Pinceles como medicina (Fotoensayo)
Tal vez nunca hubieran imaginado que serían artistas y menos a estas alturas después de dedicar sus vidas a la educación, a la costura y a la cocina. Ahora, la pintura, los pinceles y las espátulas se han convertido en la medicina perfecta para estas siete mujeres que conviven en el Hogar Abuelo Ayi y como preámbulo al Día de las Madres presentaron su primera exposición artística.
Gladys, María, Lillian, Isadora, Adelina, Sara y Elena son las autoras de entre 75 y 94 años de edad del colectivo que el pasado miércoles inauguró su 'Primera Exposición de Madres Artistas' con 13 piezas que exaltan el mes de las flores y la libertad con flores y representaciones abstractas elaboradas con técnicas de acuarela y acrílico.
Aunque anteriormente habían cursado talleres de manualidades, no fue hasta poco después de la llegada de Elena que el colectivo comenzó con los talleres creativos de pintura que cada miércoles les ofrece su hija retirada y ex profesora universitaria de Biología Mayra Rivera Negrón.
Desde entonces, han utilizado las obra de arte del colectivo para darle vida al Hogar.
'El último proyecto que hicimos fue el Día de la Amistad. Digo, el último proyecto que utilizamos para adornar el Hogar pero nosotras seguimos pintando todos los miércoles. Considerando que era mayo, el mes de las flores, pensamos en hacer piezas para una exposición que pudieran compartir todas con sus familiares', detalló Rivera Negrón, tras recordar que fue su madre, Elena, quien insistió en hacer una presentación formal de los trabajos de ella y sus colegas artistas.
Rivera Negrón reconoció que no ha sido tarea fácil. Sin embargo, aseguró que 'ha sido una experiencia preciosa. Más linda de lo que me imaginé, gratificante. Ellas están felices, agradecidas'.
Además apuntó que 'la concentración de muchas de ellas mejorado con los talleres. Todas tienen dolor, tristezas y se les olvida por las dos o tres horas, se les cambia la rutina, pintan y se les olvida todos los malestares. Están pendientes de cuando es el próximo taller aunque a veces algunas empiezan quejándose, se entusiasman y se concentran en su trabajo'.
Rivera Negrón destacó el caso de María, quien había perdido el interés por la pintura y por las cerámicas cuando comenzó a tener dificultad con las manos tras un caída. Desde el pasado octubre, la historia ha sido diferente.
'Parece que los talleres la despertaron. Cobró un entusiasmo tal, ahora está más alerta en todo desde que volvió a pintar. Un día estaba llorando porque no vine a dar el taller y pensó que no podía pintar. Bueno, se entusiasmó tanto que hizo cuatro obras para la exposición', dijo.
Durante la actividad en el Hogar que ubica en Cupey Alto, se les reconoció su desempeño y las obras que cada una realizó y la que trabajaron en colectivo. Además, compartieron entre seres queridos y celebraron el Día de las Madres.