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Vida

De la obsesión al asedio: cómo funciona la mente del ‘stalker'

A menor o mayor grado todos los seres humanos experimentan cierto tipo de obsesión en el transcurso de sus vidas, el problema surge cuando se salen del control de la persona y afectan a terceros.

A estos individuos se les conoce en el argot popular como ‘stalkers' o ‘psychos' porque le siguen pie y pisada a su presa con la que sienten que tienen un vínculo afectivo u amistoso de algún tipo. Todo esto puede estar en la mente de la persona que sufre de este desorden psicológico.

'Las obsesiones son pensamientos persistentes fuera del control de la persona que generan la suficiente ansiedad como para que el individuo produzca una conducta dirigida a aliviar ese sentir', destacó el psicólogo Amídcar J. Matos.

El experto explicó que cuando no existe control de las acciones se entra en la compulsión que es más que nada un acto de ansiedad.

'En algunas ocasiones podría ser algo genético, porque está probado que existen familias completas obsesivas, pero también puede ser generado por traumas o abuso de drogas. En realidad son muchos los factores que llevan a la persona a actuar de cierta manera y el espectro se torna amplio', indicó.

Existen obsesiones de todo tipo que van desde la limpieza del hogar o el ser, hasta el enamoramiento a lo divino de otro.

'Hay personas que generan obsesiones por aprendizaje vicario, porque lo vieron en su casa u entorno, pero los que corren cuidado son los compulsivos. Claro está, hay condiciones como los trastornos bipolares, de ansiedad o de personalidad que intensifican la recurrencia de los pensamientos obsesivos', puntualizó.

Un ejemplo claro de una persona traumada por las obsesiones es cuando se convierte en ‘stalker'. Bajo este término muchas celebridades se han visto afectadas y en ocasiones han perdido la vida a manos de su atacante. Sin embargo todo esto les puede pasar a los meros mortales si existe este tipo de comportamiento.

'El ‘stalker' busca la manera de estar en contacto con la víctima y suele cambiar de identidad para pasar desapercibido y confundir. En su cabeza se generan perfiles que no son suyos para indagar en la vida de la víctima y llegar a rastrearlo en todo momento', explicó.

La diferencia entre un pensamiento de obsesión leve y el recurrente, es que el primero se desvanece. Un ejemplo claro es cuando se una pareja termina su relación y una de las partes opta por verificar sus cuentas de email o redes sociales, pero al cabo de tres meses deja de hacerlo y sobrepasa la perdida. Cuando no se está listo o decidido a aceptar la perdida es que entran las sicosis de compulsividad.

'De ahí es que vienen los casos de las personas que no pueden estar sin otras y terminan atentando o hasta privándolas de su vida. El pensamiento más común es ‘si no estás conmigo no estas con nadie' y se convierte en un patrón enfermizo', mencionó el psicólogo.

Cuando se trata de una obsesión constante que envuelve algún tipo de trastorno lo recomendable es tratamiento inmediato y especializado así como medicación.

'Cuando la persona no puede controlar la línea de pensamientos hay que tratarlo con terapias cognoscitivas, conocidas como ‘CBT', para llevarlo a reconstruir pensamientos', sostuvo.

Cabe recordar que los pensamientos generan emociones y estas a su vez conductas que pueden modificarse bajo tratamiento. Todo depende de la severidad del asunto y cada individuo es un mundo.

El doctor Matos explicó que en su práctica privada trabaja este tipo de casos y ha tenido, en ciertas ocasiones, que alertar a la víctima para que se cuide. El plan de acción es hacer una querella y buscar una orden de alejamiento mientras el atacante busca ayuda o está en tratamiento. Asimismo ha tenido casos en los que sus pacientes lo idealizan y se convierten en sus verdugos por las mismas obsesiones.

María García, seudónimo de una paciente que no quiso ser identificada, llegó a secuestrar a la nueva pareja de su ex esposo por no entender la perdida.

'Estaba cegada por mis ideas. No entendía otra cosa que no fuera que Raúl (nombre ficticio) era solo mío. Hoy puedo ver las cosas de otra manera y me da mucha pena haber atentado contra el bienestar de esa mujer. Creo que es importante el grupo de apoyo que tengas alrededor para que puedan ayudarte a buscar ayuda y si no la quieres en el momento pues que te obliguen. En mi caso mi hermano me llevo a un hospital psiquiátrico para evaluación y estuve un tiempo recluida. Hoy soy yo nuevamente', relató la mujer.

Lorna López, otra persona que experimentó obsesión compulsiva, tuvo que ser hospitalizada porque se sumió en una depresión, tras el abandono de su pareja que la llevo a atentar contra su propia vida en busca de la atención del amor perdido.

Este mismo año, el denominado ‘stalker' de la actriz Sandra Bullock fue arrestado en la residencia de la víctima y el individuo aceptó que no era la primera vez que entraba sin autorización a la casa. El hombre, quien actualmente está apresado, consiguió el teléfono, la dirección y hasta los contactos privados de la actriz. Se metió a su casa por la ventana del cuarto de su hijo, en ese momento el pequeño no estaba en el hogar, e hizo de las suyas. Bullock regresaba de una premiación donde fue condecorada y logró encerrarse en un baño hasta que llegaran las autoridades.

'Cuando se trata de este tipo de comportamiento, y esto va para las víctimas, tiene que reportarlo de inmediato y velar por su seguridad', manifestó el doctor Matos.

*Historia originalmente publicada a las 10:13 a.m.