Río de Janeiro se embriaga de color a días de su carnaval
Río de Janeiro - Las comparsas musicales volvieron a arrastrar el domingo a miles de personas a las calles de Río de Janeiro en la antesala del carnaval, una fiesta de desenfreno y frenesí que a partir del próximo viernes paralizará Brasil durante cinco días.
Desde primera hora de la mañana, cariocas y turistas se dejaron llevar por el ritmo de los 'blocos', comparsas encabezadas por orquestas que desfilan gratuitamente por las calles y atraen a cualquiera dispuesto a divertirse, sea disfrazado o no.
Uno de los protagonistas del domingo fue el Suvaco de Cristo (sobaco de Cristo), que desfila por las calles del barrio Jardim Botánico, casi en la perpendicular de la axila derecha de la estatua del emblemático Cristo Redentor, situado en la cumbre de la montaña del Corcovado.
Antes del medio día, miles de personas ya se divertían con cerveza y caipirinha en mano, preparando el terreno para el carnaval, la fiesta más popular de Brasil, y dando rienda suelta al buen humor.
Como de costumbre, el Bloco da Preta, de la cantante Preta Gil, hija de Gilberto Gil, atrajo a una multitud por el centro de la capital carioca en medio de un ambiente de euforia.
Poco después de comenzar, Preta Gil propuso un beso colectivo y decenas de parejas, algunas de ellas surgidas en el momento, obedecieron a la petición de la cantante y se fundieron en un gesto de amor.
Durante todo el día, los juerguistas volvieron a tirar de imaginación y por las calles de la 'Cidade Maravilhosa' se vieron hombres vestidos de la presentadora brasileña de televisión Xuxa y 'Peppa Pigs' cercanas a los 30 años, aunque también hubo espacio para los tradicionales pitufos, enfermeras, piratas y princesas.
Uno de los 'blocos' más madrugadores fue el de Cordão do Boitatá, cuya orquesta estaba compuesta por tambores, bombos, tubas, saxofones, trompetas y clarinetes, mientras que el grupo Gigantes da Lira animó a los más pequeños de la casa.
Otras tantas comparsas se desarrollarán durante toda la semana y continuarán llevando las fiestas a las calles hasta aproximadamente dos semanas después del carnaval.
La alcaldía de Río de Janeiro calcula que los más de 100 comparsas con desfiles programados durante todo el fin de semana atraerán a un millón de brasileños y turistas.
A pesar de que la alegría y la fiesta que ya se respira en cada rincón de la capital carioca, el pistoletazo de salida del carnaval comenzará el próximo viernes, cuando el rey Momo reciba, como es tradicional, las llaves de la ciudad.