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Vida

Las cosas amargas que nos deja la Navidad

¡De vuelta a la realidad… se acabó la Navidad! Aunque nuestro país se las arregla para tener una larga epoca navideña- que no termina hasta despues de las Fiestas de la Calle San Sebastián- la inmensa mayoría de los boricuas regresamos a la realidad esta semana tras culminar las festividades navideñas.

Pero no todo es color de rosa como en los cuentos de hadas. Luego de una época de fiestas, alegría, compartir con familiares y amigos, obsequios y grandes recuerdos…

Qué cosas amargas nos deja la Navidad?

Regresar a la rutina

A muchos se les hace difícil, luego de semanas de fiestas, jolgorios y música regresar a la cotidianeidad del trabajo, las clases y responsabilidades diarias puede ser una lucha agotadora. Escuchar el despertador temprano en la mañana tras una batalla campal para lograr el sueño es una de las herencias navideñas que se convierte en una horrorosa pesadilla hasta acostumbrar al cuerpo a la rutina diaria. Si a eso le sumamos los dichosos tapones a la hora pico del tránsito… Hemos regresado a la realidad!

Esas libritas de más

Las fiestas navideñas son sinónimo de comida y bebida. Por cada invitación a un jolgorio, viene al menos un plato de arroz con gandules, lechón, pasteles y morcillas. Una copita de coquito, alguna que otra bebida y por supuesto, postres, postres y más postres. De pronto, llega enero y ya la ropa te queda ajustada. Ja! Los excesos de los atracones en las fiestas son el mayor dolor de cabeza del síndrome post-navideño. A correr al gimnasio!

Problemas estomacales

Esos mismos excesos que algunos les sumó libras adicionales a lasa que ya querían perder, a otros, les provoca molestias estomacales que pueden durar semanas en lo que el cuerpo se ajusta a rutina alimentaria. Las grasas, frituras y el alcohol desmedido provoca en muchos casos acidez, gastritis y otros problemas en el sistema digestivo de aquellos que no están acostumbrados. Agua, ensalada y sopas… el alimento post-navidad.

Cambio de regalos

Si para muchos el escogido de obsequios para sus seres queridos resulta abrumador; peor es el regresar a los centros comerciales a cambiar regalos que –suyos o de otros- porque no era el tamaño correcto o la elección correcta. Ni hablar, que al cambiar 'el detallito' se dará cuenta del precio pagado, lo que para muchos resulta en vergüenza ajena por lo poco invertido.

Quitar el arbolito

Cuánta ilusión nos acompaña al momento de comprar el árbol! El espíritu navideño lleva a muchos a comprar el árbol natural más grande y frondoso. Nos esmeramos en decorarlo al son de música navideña y acompañado de nuestros seres queridos. Decoramos el apartamento, la casa y sus alrededores y todo es fiesta… Hasta que hay que quitarlo! La música, la alegría y el espíritu navideño no n os acompaña al momento de quitar cada ornamento, bombilla y decoración navideña para guardarlo apropiadamente. Ni hablar, del dolor de cabeza de sacar el enorme pino-ya deshidratado- para disponer de él; mientras sus ramas van dejando un rastro por todo el piso. Definitivamente, una de las amarguras o la mayor de las amarguras que nos deja la época navideña.

Deudas, deudas y más deudas

Si pensabas que quitar el arbolito era lo más difícil luego de las fiestas navideñas… te topas con tu chequera. Los números no cuadran, están en rojo y pareces tener un déficit tan difícil como el del gobierno. Las compras, salidas, regalos y otros gastos relacionados con la época navideña te han dejado 'en la quilla'. Es que el espíritu navideño fue tanto, que no tuviste tiempo de cuadrar la chequera. Ahora, pensándolo bien, te das cuenta que no te dan los chavos para las cuentas o que tendrás que sacar de tus ahorros para pagar las tarjetas de crédito. En fin, que entre las resoluciones de año nuevo te propones ser más responsable en tu presupuesto para la próxima Navidad… Sí, Pepe!

(Archivo/NotiCel)
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