Pablo Durán es uno de los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, identificado con un nombre ficticio para proteger su identidad. Para el, tocar un instrumento al nivel que exige una agrupación profesional como la suya equivale al entrenamiento de un deportista. 'Solo que yo toco sentado, pero el esfuerzo cardiovascular, la concentración que requiere, sería equivalente a estar en una cancha de baloncesto o un campo de beisbol', dijo.

Sin embargo, su horario de trabajo comienza a las 6:30 p.m., luego de todo un día de trabajo intelectual, ensayo y búsqueda. 'A las 6:30, que es cuando tú debieras estar en la mesa cenando para luego descansar para el próximo día, ahí es que empieza el trabajo de los músicos de la Sinfónica', objetó.

Los instrumentistas de viento soplan y el metal choca contra sus rotros, los de cuerda agarran su instrumento y someten el brazo al movimiento constante durante más de una hora. Para Pablo, la experiencia resulta agotadora, y ya a las 8 de la noche se le hace físicamente imposible conectar con su instrumento con toda la concentración y resistencia que merece.

Debido al agotamiento físico e intelectual con que llegan los músicos en las tardes a sus ensayos en la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico - uno de los principales valuartes culturales del país, que a finales del año pasado batió récords de audiencia con su presentación de la banda sonora de Star Wars -, la mayoría de sus integrantes opinaron que se debe efectuar un cambio en el horario de ensayo.

Pablo Durán es uno de los miembros de la Unión American Federations of Musicians Local 555, que agrupa a la totalidad de los músicos de la Sinfónica y votó a favor de que se efectuara un cambio en los horarios de ensayo de la Orquesta. Esto fue en una encuesta realizada en asamblea el pasado diciembre para auscultar el sentir de los unionados respecto a ese asunto y, según fuentes extraoficiales, cerca de un 68% de los unionados se manifestaron a favor de un cambio.

Para Carlos Rivera – otros de los músicos de la Orquesta Sinfónica, también identificado con un nombre ficticio para proteger su identidad -, las pasadas administraciones de la Corporación de Artes Musicales, bajo la cual se rige la Sinfónica, han mostrado 'ineptitud' en su labor, sumado a una cierta dejadez en la Junta de la Unión que ha impedido tomar cartas en el asunto.

Según los músicos, la Junta de la Unión se ampara en el hecho de que muchos de los músicos de la Sinfónica poseen horarios diurnos que les impiden ensayar más temprano. Pablo incluso añade que existe un miedo de que puedan ser demandados por confligir con ese otro trabajo de sus unionados.

Miguel Rivera Trinidad, presidente de la Junta de la Unión, constató que en efecto la mayoría de los unionados se expresaron a favor de un cambio en el horario, pero a través de una encuesta, por lo que, al momento, rige el convenio colectivo de los músicos, que establece que los ensayos son en el horario nocturno actual. 'Tenemos un convenio colectivo y estas son condiciones de trabajo que para cambiarse habría que negociarlas', expresó Rivera Trinidad.

A su vez, el músico defendió la necesidad de muchos miembros de la Sinfónica de mantener otros trabajos, debido a la baja compensación que reciben como integrantes de la Orquesta más reconocida del país. 'A nosotros no nos pagan los instrumentos ni su mantenimiento– tengo varios y el más barato cuesta $5000 –, nos dan una aportación de $140 para el plan médico, tenemos que sacar del salario para comprar cuerdas, para el seguro del instrumento', enumeró el presidente de la Unión.

En efecto, la mayoría de los unionados tienen otros trabajos, los cuales radican principalmente en las Escuelas Libre de Música del país, en las cuales numerosos miembros de la Sinfónica dotan de su conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones que se forman en Hato Rey, Arecibo, Mayagüez, Humacao, Ponce, Caguas, así como en el Conservatorio de Música de Puerto Rico, en el recinto metropolitano de la Universidad Interamericana y en las clases privadas que estipulan mediante acuerdo previo.

Los dos músicos entrevistados proponen cambiar el horario de ensayo al período de 9:00 a.m. a 12:00 p.m., lo cual permitiría a quienes se dedican a la dodencia, emplear el resto del día en la enseñanza a los jóvenes músicos, y a prepararse para el ensayo próximo en ese pleno estudio de las partituras, esa búsqueda del sonido preciso, el perfeccionamiento constante de la técnica.

Ninguno de los dos pretende exigir que el trabajo en la Orquesta Sinfónica prohíba a sus miembros dedicar parte de su tiempo a la pedagogía. 'Qué mejor que los propios músicos que ejecutan su instrumento día a día, qué mejor que ellos que enseñar a las próximas generaciones', recalca Pablo, seguro en su respuesta.

Aun así, consideran que existe la posibilidad de hacer arreglos con el Departamento de Educación para poder llegar a un punto medio. Hasta el momento, aseguró Pablo, la única Escuela que necesitaría hacer arreglos para que el cambio de horario de ensayos en la Sinfónica se pueda efectuar, es la Escuela Libre de Música de San Juan, cuyas clases de música se imparten por la mañana y las asignaturas escolares convencionales como el español, la matemática, la historia, son en la tarde.

Mientras tanto, el director titular de la Sinfónica, el chileno Maximiano Valdés, ha sido consistente, según ambos músicos, en la necesidad de cambiar el horario de ensayo. 'Lo recalca en los ensayos cada vez que puede', comentó Pablo.

Por su parte, una portavoz de la Corporación de Artes Musicales, entidad bajo la cual se encuentra la Sinfónica, repitió que en el convenio colectivo de los músicos unionados, se estipula que el horario de ensayo es de 6:30 a 9:30 p.m., y que para someter cualquier cambio habría que esperar a renegociar el convenio en el 2017, fecha en que se vence, o firmar una estipulación a esos efectos.

Carlos respondió que 'el convenio no está escrito en piedra', y que si anteriormente se ha incumplido con lo que estipula en cuestiones de pagos de bonos de navidad o reembolsos por días de enfermedades, no veía por qué este representaría un tranque en cualquier decisión de la mayoría de los músicos. Rivera Trinidad dijo que en una próxima Asamblea se podría efectuar una votación.

A su vez, Carlos explicó que el horario de ensayo está estipulado así en el convenio porque en los orígenes de la Orquesta Sinfónica, fundada en 1956, sus integrantes provenían de diversas partes del mundo y trabajan en una corta temporada de dos semanas. Ahora, la Sinfónica opera todo el año y sus músicos resienten que durante un período tan vasto se les impida un horario más estable que les permita compartir con sus familiares y descansar en pro de su espacio creativo.

Además, añadieron los músicos en defensa de su propuesta, las principales orquestas sinfónicas del mundo, tales como la Filarmónica de New York, de Berlín, la Metropolitan Opera, entre muchas otras, ensayan durante la mañana para su mejor desempeño. Pablo incluso añadió que las que ensayan por la noche son orquestas comunitarias donde un dentista, por ejemplo, en la noche sale a tocar el saxofón como una pasión añadida.

El cambio de horario 'es algo que necesitamos urgente', pidió Pablo, con la voz suave pero firme. 'Nos las ingeniamos porque es la responsabilidad que tenemos con la orquesta del país. Tenemos que salir a tocar lo mejor posible.. [pero debe estar] protegida por el Gobierno, debe ser un patrimonio nacional. Todo pueblo debe proteger sus instituciones artísticas por la contribución que hace a la sociedad', concluyó.