Barista sobre ruedas: 'no han probado el café como yo lo sé hacer'
El innovador barista puertorriqueño Daniel Rivera recorre las calles de su país sobre su propia bicicleta, en la que es capaz de preparar y vender cafe, al tiempo que informa a sus clientes, turistas y locales, sobre esta importante industria para la isla.
Junto a su bicicleta Sport 10 Fuji de 1969, en la que carga una caja donde lleva escritas las palabras 'Café de Puerto Rico', Rivera, de 27 años, explicó hoy a Efe cómo logra preparar casi sobre la marcha esta apreciada bebida a partir de un grano cultivado en la isla y que, según afirma, para algunos es el mejor del mundo.
'Lo mío no es comercial, sino que la gente sepa qué yo hago, cuál es la función de un barista y sacar al barista de la cómoda zona de detrás de la barra', asegura este joven natural de San Sebastián y Moca.
La reacción de quienes le ven sobre la bicicleta por vez primera 'es genuina y sorpresiva, porque nunca han visto algo parecido', pero, cuando empieza a desmontarla delicadamente para preparar el café, 'se dan cuenta de que es real', explica Rivera, al que conmueve especialmente ver cómo se emocionan y divierten los niños.
Una vez todo preparado, el joven empieza calentando agua en una estufa, echa los granos de café en un molino que él mismo muele girando una palanca, usa un reloj para medir el tiempo de colado y una pesa para saber la cantidad de harina, y luego en un filtro de metal echa el café molido seguido de la agua calentada.
La bicicleta lleva dos bolsos que alguien confeccionó para él donde los vasos de cristal. En el cajón se puede leer también la palabra 'enjoi', en referencia a 'enjoy' (disfruta, en inglés).
Rivera, que trabaja también en la cafetería de la Hacienda San Pedro, en San Juan, quiso sustituir la 'y' por la 'i' con la sana intención de que la gente le preguntara y él pudiera hacer hincapié en que 'estamos en Puerto Rico'.
El barista se acercó al mundo del café a través de su abuelo Desiderio Rivera, quien en su día tuvo un cafetal, hasta que los constantes embates de las tormentas y huracanes, que devastaron varias cosechas, hicieron que 'perdiera el amor' hacia esa profesión.
Fue entonces cuando el joven quiso 'echar a la familia hacia adelante' y se mudó del campo a la ciudad para estudiar en la Universidad del Sagrado Corazón. En 2006 consiguió un trabajo como barista en una cafetería en el Viejo San Juan.
Allí tenía mucha interacción con los turistas que llegaban al local y 'no sabían que acá se producía café', así que él les explicaba y les contaba la historia de este producto en la isla.
Desde entonces, Rivera ha ganado en varias ocasiones el premio al mejor barista en Puerto Rico y ha participado en 2009 y 2012 en el Campeonato Mundial de Baristas.
Este año volverá a participar en la edición que se llevará a cabo del 9 al 12 de junio próximos en Italia, donde competirá ante colegas de otros 54 países. Allí tendrá que servir dos bebidas tradicionales, un expreso y un capuchino.
'Vamos con la complicidad y mentalidad de que no han probado el café de Puerto Rico como yo lo sé hacer', dice confiado.