A rodar la Banda Acústica entre los riesgos de la Isla (vídeo)
Río Piedras, una tarde soleada. El espacio de ensayo está atrás. Un pasillo atraviesa la casa silenciosa de Mikey Rivera y desemboca en una marquesina repleta de macetas con plantas. Ahí, hay un cuarto pequeño, pintado de azul, blanco y rojo escarlata, con dos inmensas claves de sol estampadas en la pared.
'Para mí es una fiesta cada vez que vamos a ensayar. Soy un freak de las fiestecitas, de recibir gente en mi casa, por eso estamos aquí porque los obligo a que vengan a aquí a ensayar', dice un Mikey sonriente.
En ese cuarto pequeño, los cantautores Tito Auger, Nore Feliciano, Rucco Gandía, Walter Morciglio y Mikey Rivera, desenvainan sus instrumentos, se sientan en un redondel de asientos acojinados, y empiezan a tocar. A tocar y a cantar. Tito con sus notas razgadas. 'Rompe cuerdas me dicen', ríe. Mikey ahora encargado de la percusión, en esas ocasiones en que sustituye las cuerdas por el repique. Rucco acaricia su bajo. Nore con su armonía, Walter con su precisión.
El ensayo va más o menos así. Cada cual tiene su instrumento. 'Somos cuatro guitarras, peleando una con la otra', bromea Nore. A veces ella o Mikey dejan las cuerdas a un lado y se hacen cómplices de la percusión. 'Hay que hacer mucho énfasis en los matices, porque si no, se torna estridente. Hay que darle variedad al repertorio, darle un respiro al público porque si no, se vuelve monótono', anota.
No detienen las notas mientras hablan entre ellos, buscando un nuevo arreglo para una canción eterna. Las cuerdas siguen sonando en una conversación caótica pero con el orden preciso de un grupo de músicos que conocen sus instrumentos como a sus manos. Van montando las canciones, buscándoles segundas voces, proponiendo melodías para reinterpretar canciones clásicas del repertorio de cantautores latinoamericanos.
Es así cómo le han dado nuevos giros a canciones de Miguel Bosé, del Topo, de Roy Brown y Toni Croatto. O a canciones propias, suyas, reinterpretadas. 'Es interesante cómo otros cantautores perciben la música de uno. Es como descubrir la canción nuevamente', dice Nore, la más joven, la que llegó tímida al grupo, con su primer disco en manos.
'Todavía cantamos, todavía pedimos', canta Nore con la voz limpia, melodiosa. Se aproxima el solo. 'Lo empezábamos en la, hacíamos una vuelta en sol, y entrabas tú', dice Rucco Gandía, fundador de Radio Pirata. 'Vamos directo a sol menor entonces?', pregunta Walter, autor de 'El baúl'. 'Esto ya está montado', ríen. Nore retoma la poesía cantada. 'Todavía soñamos, todavía esperamos', cantan. Terminan la estrofa en una nota más aguda. Cantan unos sobre otros, buscando la nota precisa, la voz que falta. Buscan, buscan, buscan.
'Que nos den la esperanza de saber que es posible que el jardín se ilumine con las risas y el canto de los que amamos tanto', cantan esa letra que durante años ha arrancado lágrimas a cientos de rostros latinoamericanos. La canción 'Todavía cantamos' ha pasado de boca en boca, desde su compositor, el argentino Víctor Heredia, a su compatriota Mercedes Sosa, al cubano Silvio Rodríguez, a muchos otros cantautores, hasta llegar a los cinco integrantes de La Banda Acústica Rodante.
Un junte para rescatar la historia
El proyecto nació de un encuentro casi fortuito. Era el Festival Claridad del año 2014, en el estadio Hiram Bithorn, cuando Tito Auger y Walter Morciglio decidieron juntar a 'un corillo de cantautores' para que tocaran juntos en una hora. Eran ellos cinco. 'Había cosas que encajaban, no le dimos pensamiento y de ahí surgió un show', cuenta Tito, a más de un año de aquel encuentro poco planificado, que devolvió a la escena musical boricua la idea de colectivo entre los cantautores del patio.
El proyecto conserva así los ecos de juntes como Taoné, que afloró en la primera mitad de la década de 1970 con la unión de Roy Brown, Andrés 'El Jíbaro' Jiménez, Antonio 'El Topo' Cabán Vale, entre otros quienes dentro de la canción protesta reinterpretaron la música típica boricua. Haciendo Punto en Otro Son es otro de los referentes imprescindibles. El grupo de nueva trova fundado en 1975 juntó a Tony Croatto, Silverio Pérez, Josy LaTorre, entre otros, y cuentan con una nutrida discografía de 14 títulos. O juntes esporádicos, como 'Un junte para la historia'.
'Muchas de las grandes canciones que atesoramos vienen de colaboraciones así entre artistas. A pesar de que tenemos nuestras carreras como solistas, uno nunca está complemente solo, uno siempre necesita el apoyo de colegas, porque la música es algo que se comparte, y esto es eso, pero agrandado', comparte Nore.
