Ivania Zayas Ortiz se multiplicó a la medianoche del sábado, justo a una semana de ser atropellada al cruzar una avenida por el vehículo de un conductor que abandonó la escena y la dejó moribunda prácticamente en el umbral de su vecindario.

El espacio que abandonó la cantautora de 38 años de edad, quien hace una semana falleció tras ser atropellada al cruzar la PR-3, cobró vida en la noche del sábado. Decenas de pies caminaron juntos, reunidos cerca del lugar de los hechos.

Así nació 'Caminando a solas con Ivania', una bohemia en el islote que une la avenida Regimiento 65 de Infantería con el Expreso a Trujillo Alto compuesta de canciones, poemas y voces que rindieron tributo a la artista.

A Ivania - no hay otra forma de nombrar a quien era amiga de todos, hasta de desconocidos -, la recuerdan, desde un micrófono pasado de mano en mano, por su sencillez y calidez humana. La llaman mística, enigmática, espiritual. Amiga de cantautores, 'no se perdía un show', dicen. Alma de incontables bohemias. Hermosa, muy hermosa, repiten.

- Ivania vive!

- Vive!- gritan al unísono

La recuerdan en la taberna ríopedrense El Boricua, cuando la noche daba sus últimos suspiros y ella arrancaba a tocar melodías desde una mesa cualquiera, como si la música fuera una forma de hablar. La recuerdan caminando por las calles adoquinadas del Viejo San Juan con su guitarra al hombro, haciéndose amiga de músicos y transeúntes.

Le enumeran sus gestos de lucha, su activismo, en la huelga de estudiantes, en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTT, en la sala de pacientes de cáncer. Le agradecen su forma de hacer Patria.

Y de ahí, las más firmes muestras de apoyo. Los puños izquierdos en alto. La entrada espontánea del himno de Puerto Rico. No el oficial. Sino el otro. El que escribió Lola Rodríguez de Tió. El himno revolucionario. 'Viva Puerto Rico libre', gritan.

Todo a medianoche. A la luz de las velas con el fuego tembloroso que sobresale de improvisados conos de papel.

A la luz blanca de un foco montado. Sin ese foco donado, la escena estaría a oscuras, alumbrada tímidamente por secos faroles de leve luz naranja. La historia de peatones puertorriqueños como Ivania.

Al amparo de las flores blancas, y las pequeñas corolas que portan detrás de la oreja los familiares de Ivania, sentados en un círculo sobre la grama, con camisas iguales.

A las 12:15 de la madrugada, comienza la actividad. Durante los primeros turnos al micrófono, del público cuelga una silenciosa expresión de desasosiego. Las pocas risas terminan en una tímida mueca de dolor. Los rostros sobrios. Las voces quebradas. Se sacuden las lágrimas. Puede que muevan las caderas al ritmo de un son para Ivania, pero con el semblante serio y la mirada fija.

Género y ciudad

El nombre de la actividad, 'Caminando a solas con Ivania', responde también a las criticadas expresiones del teniente Félix Bauzó, en el contexto del debate de perspectiva de género en que hoy se sumerge el País.

Llaman a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, al micrófono. 'Lo que quiera, lo que le dé la gana, lo que nadie tiene derecho a preguntar ni a cuestionar. Eso es lo que hace una mujer sola en la calle', así la alcadesa provoca un fuerte aplauso. Le dedica a Ivania unos versos de Julia de Burgos.

En un aparte con NotiCel, la Alcaldesa asegura que, aún cuando escuchó a Ivania cantar en varias ocasiones, las expresiones del teniente Bauzó la condujeron a la actividad, con su hija de 24 años en mente, quien anda sola por la calle y a quien exige libertad.

'Nos denota que hay una necesidad de comenzar de inmediato el adiestramiento de equidad de género. Las expresiones del director del CIC son como poco un pensamiento defectuoso que es la base del discrimen y de la inequidad', dice.

Anota que en San Juan, ya se ha educado a miembros del magisterio en equidad de género, y que pronto se hará lo propio con la Uniformada y el personal de manejo de emergencias.

Para atender la condición de los peatones en la noche, la alcaldesa afirma que el viernes envió una carta al secretario de Transportación y Obras Públicas, Miguel Torres Díaz, para instalar el alumbrado de la zona que ahora pisamos, en la que unos faroles fundidos y unos pocos con luz tenue constituyen la iluminación cotidiana. También, ha realizado gestiones para mejorar otras zonas de tráfico pesado.

Transforman la noche

Como un pájaro que vuela- metáfora que utilizó más de uno en la noche- Ivania se posa en cada poema, en cada cuerda de guitarra o de violín, en cada lágrima que le dedican familiares y extraños.

- Ella caminaba de noche / y aunque digan / no andaba sola / iba con la luna alumbrada / cargando canciones en su boca - versa un poema

- Porque hay algunos caminos que debo de andarlos solas- cantan.

- Solo quiero pensar lo que pensaste / caminar la ruta de tu vida / andar de noche solo y sin nostalgias... solo quiero vivir como viviste / libre como el viento en la canción- recita un amigo.

- Tiene que doler como a ti te dolieron cosas más nobles / tiene que hacer estremecer al más ecuánime / porque tú no puedes tener otra forma de irte, Ivania / tiene que ser como tú / una despedida que sacuda dolores / que espante el miedo - la voz quebrada.

Ya pasadas las dos de la mañana, concluye la actividad con un dúo de voces vitoreado que canta a Ivania una canción de Sylvia Rexach. En dos horas, el público se ha transformado. Se han aflojado las risas. Se han movido los cuerpos. Se han sumado voces, cantos a capella, letras de Silvio y de Sylvia, se ha aplaudido el silencio, la melodía y la palabra.

La cantautora Sol Carbone conoció a Ivania hace tres meses a través de las bohemias. 'Con las pocas veces que compartimos, ella era tan genuina, que ya de una vez que tú la conocieras te robaba parte del alma. Tremenda persona', dice a NotiCel.

'Estos últimos días hemos estado bohemia tras bohemia, como ella quería, imagínate. Hay que hacerlo así', comparte. Le dedica una canción de su autoría, 'Estela'. Como otros músicos que regalaron su voz al viento lluvioso.

La sonrisa colectiva se fue ensanchando a medida que se abría la noche. Ya al final, el organizador de la actividad y fiel amigo de Ivania, Ángel Matos, no apagaba la suya. 'Yo creo que tiene que ver con que necesitábamos estar aquí para dejar que ella volara... todos fuimos cambiando y cerramos con fiesta. Muchos corazones, muchas voces, muchas palabras en amor por ella', dice a NotiCel el poeta.