Boricua cumple su sueño de donar su cuerpo a la ciencia
En los pasados cinco años la Junta de Donaciones en Puerto Rico, recibió 361 cuerpos en total.
Una madre puertorriqueña, Cynthia Aguela, ha decidido romper con las tradiciones culturales y tabúes, con la intención de aportar a los experimentos científicos, donando su cuerpo.
Desde su etapa de preadolescencia, esta toabajeña de 58 años siempre sintió una fascinación con los experimentos científicos y los descubrimientos que se podían lograr si estaba inmersa en ese mundo.
“Yo me inclinaba a estudiar medicina forense pero no tuve el apoyo de mi familia. Yo crecí prácticamente sola, pero siempre he tenido la inquietud de donar el cuerpo”, expresó en entrevista con NotiCel.
Para lograr adquirir la solicitud de donación, Aguela contó que fue cuesta arriba ya que en las agencias gubernamentales no sabían de dichos procesos o preferían no hablar del tema.
“Iba al CESCO , preguntaba y no sabían. A los médicos le preguntaba y tampoco, hasta que vi por internet que escaseaban los donantes de cuerpos y ahí pude conectarme con la Escuela de Medicina de la UPR y me enviaron los papeles”, contó.
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Precisamente, para el mes de marzo, la Junta de Donaciones Anatómicas del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR hizo un llamado a la ciudadanía a la donación de cuerpos humanos ya que son esenciales para la formación de la futura generación de profesionales de la salud del país.
La presidenta de la Junta de Donaciones, Dra. Nivia Pérez Acevedo, indicó que a través del estudio anatómico de cada cuerpo que es donado, cada año alrededor de 420 estudiantes y profesionales de la salud reciben adiestramiento, enseñanza y la oportunidad de realizar investigaciones médicas.
Los cuerpos donados a la Junta son usados en los programas de medicina, medicina dental, terapia física y ocupacional, en programas de maestría y doctorado en anatomía, medicina deportiva y de rehabilitación, podiatría, neumología, obstetricia/ginecología y en adiestramientos e investigaciones en residencias médicas con énfasis en procedimientos quirúrgicos y anatómicos, entre otras.
A pesar de su importancia para la enseñanza, la cantidad de donaciones se ha reducido y en los pasados cinco años la Junta recibió 361 cuerpos en total.
De esa cantidad, la mitad fueron donantes en vida, el 24% fueron cuerpos no reclamados del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), el 15% fueron donados por familiares del fallecido y el 11% de hospitales. No hubo donaciones procedentes de hogares de adultos mayores.
A preguntas de NotiCel, Cynthia mencionó que su forma de ver la vida y sus decisiones siempre han roto con las tradiciones.
Adjudicó esa valentía a que vivió en un hogar desventajado, donde aprendió a sobrevivir y a no tenerle miedo a nada.
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“Crecí en una familia pobre, siempre estuve sola y soy sobreviviente de la pobreza. Yo maduré a temprana edad y siempre supe que no era de allí. Eso me generó una fuerza que yo no le tengo miedo a nada”, aseveró.
La boricua, que también es donante de órganos, hizo la salvedad que está en perfecta salud y que no buscó la autorización por causas terminales, sino para cumplir su sueño en vida.
Tanto su esposo, como sus hijos y familiares cercanos conocen los anhelos de Cynthia y ahora ella se dispone a correr la voz a sus allegados para que se unan a la donación de cuerpos.
“Yo quiero convencer a las personas cercanas a mí. Mi pie forzao’ es que no le dejen deudas a tus familiares, somos energía y la energía se transforma. Así que, trataré de convencer a unos cuántos”, dijo entre risas.
El documento que le fue entregado por el Recinto de Ciencias Médicas, cuenta con cuatro páginas donde solicitan la información del donante y la autorización para la utilización del cuerpo por un periodo de dos años.
También, se autorizan a dos familiares a recibir el cuerpo luego del término estipulado, así como también establece que el donador puede revocar la autorización en cualquier momento.
“Yo me siento diferente, yo soy diferente…y estoy feliz con la decisión”, concluyó.
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