Asistencia, comunión, la Paz y otros efectos del coronavirus en las prácticas religiosas
Las actividades de Semana Santa están en veremos.
Los feligreses católicos que acudieron hoy a sus misas dominicales encontraron una liturgía totalmente alterada por el coronavirus.
Una directriz emitida ayer por el Monseñor Roberto González Nieves, Arzobispo de San Juan, dicta un nuevo protocolo con cambios que, incluso, deja en ascuas las liturgías de Semana Santa que ya el papa Francisco determinó que, en su caso, las celebrará todas sin la presencia de fieles.
Entre las medidas están:
- No hay saludo de la Paz.
- Prohibida la comunión en boca.
- Mantener la asistencia a la mitad de la capacidad del templo para asegurar el debido espacio entre personas. Si no es posible, las misas deben ser al aire libre.
- Todos los fieles están eximidos del precepto dominical.
- No utilizar el acondicionador de aire porque “el virus no sobrevive en el calor”.
- Se retira el agua bendita de las pilas.
- Inclinarse ante las imágenes, en vez de tocarlas.
- Cuarentena de al menos 14 días para miembros del clero o empleados con síntomas o sospecha de infección.
- Las personas de mayor edad o con condiciones que los hagan vulnerables a enfermedades no deben asistir.
- Reducir el tiempo de las canciones y homilías.
- El lunes se enviarán por internet oraciones preparadas para este periodo.
De otra parte, el reverendo Héctor F. Ortiz Vidal, obispo de la Iglesia Metodista de Puerto Rico (IMPR), decretó un receso en las funciones administrativas de la Oficina Conferencial y REHACE, brazo de santidad social de la IMPR, durante las próximas dos semanas. De igual manera, ordenó un cierre temporal de los 100 templos metodistas situados alrededor de la isla desde el 16 de marzo hasta el 1 de abril del año en curso.