Tego y su rap real: 'La música es música'
Es otro día más en los que se respira rap en 'El Sitio' en Santurce, la guarida predilecta del 'Abayalde', el cuartel general del 'Enemy de los Guasibiris'. Hay rap por todos lados, del rap ese real, del que dice cosas más allá de la sandunga reguetonera, del rap ese de verdad que narra cosas del barrio y de la sociedad, del rap ese duro, del rap ese que hasta cambia vidas.
'Mira pa' allá to' eso que hay ahí. Eso es demasiao' de mucha música', dice Tego Calderón a la vez que, con el mouse de la ‘compu' anejada a la consola en su estudio de grabación, pasa revista de todo su archivo.
'To' eso ahí es rap', agrega, mientras que uno puede divisar al menos centenar y medio de temas que, o no han salido, o están por salir, o simplemente los grabó por desahogarse y ahora andan ahí.
Son como las seis de la tarde, el sol aún no se esconde. Tego se siente bien, aunque no finge que son días ajetreados estos que lleva. Está en plena preparación para su concierto masivo a fin de mes en el ‘Choli', hay ensayos todos los días y periodistas a tutiplén que atender, como en este momento. También acaba de llegar de Colombia y en dos días parte hacia Los Ángeles, a apabullar allá algún otro micrófono con líneas que no dicen los sicólogos pero que sí proporcionan estabilidad sicosocial, sosiego mental y hasta consejería emocional a quienes las escuchan. Digamos que el rap de Tego, aun cuando experimenta con lo comercial, siempre se ha mantenido en la línea esa dura que aborrece la mentira, fuera de la pifia, real y pico.
De hecho, no tiene ni necesidad de tirarle a nadie. Carga uno de los raps más maduros ahora mismo del género, punto. El que lo oye en el micro, sabe que Tego no viene a decir que chambonea una ‘glock' o que sus titeritos van a cazar al enemigo en la calle o que tantos cosos se están vendiendo en el punto. No hay choteaera cómica. Con más de cuatro décadas de anécdotas buenas y malas en sus costillas, Tego te va a hablar de la calle, sí, te va a hablar de los problemas sociales, sí, pero te va a hablar la clara, la que hay. Eso lo sabe todo el que lleve tiempo escuchándolo.
Por ejemplo, es el primero en defender el rap como método de desahogo y afirma que 'aquí nadie está para predicar', pero no titubea en decir que 'hablar mal de las mujeres en las canciones, eso es de lechón, de cobardes. A las mujeres se respetan, a los seres humanos se respetan'. Claro, cada cual con lo suyo.
'Todo esto del arte del rap, de la música, es individual. </p><p class='body_json'>{Cuentan}</p><p class='article__body main'> los valores tuyos de tu casa, tus valores como persona, el respeto que tú mismo te tengas, como grabas las cosas. Yo entiendo que la gente madura, que puede decir algo y luego se arrepienta, eso pasa, y eso llega con la madurez. </p><p class='body_json'>{Trata de}</p><p class='article__body main'> más allá de madurez como artista, madurez en la vida. Al principio uno pudiera decir cosas por la rebeldía, pero con el tiempo te das cuenta de lo que hay', dice, de inmediato trasladándose a su época de novato, a finales de los noventa e inicios del Siglo XXI.
'Es que no es lo mismo un rúqui a los 30, como me pasó a mí, que un rúqui tineyel. Por eso a veces yo le doy el beneficio de la duda y las gracias a Dios de que no me grabaron antes', expone, recordando aquellos días noventosos en los que comenzó a grabar de la mano de Eddie Dee y con Vico C como inspiración.
De hecho, Eddie Dee y Vico C serán dos de sus invitados principales en su concierto el 28 de este mes en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelót. Será una noche de celebración, de júbilo, de sandunga y de mucho rap. Verán a Tego y su rap real, Tego y su Caribe afroantillano real, y, por supuesto, Tego y su reguetón real.
'En el reguetón yo me dejo llevar. Yo no me creo que me lo sé to'. Cuando te creas eso, ahí es que vas pa'l piso', puntualiza.
'La música hay que verla como la música y olvidarse de los golpes. Mi papá siempre me enseñó eso, la música es música. La (Escuela) Libre de Música me enseñó eso. La lírica si está buena, está buena y si está mala está mala. Uno puede ser fanático de un estilo, pero no creo que uno se deba encasillar', añade, mirando a los ojos.
Al fin y al cabo, el pueblo verá en el ‘Choli' al Tego de siempre. Por algo ya son casi dos décadas repartiendo dosis parejas de mazucamba pa'l gozo y letra de esa que pesa una tonelada. Y al que le guste, que según los números, son la mayoría, pues que le guste, y al que no, pues que no le guste. No hay cráneo con eso.
'Ante las críticas, yo no me ofendo, porque yo sé que tengo algo especial, pero no puedo pretender que sea perfecto. Yo lo que sí soy… soy sincero. Soy muy sincero. Las bajo como las veo, por eso quizá el pueblo se identifica con uno', reconoce.
'Yo me siento afortunado de todavía ser relevante después de tanto años, que la gente todavía me muestre su apoyo, me entiendes? Me siento afortunado y agradecido', finaliza, y uno no puede pensar otra cosa que no sea aquel corito de su primer disco que decía 'Gracias, de claro gracias, puñeta, gracias!'.
No hay duda. Los sigue matando de lejitos como Reggie Miller.