Un concentrado, pero hipnotizante, broche para el Casals
El violonchelista chino-frances Yo Yo Ma ofreció junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, bajo la dirección de Maximiliano Valdes, el concierto de cierre del Festival Casals 2015. Si bien es cierto que un concierto de cierre debe ser un broche de oro, lo que se ofreció anoche fue algo corto, conciso, pero ciertamente memorable y trascendental. ¡Y gracias a Dios esa sala estaba repleta!
El programa abrió con la pieza Cantares del compositor puertorriqueño Carlos Carrillo. La pieza con sus diferentes pinceladas musicales es balanceada y cálida y la describiría como un atinado entremés para ir entrando en calor.
La gran joya de la noche fue la interpretación que hizo la Sinfónica de la pieza Los Pinos de Roma del italiano Ottorino Respighi. Cuatro movimientos que iban de lo alegre a lo sombrío y de lo espiritual a lo triunfante con una fluidez que de seguro logró transportar el espíritu de todos los asistentes, por estampas que evocan cada una estados de ánimo distintos. La interpretación magistral que hizo nuestra Sinfónica fue capaz de usar nuestros oídos para crear una fotografía mental de lo que Respinghi nos quería transmitir con sus 'cuatro momentos'. El director Maximiliano Valdés nos llevó por un tour de force. Mención especial merecen las cuerdas y en la tercera parte el clarinete. Se llevaron una merecida ovación de pie.
Finalmente el invitado especial de la noche, Yo Yo Ma, interperetó el Concierto en mi menor para violonchelo y orquesta, Opus 85 de Edward Elgar. Tantas veces hemos podido ver a músico e instrumento que parecen una sola unidad con el instrumento literalmente expresando las emociones que provienen desde el fondo del alma del intérprete, pero el Sr. Ma llevó esto a otro nivel. Ese violoncelo reía y lloraba como si compartieran los dos una sola alma. El nivel de concentración a los que este gran señor nos llevó a través de la música fue fascinante. No puedo ni siquiera comentar mucho porque estaba hipnotizado. Y cuando finalizó cada parte era como despertar abruptamente de un sueño, la verdad es que uno queda hasta aturdido por unos segundos. Qué manera de estimular los sentidos! No hay duda que el público de esa sala quedó con deseos de escuchar más y más. Yo Yo Ma le hizo honor al que fuera su maestro Don Pablo Casals en el festival que lleva su nombre. Nadie quería abandonar el teatro.
Y hablando de teatro...que idea más acertada que hacer este concierto en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Con su construcción clásica y su excelente acústica es una sala fabulosa y además posee mucha historia. Felicitaciones a los organizadores de este evento por tan extraordinario concierto. Felicitaciones a los músicos de La Sinfónica y a su director por lograr la excelencia a través de un arduo trabajo.