Descubren cómo frenar células que causan osteoporosis
Científicos españoles han descubierto cómo frenar la actividad de las celulas responsables de la destrucción del tejido óseo que da lugar a la osteoporosis, lo que contribuirá a buscar tratamientos o fármacos contra las enfermedades asociadas a la perdida de masa ósea.
La investigación, liderada por los doctores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) Mercedes Ricote, María Piedad Menéndez y Tamás Röszer, y realizada junto a otros grupos del mismo centro y de Barcelona, Bélgica y Francia, se publica hoy en la revista Journal of Clinical Investigation.
La osteoporosis es una patología que hace que los huesos del esqueleto pierdan resistencia y se vuelvan frágiles.
Cada año, millones de personas sufren fracturas derivadas de esta enfermedad ósea, un número que aumentará de manera exponencial en el futuro debido al envejecimiento de la población.
La dolencia afecta más a las mujeres que han pasado la menopausia porque durante este proceso se produce una pérdida de estrógenos, las hormonas sexuales femeninas que tienen un papel en el control de la actividad de los osteoclastos (las células que degradan los huesos).
'Por eso, cuando hay una deficiencia de estrógenos los osteoclastos se vuelven más activos y comen más huesos', puntualiza la doctora Menéndez a EFE.
No obstante, 'aunque la osteoporosis se asocie a las mujeres, los hombres también tienen este problema, por múltiples factores de riesgo como la alimentación (falta de vitamina D, calcio), la edad, la falta de ejercicio, o el sobrepeso', precisa la doctora Ricote.
Pero cómo se produce la osteoporosis?. En condiciones normales, para que haya una regeneración del hueso normal, tiene que haber un equilibrio entre el osteoblasto (la célula que forma el hueso) y el osteoclasto (la que lo degrada).
Al estudiar en ratones modificados genéticamente cómo trabajan los osteoclastos, los investigadores observaron que en ausencia de la proteína RXR, estas células eran anormalmente grandes.
'Son lo que llamamos osteoclastos gigantes que, pese a tener un mayor tamaño, se caracterizan por ser incapaces de degradar el hueso', por lo que los ratones que carecían de esta proteína tenían unos huesos 'muy densos', destaca la doctora Menéndez.
Durante el estudio, los investigadores vieron que este fenotipo (característica) sólo ocurría en los ratones macho en condiciones fisiológicas normales.
Para estudiar el proceso en hembras, extirparon los ovarios de estos animales para inducirles una situación equivalente a la 'menopausia' y provocarles osteoporosis.
Los investigadores observaron entonces que la pérdida de hueso era menor en las ratonas que carecían de esta proteína, es decir que su ausencia también protege a las hembras cuando pierden estrógenos, el protector natural contra la osteoporosis.
Los resultados de estas investigaciones sugieren, por tanto, 'que la proteína RXR tiene un papel en el control de la actividad de las células encargadas de la degradación del hueso', subraya Ricote.
La posibilidad de modular la actividad de RXR y por tanto la formación de osteoclastos mediante el uso de fármacos podría ser útil para tratar enfermedades asociadas con la pérdida de masa ósea como la osteoporosis.
Actualmente, existen fármacos que, como el bexaroteno (utilizado para tratar linfomas cutáneos), son capaces de modular la actividad de RXR, si bien presentan algunos efectos secundarios, por lo que sería deseable desarrollar nuevos fármacos con capacidad de modular esta proteína evitando los daños secundarios en el organismo.
Para probar el efecto del bexaroteno, los investigadores administraron esta droga a los ratones con osteoporosis y comprobaron que esta patología se suavizaba, lo que indica que la administración de este fármaco o de drogas similares podrían servir para tratar esta enfermedad de los huesos.
El próximo paso, concluye la doctora Menéndez, sería ver si este fármaco administrado a pacientes con osteoporosis podría servir de tratamiento, aunque lo ideal sería lograr una droga similar que no tuviera los mismos efectos secundarios del bexaroteno y que sirviera para el tratamiento de enfermedades asociadas con la pérdida de masa ósea.