Inmortalizan la memoria de Hermenegildo Ortiz (galería)
Las banderas de Puerto Rico y Estados Unidos amanecieron el miercoles a media asta, en señal de luto por la partida de Hermenegildo 'Merello' Ortiz Quiñones, quien fuera recordado, más que por su legado, por su gran compromiso como servidor público, al anteponer los asuntos del país a sus propios intereses.
Su hija mayor, Carmen Ortiz Pajarin, agradeció con una honda respiración y la voz entrecortada, el detalle para con su padre, y el que el Gobierno haya pautado el 7 de enero como el día oficial de recordación a su memoria. Entonces compartió las tres grandes lecciones que aprendió de él: 'la importancia del conocimiento para la formación de un ser humano completo, el orgullo por el trabajo bien hecho, y el amor por todo lo que hacía'.
Incluso en las gestiones oficiales, el exgobernador Rafael Hernández Colón, quien lo nombró para el cargo de secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), en 1989, recordó su sonrisa, así como su habilidad de unir a todos los sectores por un bien común.
Entre los funcionarios y académicos presentes, exaltaron su labor como exsecretario del DTOP, particularmente en la innovación de incorporar al sector privado para financiar las obras de infraestructura, así como en la concepción 'visionaria', para finales de los ochenta, sobre la importancia de desarrollar un plan de transportación pública.
Pero un área menos conocida, fue su aportación como Presidente de la Junta de Planificación, en 2001, cuando denegó los permisos a la Marina estadounidense para bombardear a Vieques, contó el licenciado Reynaldo Alegría. Dos años después, se dio la salida del ejército de la 'Isla nena'.
El exsecretario del DTOP, José Izquierdo Encarnación, tuvo palabras de elogio para los tres proyectos principales de infraestructura que adoptó Ortiz Quiñones, y que, según dijo, hicieron que la ingeniería de Puerto Rico se diera a conocer en Estados Unidos y Europa. Estos son: la alianza público-privada para la construcción del Puente Teodoro Moscoso, los elevados de la Baldority de Castro, y el puente 'de más avanzada de todo América', que se conoce como el Puente Caguana, en la PR-10.
'Establecimos lo que probablemente sea lo que va a sacar a este país de la quiebra, porque ese modelo de interacción con el sector privado es lo único que va a permitir el uso de capital que ahora no tenemos para poder reconstruir y expandir la plataforma de producción', comentó Elías Gutiérrez, exdirector de la Escuela de Planificación, donde Quiñones Ortiz permaneció como catedrático.
El exrector de la Universidad de Puerto Rico, Juan Fernández, contó de forma anecdótica que cuando fue nombrado al cargo, Ortiz Quiñones era Decano interino de Estudiantes, y le expresó que deseaba que nombrase a otra persona para poder irse de sabática. Sin embargo, la sabática anhelada nunca llegó. Ortiz Quiñones pospuso su deseo profesional para servir a la Universidad, de 1985 a 1989, en un momento donde los ánimos estaban caldeados por la huelga universitaria de 1981.
Desde esa silla, le correspondió negociar con los consejos de facultad y el Consejo General de Estudiantes (CGE), e incluir la participación de los universitarios en los distintos procesos. 'Lo que hizo perduró, por lo menos, 25 años', resaltó Fernández.
Esa labor fue únicamente interrumpida por el nombramiento que le hizo Hernández Colón para ocupar el puesto de Secretario de DTOP, de 1989 a 1992.
Ortiz Quiñones fue descrito por sus compañeros y amigos como un 'activista del pensamiento, un hombre que guiaba la acción con la teoría', en palabras del también exdirector de la Escuela de Planificación, Gerardo Navas Dávila.
Gabriel Rodríguez, el pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Planificación, recordó que todos los lunes a las 7 de la mañana, Ortiz Quiñones reunía a todos los directores de agencias y departamentos adscritos al DTOP, en momentos en que la AMA enfrentaba una de sus grandes quiebras.
'Casaba la acción y el proceso de planificación... El plan de transportación tenía semanalmente reuniones con todo el equipo de consultores, por lo que ya la mitad del plan estaba implantado, cuando se terminó de diseñar', explicó, previo a exhortar a los funcionarios actuales a aprender de su ejemplo.
El licenciado Néstor Duprey también recordó el orgullo que sentía por su raza negra, y que fue uno de los que abogó por la beatificación del maestro Rafael Cordero.
'Formó parte de una generación que convirtió el servicio público en su apostolado. Salió del gobierno como entró. Ese es el gran legado: se puede servir a a Puerto Rico sin que se marchite el alma, ni se opaque la sonrisa', comentó Duprey.
Al culminar la actividad, se escuchó a algunos de los invitados lamentar entre sí que la clase política contemporánea no tenga los mismos valores ni profesionalismo que se tenían antes entre funcionarios, como Ortiz Quiñones. El actual secretario del DTOP, Miguel Torres Díaz, fue abordado por la prensa, pero pidió un segundo y desapareció.
El Gobernador Alejandro García Padilla nombró el 7 de enero como día de recordación a la memoria de Ortiz Quiñones.