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¿Por qué son importantes los baños inclusivos?

Te contamos las ventajas de este tipo de espacio, que ya son comunes en varias universidades del país, aunque sigue habiendo resistencia.

Un cartel que anuncia baños inclusivos.
Foto: Redes

Los baños inclusivos, que ya están en funcionamiento en varias instituciones universitarias del país, son importantes no solo porque atienden un tema de equidad, sino porque abren un espacio para solucionar diversas situaciones, en las que pocos se fijan.

De acuerdo con la "Guía de diseño de baños inclusivos", de la estadounidense Heidi Neumueller, los baños inclusivos son relevantes debido a que son "un compromiso con la pluralidad" y responden a la necesidad de ser "socialmente responsable".

Sin embargo, estos espacios abarcan mucho más que evitar la discriminación con la comunidad trans.

En principio, y según Neumueller, validan la dignidad y los derechos de todas las personas que los utilizan.

Pero también evitan problemas de salud: "Las restricciones para el acceso a los baños puede hacer que algunos empleados eviten usarlos mientras están en el trabajo, lo que puede provocar lesiones o enfermedades físicas potencialmente graves".

Igualmente, estos espacios "ayudan a comunicar los valores de la cultura corporativa, así como a atraer y retener a los jóvenes talentos".

Al respecto, la experta afirma que "la mayor parte de los empleados que pertenecen a las nuevas generaciones creen que los baños de género neutro deberían ser la norma. Una encuesta reciente reveló que más del 86% de los candidatos de esta franja etaria afirman que la diversidad en el lugar de trabajo es un factor importante en su decisión de aceptar un nuevo empleo".

A la lista de beneficios también se cuenta que los baños inclusivos "mejoran el compromiso y la lealtad de los empleados. Cuando las personas se sienten valoradas por lo que son y por lo que pueden dar, aumenta el sentido de pertenencia y el compromiso".

Asimismo, eleva la reputación de la compañía, ya que "en una época en la que se le da una gran importancia a la cultura organizacional, ser reconocida como una empresa inclusiva y socialmente responsable mejora la imagen interna y externa".

Respecto del aspecto estructural, la especialista señala que hay soluciones para un solo usuario (un inodoro y un lavabo cerrados y con la señalización adecuada), para puestos múltiples (espacios privados de múltiples compartimientos individuales, con un inodoro junto con un área de lavabos común) e híbridas (espacios de ocupación única o múltiple junto con baños separados por género, ya sea dentro del mismo núcleo sanitario o en las proximidades).

En cuanto a los carteles que anuncian el baño, Neumueller sostiene que son "fundamentales", pero "se recomienda evitar los tradicionales iconos de discapacidad, de hombre/mujer o alguna combinación de ambos. El objetivo es soslayar las etiquetas y, en su lugar, mostrar el tipo de servicio que ofrece el espacio junto con la indicación de que está disponible para todos".

Algunos ejemplos: "Personas trans bienvenidas" y "Sanitario incluyente", así como "Toda persona puede usar este baño sin importar identidad y expresión de género".

Los baños inclusivos son ya usados en la Universidad de Puerto Rico (UPR) desde 2019 y en otras instituciones educativas del país, aunque sigue habiendo resistencia, como la de la representante Lisie Burgos (Proyecto Dignidad), que presentó el proyecto de la Cámara 1740, para prohibir a agencias y dependencias del gobierno establecer baños múltiples inclusivos, mixtos o neutros.