Al parecer, el comer de más ya no es culpa de tu fuerza de voluntad sino de la manera en que se construyó el espacio que habitas. Así lo explica un nuevo estudio en el que se encontró que el diseño de tu hogar puede afectar la cantidad de comida que consumes.

Según la prensa estadounidense, el estudio involucró a 57 estudiantes universitarios y fue dirigido por la profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame, Kim Rollings.

Como parte del estudio, Rolligs se dedicó a analizar los hábitos alimenticios de los estudiantes de acuerdo al diseño en el que vivían, colocando paredes movibles y viéndolos comer en un bufé.

Según los primeros hallazgos reportados, los estudiantes que se encontraban en el espacio abierto consumieron un promedio de 170 calorías más que aquellos que estaban en el espacio cerrado.

'Aunque se necesitan más investigaciones, los resultados de nuestro estudio sugieren que la apertura del espacio, entre muchos otros factores, puede afectar cuánto comemos', dijo la profesora. 'Comer en una cocina con un 'concepto abierto', con mayor visibilidad y conveniencia de acceso a los alimentos, enciende una reacción en cadena. Somos más propensos a dirigirnos hacia la comida con más frecuencia, servirnos y comer más'.

Rollings dijo que, para mantener el peso bajo control, es necesario servir los alimentos en una cocina cerrada.