Tras la llegada del covid-19 la socialización ha disminuido y las personas tienden a refugiarse en las plataformas digitales.

El psiquiatra Víctor A. Toraño González, de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), planteó que hay una tendencia en acudir a las redes sociales como método de desahogo, en momentos en que se cobran notoriedad casos de alegadas intentonas de atentados.

El doctor, quien es asesor de la Administración Auxiliar de Tratamiento de ASSMCA, señaló que un poco antes de que llegara el covid-19, y el día a día se convirtiera en una realidad virtual, las personas comenzaron a implementar las redes sociales más en sus situaciones personales. Esta transición se agudizó con la llegada de la pandemia en el 2020.

“Aunque antes de la pandemia ya veníamos encaminados a participar más en las redes y dejarnos llevar por personas que tienen una serie de seguidores, que influyen en lo que las personas hacen, definitivamente la pandemia hizo que eso aumentara. Lamentablemente, al estar remoto, disminuyó la socialización y necesitamos socializar para poder aprender a compartir con otras personas y a expresar frustraciones”, planteó Toraño González.

El doctor abundó sobre cómo se transmiten las frustraciones actualmente, ya que en vez de compartir esos sentimientos con un amigo o algún cercano, las personas acuden a las redes sociales a desahogarse. Asimismo, Toraño González señaló que, en ocasiones, estas expresiones “sin filtro” pueden resultar en consecuencias que podrían afectar a corto o largo plazo.

Como parte de los planteamientos, el psiquiatra dejó claro que todas las personas tienen frustraciones y pueden molestarse, “el truco” está en saber hasta qué nivel llegan esas frustraciones y cómo se transmiten. Por esta razón, expresó que son conductas que, posiblemente, vienen desde la niñez, y “son un reflejo de otras cosas que llevaron a la persona a ese punto de frustración". Cada persona debe buscar qué actividades les ayudan a liberar sus frustraciones de manera sana.

“Si entendemos que la manera en que estamos expresando nuestras frustraciones y el coraje es de una forma inapropiada, contra sí mismo u otras personas, definitivamente, existe ayuda. Hay situaciones que ameritan tener coraje, pero nunca al punto de amenazar a otras personas ni hacerse daño uno mismo. Existen condiciones de salud mental que pudieran estar presentes en la vida de la persona y una identificación temprana le va a ahorrar muchos dolores de cabeza a esa persona”, puntualizó el psiquiatra.

La discusión del tema surge tras eventos que apelan a la violencia en la Isla, como el caso de estudiante en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez, que escribió en la red social Twitter que “Mayagüez explotará en cantos”. El rector del recinto, Agustín Rullán Toro, planteó que el tuit hacía alusión “al proceso de matrícula y a su descontento”. Pese a las expresiones del estudiante en la plataforma digital, resultó ser una falsa “amenaza”.

El doctor exhortó a las personas a que busquen ayuda en el momento que sientan la falta de un buen manejo de las frustraciones y coraje. En caso de necesitar apoyo emocional, puede llamar a la línea PAS de ASSMCA al 1(800)-981-0023.

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