El Departamento de la Familia, por ejemplo, lideró “Parrandas para mis Abuelos”, una iniciativa que lleva música navideña a los residentes en hogares de cuido.

En su última Orden Ejecutiva contra el COVID-19, la gobernadora Wanda Vázquez Garced prohibió las visitas de familiares a centros de cuido de personas mayores de edad y a las instituciones correccionales.

La determinación, que comenzó el 7 de diciembre y se extenderá hasta al menos hasta el 7 de enero de 2021, surgió a raíz del número elevado de contagios y muertes, que hasta la fecha continúan en ascenso con 1,423 fallecimientos entre confirmados y probables.

La situación ha creado cierta ansiedad y preocupación entre los residentes de cuido prolongado y sus familiares, lo que ha llevado a las agencias gubernamentales a buscar alternativas inmediatas y seguras.

“Con la Orden Ejecutiva y el ‘lockdown’, pues obviamente van a ver un poquito, no de quejas, sino que se sienten un poco ansiosos que no pueden ver sus familiares, pero estamos trabajando con eso, que por lo menos con la tecnología puedan verse”, expresó el secretario de la Familia, Orlando López Belmonte.

Familia, la Asociación de Cuidado de Larga Duración, así como la Asociación y la Federación de Alcaldes, crearon “Parrandas para mis Abuelos”, una iniciativa que lleva música navideña a los residentes en hogares de cuido.

Junto a las parrandas, entregan postales hechas por menores que están en adopción, así como equipo de primeros auxilios y mascarillas.

Las postales van a tono con la nueva campaña educativa y digital del Departamento de Salud, titulada “Transforma abrazos en palabras”. La iniciativa busca instar a la redacción a mano de cartas a familiares y amigos con el fin de demostrar cariño a la distancia y en cumplimiento con las restricciones por el COVID-19.

“La solidaridad requiere pensar no tan sólo en uno mismo, sino en el bien común. Guardando el distanciamiento físico, utilizando estrategias creativas para mantenernos en comunicación, darnos tiempo para sanar las pérdidas, cuidar de nuestra propia salud mental y recordar que esto es temporero”, expresó la doctora en psicología Nayda Román Vázquez en la comunicación de Salud.

Del lado de Familia, la agencia también coordinó talleres de salud emocional para los residentes y cuidadores en estos hogares.

“Es cuestión de llevarles un poco de alegría y que puedan aligerar esa carga porque estamos viendo luz al final del túnel con esa vacuna”, señaló López Belmonte.

En el caso del Departamento de Corrección y Rehabilitación, las visitas también continúan canceladas.

En el poco tiempo en que se permitieron visitas en los centros correccionales, las áreas designadas de todas las instituciones fueron rediseñadas para incluir paneles acrílicos y divisores.

Sumado a eso, se incorporaron las medidas que predominan en comercios, como la desinfección de manos y del área entre visitas, además del uso compulsorio de mascarillas.

No obstante, también se redujo el tiempo de la visita a 30 minutos o menos y la cantidad de personas permitidas en el interior. También se prohibió el contacto físico entre visitantes y confinados.

De acuerdo a una Orden Administrativa de Corrección, cada confinado tenía derecho a dos visitas al mes.

En otras partes del mundo se han ideado iniciativas para que tanto envejecientes como confinados se sientan acompañados. En Italia, por ejemplo, voluntarios se unieron a una organización benéfica para llevar alegría a personas en cuido prolongado.

Los llamados “Nietos de Santa Claus” ha sido replicado en diferentes países y mediante diferentes formas. Otro proyecto similar es “Share Ami”, que conecta a estudiantes del francés con envejecientes en Francia, para que practiquen conversaciones.