“La endometriosis ha cambiado mi vida”, narra joven boricua que lucha por recuperar su salud
Pese a las inmensas dificultades que ha enfrentado desde que fue diagnosticada, Mírtea Díaz Díaz, de 29 años, busca crear conciencia sobre su enfermedad y levantar fondos para costear los gastos por sus intervenciones quirúrgicas.
A sus tiernos 15 años, Mírtea Díaz Díaz comenzó a sufrir dolores abdominales que fueron subestimados por los médicos.
Sin recibir un diagnóstico, su calidad de vida fue deteriorándose y la incertidumbre por su situación se aclaró al cumplir los 20 años, cuando confirmaron finalmente que la causa de sus suplicios era la condición conocida como endometriosis.
“Antes yo era una mujer que no le tenía miedo a viajar o a vivir, y ahora, desde que me dio la torsión intestinal, me da miedo salir del área donde están mis doctores porque no tendría doctores que conozcan mi condición”, contó Díaz Díaz, de ahora 29 años, en entrevista telefónica con NotiCel.
Aunque actualmente vive en Florida, la joven natural de San Juan está en proceso de regresar a Puerto Rico para mantenerse cerca de su familia y pareja, a quienes contempla como su más grande apoyo emocional.
Díaz Díaz es paciente de endometriosis en etapa 4 y, debido a los dolores, tuvo que solicitar una licencia por discapacidad a corto plazo en su trabajo.
Sin embargo, tanto su jefe como compañeros la tienen presente.
Historia relacionada: "Me mataron a mi hija", dijo la madre de paciente que murió luego de estar en el Hospital Panamericano
“Esta condición no me ha afectado solo a mí, sino a mi pareja y a mi familia, quienes tienen que verme sufriendo, llorando y siendo dependiente. La endometriosis ha cambiado mi vida y ha limitado muchísimo mis planes”, relató.
La endometriosis crece como un tejido similar a la mucosa interior del útero, eliminando la posibilidad de embarazo en las mujeres que la padecen y causando un dolor intenso en la pelvis. En su caso particular, la enfermedad se ha regado por otras partes de su cuerpo hasta afectar su sistema nervioso, provocando inflamación en la ciática y otras áreas primordiales.
Cuando no tiene otra opción que asistir a un nuevo hospital, el mayor obstáculo para Mírtea, y el más irónico, son los mismos especialistas que cuestionan su condición y hasta le niegan medicamentos esenciales para calmar sus insufribles dolores.
“Ir al hospital en lugares donde no me conocen significa explicar mi condición y rogar que el doctor que me toque crea que realmente estoy sufriendo (...) Muchas veces no me creen y me dan medicamentos que no me hacen nada, y me voy con el mismo dolor con el que entré”, reveló la paciente.
Historia relacionada: Paciente con linfedema necesita recaudar fondos para continuar su tratamiento
“A veces uno siente culpabilidad por tener que ir al hospital, y siento miedo de que piensen que estoy mintiendo. Ha llegado el punto que tengo una carpeta preparada con mis datos médicos y fotos de mis operaciones, y las notas médicas como evidencia”, abundó.
Para aliviar la inmensa deuda médica que acarrea por las múltiples operaciones a las que se ha sometido, su tío obtuvo un préstamo que Mírtea intenta pagar mensualmente, en grandes cantidades. Aunque ha recibido ayuda, la meta para seguir luchando y recuperar su vida es persistente en su grupo de apoyo y en su corazón.
Incluso, ha tenido que vender sus pertenencias y está próxima a entregar su vehículo para reducir gastos. Por eso, a través de ATH Móvil y Venmo, al (787) 408-7188, puedes aportar un granito de arena que aumente las esperanzas de una vida saludable para Mírtea.
También puedes donar por Zelle al (939) 408-7242 o por PayPal, a través de la identificación 'MirteaDiaz'.
“Una donación me ayudaría a volver a recuperar mi vida, mi estabilidad mental y mi salud. Pedir ayuda no es fácil, pero ver cómo las personas se han conmovido con mi historia y no me juzgan, me llena el corazón y me da esperanza de poder seguir creando conciencia y ayudando a más mujeres con esta condición”, precisó a NotiCel.