y alta salen peor paradas, como “efecto de neto de los impuestos y las transferencias federales adicionales”.

Advierte el analista que “nótese que dos supuestos implícitos y fuertes son que la imposición de impuestos federales no empujó al gobierno local a reducir sus propios impuestos para reducir la carga impositiva y no llevó a las corporaciones manufactureras estadounidenses a cerrar sus operaciones. Así pues, se considera el escenario más optimista”.

El segundo escenario de la estadidad mantiene los mismos supuestos, excepto que “relajamos el fuerte supuesto de ausencia de cambios en los impuestos locales imponiendo una disminución del 5% en el tipo impositivo efectivo local, lo que lleva al gobierno local a reducir sus gastos en un 5%”.

También suponen que la imposición de impuestos federales sobre los ingresos generados en Puerto Rico lleva a algunos fabricantes multinacionales a cerrar sus operaciones, provocando una disminución del 20% en toda la producción económica del sector manufacturero de Puerto Rico. “Este último supuesto es el principal factor responsable de las pérdidas de actividad económica en casi todos los sectores económicos”, en este segundo escenario.

El primer escenario Independencia/ Libre asociación supone que no hay cambios en los esquemas fiscales locales; se reducen las transferencias federales discrecionales, como las becas Pell y la asistencia nutricional, pero los individuos reciben algunas remesas más que los 456 millones de dólares recibidos en 2017, lo que provoca una reducción neta de $3,300 millones en transferencias desde el extranjero; los costes comerciales (e. g. Ley Jones) disminuyen en un 10%; la nueva moneda local se devalúa en un 20% (es decir, la moneda local vale un 20% menos que el dólar estadounidense) para promover las exportaciones y reducir las importaciones; la ausencia de visados turísticos aumenta el turismo procedente del resto del mundo en un 10%, mientras que el turismo procedente de EE.UU. se mantiene en el mismo nivel. Supone además que el gobierno local mantiene la misma cantidad de gastos gubernamentales y no hay disminución en la tasa salarial.

La proyección es que la actividad económica en disminuye en todos los sectores económicos, excepto en las ventas al por mayor, los servicios profesionales y los servicios de alojamiento y comida. Anota en ese sentido que “un Puerto Rico soberano necesitaría aumentar su turismo para recibir más reservas internacionales que son fundamentales para gestionar eficazmente la moneda local en el mercado internacional”.

La mayor reducción sectorial, indica, se produce en el sector inmobiliario. Esto puede esperarse desde la eliminación de las proyecciones de subsidios federales a la vivienda es probable bajo la soberanía. El empleo disminuye en cinco ocupaciones, pero aumenta en otras cinco, aunque no en la misma magnitud.

“En este escenario, la devaluación, el aumento del turismo procedente del resto del mundo y la reducción de los costes comerciales tienen algunos efectos compensatorios sobre el Producto Interno Bruto a través de un empuje inflacionista de los costes. Los ingresos por beneficios impulsan a los hogares con mayores ingresos y empeoran la desigualdad de ingresos antes de impuestos y prestaciones”, indica.

El segundo escenario bajo la independencia/libre asociación mantiene los mismos supuestos excepto el supuesto de una tasa salarial fija para permitir una reducción en la tasa salarial promedio del 20%. Aquí la actividad económica aumenta en todos los sectores excepto en Informática e Inmobiliaria. El empleo observa cambios positivos en todas las ocupaciones, especialmente en los servicios y ocupaciones elementales.

“Una reducción de los salarios medios aumentó los ingresos por beneficios de los hogares más ricos, pero algunos de ellos también reciben salarios más bajos. Este efecto, combinado con un recorte uniforme de las prestaciones a los quintiles más bajos, aumenta la desigualdad después de impuestos. Así, la desigualdad de ingresos empeora”.

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Finalmente el tercer escenario para esta opción mantiene los supuestos iniciales pero incluye una mayor reducción de los costes comerciales y un aumento de la producción del sector de "Otros servicios". Este, según este informe, aumenta la actividad económica en todos los sectores, salvo en la minería, la información, el sector inmobiliario y, en menor medida, los servicios sanitarios y administrativos. El empleo aumenta en todas las ocupaciones, especialmente en los servicios. El producto bruto ajustado por la inflación mejora, mientras que la desigualdad de ingresos se agrava por los cambios en impuestos y prestaciones; “es decir, incluso en este escenario optimista, los ingresos más altos están mejor que los ingresos bajos”.

Concluye que “el mejor escenario bajo la estadidad se encuentra cuando el sector manufacturero permanece indiferente al cambio en el estatus político, mientras que otros sectores como los servicios y el turismo aumentan. Por lo tanto, se podría encontrar una anexión prometedora a los EE. UU. si los legisladores evitan un colapso en el sector manufacturero de Puerto Rico después de la imposición de impuestos federales y se aseguran de que aumenten los sectores productivos como el turismo y las finanzas”.

En ese contexto, agrega, la Ley Jones y las regulaciones federales sobre comercio y migración no cambiarán si la economía avanza hacia la estadidad. Así, si no hay cambios en los sectores productivos, sería difícil observar efectos positivos de la estadidad basado únicamente en fondos federales adicionales.

Por otro lado, en el caso de la soberanía, advierte que no se debe confiar solo en la eliminación de las barreras en el comercio externo y la disponibilidad de la política monetaria para ajustar el tipo de cambio: estas estrategias, afirma, no son suficientes para compensar la pérdida de fondos federales sobre la actividad económica. La pérdida de fondos federales también es crítica para la desigualdad de ingresos, incluso en el mejor escenario bajo la independencia.

“Una soberanía prometedora se daría cuando la competitividad comercial de Puerto Rico aumente significativamente, incluyendo el turismo del resto del mundo, y el sector privado aproveche al máximo las remociones en el comercio externo, y que la participación laboral aumente”, agrega.

Es de esas proyecciones y de ese análisis que surge la conclusión principal de que “así pues, no existe un atajo obvio hacia la prosperidad tras un cambio de estatus político” y la de que “un cambio en el status político no es en sí mismo una condición suficiente e instantánea para una prosperidad sostenida”.

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