El 'perfecto' en reválida de Derecho apuesta a Puerto Rico (vídeo)
Desde el primer día que pisó el salón de clases de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Ismael Velez de la Rosa empezó a estudiar para la reválida de Derecho. Dice el joven que atendiendo a las clases, tomando notas, participando activamente de los debates, leyendo todos los casos, estudiándolos al dedillo, esos dos años y medio que le tomó completar su Juris Doctor sirvieron de base para los maratónicos dos días de evaluación.
A sus 25 años, el joven carga con un arsenal de logros. El más reciente es su certificado como la nota más alta de la pasada reválida de Derecho en un año en que solo 33% de los participantes lograron su título de licenciado.
También fue la nota más alta en su momento de la reválida para contadores públicos autorizados, fue seleccionado vicepresidente mundial de la Asociación Internacional de Estudiantes de Derecho, y se graduó Summa Cum Laude de su bachillerato en Contabilidad de la Universidad de Puerto Rico y de su JurisDoctor en derecho de la Interamericana.
En aras de combinar sus dos grandes pasiones, las leyes y la contabilidad, el área que más lo llama actualmente es el derecho tributario. 'Todos tenemos que llenar planillas, puedo ayudar a las personas', sonríe. Es contador público autorizado y hasta el momento ha ejercido como tal en la empresa privada. Ahora, comienza a trabajar en una firma como CPA en un área de la empresa que dialoga con el derecho.
A largo plazo, se visualiza trabajando por su cuenta, de forma que pueda seguir combinando ambas profesiones. Igual, quiere transitar diferentes ramas del Derecho, admite, siempre con el ímpetu de ayudar a los demás.
'Uno no puede perder de perspectiva que al final del día somos seres humanos y estamos trabajando con seres humanos que tienen una vida, que tienen una historia. Yo espero poder llevar eso a los tribunales', afirma.
Vélez de la Rosa ha dedicado su vida al estudio. En numerosas ocasiones, ha sustituido las citas nocturnas en las barras universitarias con los libros de texto, las escapadas a la playa con la lectura de un caso, ha moderado su tiempo de ocio, con una que otra salida al cine o un compartir familiar. En los meses previos a la reválida, nunca se saltó sus períodos de cuatro horas de estudio y logró repasar en tres rondas las casi 200 páginas de teoría por cada una de las 13 materias que evalúan en el extenso examen.
'La educación es bien importante, todos los jóvenes deberían pensar así. Con la educación crecemos como seres humanos, siempre hay algo nuevo que aprender… Es clave, no importa lo que pase. Quizás uno puede perder un trabajo pero la educación no te la pueden quitar. Lo veo como una herramienta. Me gusta mucho aprender, leer, aportar a las discusiones', comparte.
Es de sonrisa ancha, constante. Cuando habla encoge un poco los hombros. Tiene cicatrices en las cuerdas vocales por lo que su voz suena ronca, una voz que a veces pierde. Es uno de los retos que piensa que enfrentará en su ejercicio de la abogacía ante los tribunales. Perder la voz. Pero es 'una limitación' que no ha permitido que nuble sus metas.
Desde pequeño, soñaba con ser abogado. Sentía la necesidad de impedir que se cometieran injusticias. Para el joven, el abogado ejerce una función 'fundamental' en la sociedad auxiliando a quienes desconocen sus derechos a atravesar procesos difíciles. Además, en lo personal, lo nutre estar en contacto con la vida cotidiana, involucrado con las vicisitudes grandes o pequeñas que componen el diario vivir.
Creció en Barceloneta –sus primeros cuatro años los vivió en el pueblo, el resto en el campo–, como un niño inquieto, juguetón, formado con la presencia constante de sus progenitores. De su padre, aprendió la ética de trabajo; laboraba largas jornadas diarias en su oficina, donde asistía a negocios en el área de contabilidad. De su madre, el interés por ayudar a quienes lo necesitan; era servidora pública en la Oficina de Ayuda al Ciudadano.
A su corta edad, ya ha representado a Puerto Rico en congresos internacionales en Praga, República Checa; en Dubai, Emiratos Árabes; y en Pekín, China. Ha cursado estudios en la Universidad de Oxford de Inglaterra, en Nueva York. La semana que viene parte a República Dominicana a impartir una conferencia sobre el status político de Puerto Rico. A la vez que lo ha hecho interesarse por el derecho internacional, ese encuentro con otras culturas también le abrió los ojos a otras realidades a la vez que derrumbó prejuicios.
'En Dubai tuve la oportunidad de conocer muchas personas de Pakistán, Afganistán, Arabia Saudita. Con ellos he mantenido el contacto a través de las redes sociales. Me han contado de los niños que mueren, los que no pueden ir a la escuela, el derecho de las mujeres que está tan atrasado… Lo más que me ha marcado es conocerlos a ellos. Muchas veces pensamos en una persona musulmana y rápido pensamos negativo, y mi experiencia ha sido lo contrario', observa.
Precisamente ahí es que cree que late la justicia, en ese encontrarse con el otro y verlo como igual. Dice ser fiel creyente en la equidad, en la igualdad, y en aceptar a todas las personas sin importar las diferencias de raza, etnia, género.
Admira a la abogada Mayra López Mulero por la firmeza con que defiende sus posturas en el tribunal y aplaude la gestión del licenciado Mario Moczó en su defensa del 'Manco' en el caso del asesinato del niño Lorenzo. Cree que excarcelarán a los tres hombres convictos por el asesinato de Glorimar Pérez, luego de que las pruebas de ADN los excluyeran de la escena del crimen; incluso, se admite contento porque esta iniciativa pueda ayudar en el futuro a personas inocentes.
Es discípulo de la doctora Esther Vicente, de quien fue asistente de cátedra, y del licenciado Julio Fontanet, decano de la Facultad de Derecho y fundador del Proyecto Inocencia, a quien considera un ejemplo de entrega dentro y fuera del salón de clases. Comprende la desconfianza de la ciudadanía en el sistema de justicia pero exhorta también a valorar los buenos jueces y los momentos en que se ha hecho justicia.
'No podemos tener una desconfianza total en la rama… que siga mejorando. Siendo un abogado honesto y dando lo mejor de sí en los tribunales, uno puede ser parte de eso', a eso se compromete.