Hablamos con el sacerdote en medio de la Semana Mayor, sobre los retos de la iglesia y las controversias actuales en Puerto Rico.

Orlando Pérez Lugo nació en San Juan y se crió en Carolina. Nunca en su niñez expresó intención de ser sacerdote. Sus dotes eran claros. Era un estudiante tranquilo, creativo, con facilidad de comunicación.

Se formó entre colegios privados y escuelas públicas de la zona, y en Villa Fontana llegó a ser compañero de estudios de Jorge Pabón, El Molusco, a quien describe entonces como bien tranquilo, nada que ver con su personaje actual.

Cursó estudios en la Universidad de Sagrado Corazón, Periodismo, y a los 19 años ya trabajaba en la Revista Vea. A los 21, fue contratado por Univision y hacía su camino en la meterología.

Tenía novia, quería tener seis hijos y le iba muy bien, pero ya iba teniendo inquietudes. Era una especie de vacío interior que no sabía describir. Y su hermano le pagó un retiro espiritual, en la Casa Unidos por Cristo. Ahí encontró la respuesta.

Inició todos los procesos y recibió la carta de admisión al seminario. La llevó a Univisión, donde su jefe José Morales, quien creyó que era una renuncia para irse a otro canal de televisión.Cuando leyó la carta le dijo “yo no puedo pelear con Dios” y le dio un año de licencia para que se asegurara de que ser sacerdote era lo que quería para su vida. Lo más duro no fue dejar el trabajo, fue decirle adiós a su novia, un proceso en el que sufrió mucho. Pero ahí comenzó su aventura que cumple ya doce años. Y asegura que es el sacerdote más feliz.

Padre Orlando, el de la tele, ha asumido su sacerdocio de una manera tan comprometida que se ha resistido a aceptar el anonimato que en la iglesia se exige como señal de humildad y expresa sus opiniones cuando se le solicita.

Renunció a esos 6 hijos que quería como propios pero ganó otros miles en el camino, y a más de uno se vio en la necesidad de pagarle sus estudios para ayudar a sus padres. Lo dice sin abundar y casi por accidente, y aclara que no es el único que lo hace.

"Ideas prejuiciadas contra la iglesia"

Reconoce las críticas a la iglesia con humildad y se acomoda en la silla presto para explicarlas todas. No tiene miedo y vela cada oportunidad para derrotar lo que llama “ideas prejuiciadas contra la iglesia”.

Por su indumentaria de sacerdote hay gente que le ha gritado “pedófilo”. Lo lamenta pero ha decidido escoger sus batallas. Todas las denominaciones han sido señaladas por casos de pedofilia y él cree en la fiscalización del tema y en que se procesen tanto internamente - dentro de la iglesia- como fuera, en las estructuras civiles de ley y orden.

De hecho, Padre Orlando, quien es doctor en Derecho Canónico, es parte del Tribunal Eclesiástico en Puerto Rico, y en este momento, aseguró, no se investiga ningún caso.

Como parte de sus funciones, también está investigar casos de malversación en la iglesia, o en sus colegios. También atienden casos de nulidad de matrimonios, un proceso riguroso, al que no muchas parejas católicas acuden.

Padre Orlando no rehúye de la discusión política-legislativa que se ha suscitado recientemente en cuanto al proyecto del Senado que restringe el aborto. Naturalmente no cree en el aborto. En ningún momento y en ninguna circunstancia, ni siquiera por violación. Cree que el tema ha sido mal justificado por el derecho a la intimidad y que no se tiene libertad sobre un cuerpo que fue creado por Dios.

El aborto, dijo, es matar, y fomenta el machismo y el patriarcado. Ha creado, dijo, una generación de mujeres muy heridas que puede constatar a través de la confesión. Criticó que el estado acepte el aborto pero que no provea las herramientas para manejar las heridas que quedan luego del proceso. También que mucha gente decida callar su opinión provida por miedo al qué dirán.

Cree en la educación sexual, o el resultado será una generación de niños educados por YouTube. Pero pide que esa educación no se limite a hablar de prevención, condón y pastillas anticonceptivas. Es necesario que se hable también de abstinencia. Lamenta que “defendemos los tinglares pero no la vida humana”.

Sobre el caso de la destitución del obispo de Arecibo, Daniel Fernández Torres, dijo que moralmente no puede hablar de ello porque desconoce todos los elementos, además de que públicamente ha sostenido diferencias con él.

Dijo que esos procesos son irreversibles, finales y firmes, y que los procesos de la Santa Sede no son tomados a la ligera.

Charlie: el musical

Padre Orlando se estrena como dramaturgo y libretista, con Charlie: El Musical, el 29 y e 30 de abril en el Centro de Bellas Artes de Caguas.

Surgió como un proyecto personal para proponer una figura modélica en estos días. Siempre había querido escribir musicales y hacer teatro.

Así llegó a la figura de Charlie, el beato. Identificó a un actor, Christian Laguna, y a un director, Alejando Primero, y está evidentemente emocionado con este gran proyecto que expondrá al beato como un profesor revolucionario, teólogo y liturgo.

En ese musical hay un gran elenco que además de Laguna, trae a Herman O’Neill, Carlos Vega y el estreno de Cyd Marie Fleming, otro reclutamiento audaz que logró por su pasión por los retos y porque las funciones son a beneficio de las fundaciones Raúl García Rinaldi, la Asociación Americana Contra el Cáncer, y Cáritas. Los boletos se adquieren a través de ticketera.com

“Vamos a explotar ese escenario”, sentenció el Padre Orlando.

No se sabe cuál es el próximo paso en el camino de este joven sacerdote, pero se percibe que desde ya tiene otros proyectos que darán de qué hablar.

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