Y esa idea de colectivo la ha defendido durante años Mikie Rivera. 'Con actitudes como estas enriquecemos el movimiento de cantautores… Ya aquí nos hemos desligado de las etiquetas con proyectos como este porque es tan rico en aportaciones de cada uno'. Y cuál es la aportación de cada cual a esa variedad musical? Al principio, dudan. Rucco dice que solo toman sus instrumentos y los echan a andar.
Pero Tito empieza a disecar el grupo. 'Es como montar un rompecabezas', dice. Rucco es la enciclopedia musical, el que da opiniones que enriquecen la simplicidad musical y destranca la musa, apunta el líder de Fiel a la Vega. Nore, contemporánea, viene con raíces brasileñas, 'con ese tipo de mood y de onda que para mí es nuevo', prosigue. Walter, con sus conocimientos de producción y de música contemporánea. Mikey es el decano de la nueva trova, 'y tiene una guitarra española que pa' qué'… Y Tito? 'Tito tiene la energía rockera', dice Rucco. 'Todo ese empuje. Walter es bien delicado, todo bien limpiecito, y Tito es el contraste', concluye.
'La idea es esa, es enriquecer el resultado de unirnos más allá de tener la intención de llenar un coliseo o de llenar un espectáculo grandísimo o de complacer una casa disquera, es enriquecer lo que podamos aportar cada uno. Como público me gusta lo que estamos haciendo', confiesa Mikey, recostado al espaldar del asiento.
Rodando por la Isla
La Banda decidió alimentarse de riesgos en medio de la crisis económica. No busca agrandar los bolsillos ni pegar una canción en la radio, ni estar en todos los medios, todos los programas de televisión, o hacer un anuncio en McDonald's, como dice Walter. No. La Banda Acústica Rodante busca regresar a la canción, a la idea de crear desde el colectivo, de pensar la melodía, todo acústico, sin mucha producción. Pero busca algo más. De ahí su nombre. Busca rodar hacia los lugares del país que viven a escondidas de la escena cultural.
Un roadtrip por los municipios del interior de la isla, por Arroyo, Manatí, Villalba, Añasco, Cidra, Naguabo, por todos esos pueblos que generalmente escapan la vista de los grandes productores de espectáculos, sedientos de ganancias de seis cifras, puede ser revelador. Todos esos pueblos cuentan con sólidos teatros, cada uno con su aura magnífica de pueblo, a los cuales llegan pocas veces los grandes eventos culturales o de entretenimiento, concentrados en su mayoría en la zona metropolitana.
'Es una preocupación que hemos tenido de años. Siempre han existido unas necesidades en el ámbito cultural musical en Puerto Rico y unas deficiencias. Tenemos setenta, ochenta, cien teatros o centros culturales en Puerto Rico, y el asunto económico es imortante traerlo a colación porque un productor no hace un concierto en Arroyo que tiene un teatro espectacular, porque solamente caben 200 personas', critica Morciglio.
Con esa ilusión de trastocar la idea de que solo el dinero compra la música, con la intención de revertir la pirámide de acceso, como dice Walter, y llegar a un público nuevo – y a la vez tan viejo – surgió el proyecto 'Rodando por la isla', que ha llevado a la banda a Añasco, Utuado, Naguabo. Con un acercamiento 'lo más indie posible', La Banda ha recibido fondos de un crowdfunding en línea, el enorme apoyo de la Oficina de Turismo de Puerto Rico y de PR Ticket, y demás auspiciadores, los amigos, los familiares, los seguidores de toda la vida.
Sin embargo, la proyección cultural a los lugares escondidos de la Isla, también se ve atacada por lo que llaman reglamentaciones limitantes que impone el Gobierno a todo lo que a producción cultural respecta. 'Tenemos el problema con el asunto de la Ley de Producciones de Puerto Rico. Eso es una estafa, es un peligro, atenta con el desarrollo de la cultura y hace imposible que los pequeños productores puedan desarrollar sus proyectos', critica el Walter Morciglio artista y a la vez productor.
Rucco Gandía, con su mirada calmada, coincide. 'El Gobierno obstaculiza con reglamentos y leyes limitantes para el pequeño productor, porque pone requisitos que solamente un productor con mucho dinero puede cumplir. Hay cantautores que quizás están escribiendo en su casa, pero cada vez hay menos medios', lamenta.
También han tocado en las fiestas patronales de Jayuya, en la Universidad de Puerto Rico, en el Hiram Bithorn durante el pasado Festival Claridad. Y casi como si fuera una broma del azar, como una dulce ironía, también han tocado en el Coliseo de Puerto Rico, cuando fueron los protagonistas de la apertura al concierto de Jorge Drexler en el pasado mes de agosto.
La Banda Acústica Rodante se mantiene activa, y se prepara para volver a la rueda con las próximas fechas de sus conciertos rodando por la Isla. Mañana, 27 de septiembre, se presentarán en el Teatro Renacimiento de Arroyo, el 25 de octubre en el Teatro Adrián Rosado de Villalba, el 22 de noviembre en The District en Mayagüez y el 13 de diciembre en el Teatro Taboas en Manatí. Para mantenerte al tanto sobre sus caminos y recorridos, síguelos en Facebook.