Juan Luis Guerra llena el Choli de merengue con clase
Cuando un genio musical compone merengue el resultado es que nadie, pero nadie, puede quedarse inmóvil.
Un séquito de músicos ocupó la tarima. 'Todo tiene su hora' y a las de 9:15 la noche al atestado Choli le llegó la hora de bailar. A la agrupación 4.40 se le unió con su clásica boina y chaleco, el barbudo cantautor ganador de 17 premios Grammy, Juan Luis Guerra.
Entonando 'Cookies and Cream' de su más reciente producción, el dominicano inició en la isla su gira mundial 'Todo tiene su hora tour'. El público calentaba motores para recibir luego ese hermoso poema hecho merengue, 'Ojalá que llueva café'. Las gradas se sacudían al son de los aplausos y los pasos que marcaban el ritmo. Para acabar de encender la mecha, la agrupación prosiguió con el bugalú 'La Llave'.
'Unidos con la bandera dominicana quiero saludar a mis hermanos dominicanos que están aquí', se dirigió al público Guerra. Para abrir la puerta a su prosa romántica el músico confesó que llevaba 32 años casado y exclamó 'el que ama a sus esposa se ama a si mismo'. Entonces cantó 'Mi Bendición'.
La tambora irrumpió para no dejar un alma sin menearse y que el público comenzara a corear 'como yo te quiero, como yo te anhelo si no estas aquí, yo no sé vivir'.
Guerra mencionó a algunos de los grandes de la salsa puertorriqueña, a Richie, a Bobbie, para darle paso a u 'medley' de salsa con 'Nora Mía', 'Razones' y 'Carta de Amor'.
Fiel a su fe, el dominicano aseguró a viva voz que 'para él no hay nada imposible' y el himno 'Para ti' alabó a un dios caribeño.
Hubo un intermedio acústico con solos de clarienete, tambora, güiro y congas. Un verdadero festín.
La denuncia socio política de 'Visa para un sueño', 'La Guagua' y 'Niagara en Bicicleta' hacían una revolución en la cintura de todos los presentes.
Guerra interrumpió para decir que iba a llamar a un pana y en pantallas apareció Johnny Ventura. Cantaron 'Moca en París', seguido por 'La Bilirubina'. El baile ocupaba todos los espacios.
El artista hizo su falsa salida anteun público excitado de más. Volvió para cerrar el banquete con la dulzura de 'A pedir su mano', un medley de éxitos de 'Bachata Rosa', 'Frío,Frío' y 'Burbujas'. La bachata fue el postre.
Con su dedo en la oreja, siempre afinado, Juan Luis Guerra cerró con 'Las Avispas' porque desde Beethoven hasta Vivaldi, entre los grandes lo sublime es inspiración.