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Vida

Una historia que desafía y normaliza los pronósticos del autismo

Ángel Gael Torres Nazario tiene 7 años y ha luchado contra su diagnóstico de autismo por cinco años. Y en esa valiente batalla que ha llevado junto a mamá y papá ha salido victorioso.

Hoy ya no queda nada de ese bebé de casi dos añitos que dejó de balbucear y establecer contacto visual con sus padres, luego de sus 12 meses. Sus papás afrontaron con fortaleza ese diagnóstico y, gracias a ello, Ángel Gael hoy cursa el segundo grado con notas sobresalientes, es deportista,se ha ganado el cariño de sus maestros,socializa sin ningún problema y organiza fiestas para sus amigos en casa, en menos de 24 horas. Por eso, antes que culmine el mes del autismo, esta es una historia digna de contar.

Ángel Gael nació en término después de un extenso parto, pesó siete libras y media y fue lactado. Es el tercer hijo y único varón de Ángel Torres, el orgulloso padre que compartió su historia de superación y lucha.

'Siempre quise que mi papá tuviera un nieto varón para que llevara su apellido, él falleció hace un tiempo, así que cuando mi esposa me dice que iba a ser papá y que iba a ser varón después de 16 años de mi última hija, lloré como un niño pequeño', cuenta Ángel.

Hasta el primer año, Ángel Gael se desarrolló perfectamente, caminaba y se comunicaba de acuerdo a su edad. Sin embargo, un día, una de sus hermanas mayores notó que ya no establecía contacto visual como antes y dejó de balbucear.

'Cuando mi hija me lo dice, hasta me molesté. Pero lo seguimos observando y en un viaje a Florida, el nene dejó de caminar y empezó a quejarse de dolor. Regresamos a Puerto Rico para atenderlo y acá lo diagnosticaron con eritema nodoso, una condición que afectó sus articulaciones. Le dio artritis en las rodillas y caderas y lo empezamos a tratar. Hubo un retroceso, dejó de caminar y de hablar. Empezamos a tratarle la artritis y comenzó a caminar siete meses después, cuando le dieron de alta del reumatólogo', recordó.

Aunque el niño ya estaba recuperado de esa dolencia, los padres continuaban procupados, ya que seguía sin hablar y sin hacer algunas actividades que hacía antes. Sin embargo, decidieron darle hasta los dos añitos para ver si aumentaba su vocabulario. Al ver que no hubo progreso, contactaron a una sicóloga que se especializa en niños con autismo y les dio el diagnóstico, la doctora Mayra Martínez.

'Lo curioso es que esto ocurre justo después de las vacunas del año y los médicos se resisten a esto. Los padres que hemos conocido en este tiempo, por lo general, nos comentan lo mismo: sus niños comenzaron a mostrar rasgos de autismo después de esa vacuna', apuntó.

Tan pronto recibieron el diagnóstico, los papás de Ángel Gael decidieron darle de frente al asunto y comenzaron a orientarse. Un día, mientras papá llevaba al niño al dentista, le comentó que recién lo habían diagnosticado y la doctora lo contactó con Marimil Padilla, una mamá que había tenido avances increíbles con su hijo, hoy de 17 años.

Ángel nunca la ha visto en persona. Pero Marimil lo tuvo al teléfono por dos horas corridas, dando sus consejos. Desde entonces, comenzaron las gestiones por echar a su niño hacia delante y han dado pasos agigantados.

Entre sus recomendaciones estaban las terapias con delfines, modificación de dieta, terapias y mucho apoyo y amor. Ángel no lo dudó en ningún momento.

'No nos sentamos a esperar por el Departamento de Salud ni de Educación, empezamos a hacerlo de manera privada. Mi esposa buscaba todo tipo de información en el Internet, porque Marimil lo llevó a Isla Margarita y hasta a Rusia, pero nosotros no podíamos darnos ese lujo. Así que dimos con Debbie Torrellas, ella es dueña de un negocio que se llama ‘Float Aqua Wellness Center', que utiliza el agua para dar yoga, y distintas terapias. Recibió terapia craneosacral y viajamos a Tórtola para terapias con delfines. Recibió terapia del habla, ocupacional, física… y poco a poco empezamos a ver cambios positivos en el nene', narra emocionado.

En este periodo, Ángel Gael ingresó a una escuela para niños con autismo en Barceloneta y logró adaptarse y servir de guía a otros niños. Cuando llegó a sus cuatro años no sabían dónde colocarlo y la sicóloga y la especialista les aconsejaron colocarlo en corriente regular. El niño comenzó en una escuela regular y ya va para tercer grado con notas sobresalientes.

'Es un niño extremadamente amoroso, un ángel. Nos da ejemplos de superación todo el tiempo. Mi consejo para los padres es que no entren en negaciones. Lo más importante es aceptarlo; si no lo aceptas, no vas a poder ayudar a ese niño. Den la batalla, si no tienen los recursos, den fuerte esa batalla, que las ayudas las hay, pero hay que pelearlas', concluyó.

Ángel Gael (Sumistrada)
Foto: