La sicóloga laboral Brenda Manzano explicó a NotiCel que los patronos deben ofrecer ayuda a los empleados para que disfruten de una Navidad más amena en medio del sufrimiento emocional.

La Navidad es una época de alegría, acompañamiento y celebración de fiestas tradicionales. Sin embargo, ese no es el sentir en cada familia puertorriqueña ya sea porque durante la temporada falta un integrante, ha sufrido pérdidas económicas o atraviesan por situaciones complejas.

El aumento en el costo de vida, el incremento en la criminalidad, violencia de género y accidentes en las vías de tránsito, son solo algunas de las causas por las que muchos puertorriqueños pasarán esta temporada en duelo.

La sicóloga laboral Brenda Manzano explicó a NotiCel que estos aspectos se pueden traducir en fatiga laboral y aislamiento en las actividades navideñas del trabajo y la familia.

“Es sumamente normal (el duelo) en esta época. Pienso que, de cierta manera, el desconocimiento en muchas ocasiones en el área laboral nos lleva a pensar que la gente tiene un problema de actitud o de comportamiento sin entender que puede estar pasando por un duelo en una temporada de Navidad", explicó Manzano.

"Es más normal de lo que pensamos porque no solamente las personas están pasando un duelo de una pérdida física de un ser querido, a veces las personas están pasando un duelo por una separación del trabajo y ves como en una fiesta de Navidad no conectan, no sienten que pertenecen a ese lugar. Es sumamente común”, añadió.

Como sicóloga laboral, Manzano explicó que siempre le solicita a las empresas que estén atentos al comportamiento de sus empleados porque una acción poco usual puede significar que tiene alguna situación latente que tiene que resolver.

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“En esta época de Navidad, siempre invito a las empresas, a los líderes, a los supervisores, a que puedan conectar con sus equipos de trabajo sobre todo con estas personas que las ves distantes, que no quieren participar del día de vamos a ponernos pijamas, por ejemplo, que no quieren ir a las fiestas, no quieren participar del intercambio de regalos. Debemos preguntarnos; ¿será que esta persona está pasando por algún proceso de duelo en el cual nosotros no hemos identificad? ¿No hemos abundado o no conocemos si hay algo más que pudiéramos hacer con ello?”, cuestionó.

Manzano destacó que la inflación ha apretado el bolsillo del consumidor puertorriqueño en los pasados años y hasta el gesto de no poder comprar los regalos de Navidad, puede desatar tristeza profunda, incomodidad y estrés.

En Puerto Rico para el 2019 la Línea PAS recibió 170,000 llamadas de puertorriqueños necesitando apoyo emocional y mental. En el 2020 incrementaron a 922,000. Eso ha levantando una alerta a diferentes organizaciones de salud mental sobre la necesidad apremiante que permanece en la isla desde el huracán María de 2017 y la pandemia.

Para el 2023, la Línea PAS recibió 367,606 llamadas y 10,163 mensajes buscando un alivio a problemas.

“Imagínate una familia que en esta época de Navidad que siempre había podido comprarle a sus hijos los regalos que ellos querían o a sus seres queridos y por el costo de vida estar más elevado no pueden. Tal vez tiene un trabajo nuevo o no recibió el bono de Navidad y eso logra tener un impacto en la salud emocional de esta persona que se había preparado para tener una Navidad feliz”, explicó.

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“Todo eso incurre en que me siento mal, tengo un alto nivel de ansiedad, mucho estrés, me cuestiono cómo lo voy a hacer, si compro este regalo o pago la luz o no salgo en toda la Navidad porque no tengo dinero", apuntó.

La presión económica en esta temporada puede desencadenar también en bajo desempeño laboral y comportamientos poco apropiados como por ejemplo coraje, frustración y hasta un deficiente servicio.

“Puede desencadenar muchas cosas que puede resultar en estrés, depresión por no saber cómo manejar un duelo. Así que, en muchas ocasiones se hace más difícil la búsqueda de apoyo, de recibir la ayuda que necesitas. Por lo tanto, el primer error que cometemos es no reconocerlo porque a veces trabajamos, trabajamos, trabajamos y no nos damos el espacio de pasar el duelo porque tenemos que ir a trabajar, seguir con nuestra vida personal, no me doy el espacio de reconocer que tengo una situación que tengo que trabajar y añádele que estamos todo el tiempo bombardeados de las redes sociales de compararnos con todo el mundo”, advirtió Manzano.

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La clave para aportar como patrono a un mejor estado emocional del empleado, según la sicóloga laboral, es validar emociones y respetando el espacio que ha solicitado, además de ofrecer unas herramientas para alivianar la carga.

"Es importante respetar también si la persona no quiere ser parte de cualquiera de las actividades, orientar y canalizar la ayuda con profesionales en la salud mental para que maneje el duelo de manera más efectiva. Es muy importante que esa persona se sienta validada, escuchada y que se le respeten su proceso de duelo", concluyó.

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