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Vida

Pompeya: un relato que sobrevivió al tiempo y a la lava volcánica (galería)

Cuando se llega a Pompeya, el propio instinto reconoce que ha llegado a los pies de una maravilla histórica. Recorrer las calles que fueron pavimentadas siete siglos antes de Cristo y admirar los restos arquitectónicos que sobrevivieron al tiempo y a la lava volcánica del Vesubio, es ir en un viaje al pasado e insertarse en los libros que narran la historia y la evolución de la humanidad.

La antigua ciudad romana, ubicada a sólo minutos de la moderna ciudad de Nápoles, es el testimonio auténtico de cómo fue la vida en esta ciudad que existió hasta el 79 D.C., cuando fue destruida por la erupción del Vesubio y todos sus habitantes desaparecieron. Sin duda, es una de las ciudades más antiguas e impresionantes.

Al contemplar su arquitectura, los guías turísticos le hablarán de cómo los primeros habitantes utilizaron el material volcánico en algunas de sus construcciones. El Vesubiomarcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. Les ofreció los recursos para construir sus residencias y luego se los quitó:exterminó a los 15,000 pompeyanos que ocupaban la ciudad en ese momento.

Los pompeyanos conocían, de hecho, que había un volcán en la zona, pero pensaron que era cosa del pasado. La naturaleza tomó su propia determinación, al sellar a Pompeya como la ciudad que no olvida.

Y al recorrer sus calles estrechas, visitar sus anfiteatros, así como ver los foros, las basílicas y los templos que le construyeron a los dioses griegos, una también se da cuenta de que la ciudad no olvida, que ha quedado suspendida en el tiempo, aferrada al recuerdo. Se tiene la impresión, además, que uno ve a los pompeyanos cruzar las aceras o trabajar en sus negocios; que ve a los niños que juegan en la calle o brincan los charcos; a los esclavos acompañando a sus amos a las palestras. Y es que así, seguramente, se encontraban cuando fueron sorprendidos por el tóxico del volcán.

Pero si es de los que no le gusta imaginar, sino ver, pues sepa que, bajo toneladas de ceniza, los arqueólogos han encontrado restos humanos. De lo más impresionante será observar los moldes humanos de algunos pompeyanos que no pudieron escapar de la catástrofe y quedaron petrificadosen sus últimas expresiones.

También podrá observar algo que predominabaen Pompeya: los burdeles o el Lupanar, donde se encontraban las lupas, en latín lobas, que era como se le llamaba a las prostitutas. En las paredes aún permanecen las pinturas de posiciones eróticas. Las camas construidas con piedra dan la idea clara de la esclavitud a la que eran sometidas estas mujeres, cuya ganancia era apropiada por el patrón o el dueño del burdel.

Los templos y lugares de culto al dios Júpiter y al dios Apolo, entre otros, son también de gran interés.

Visitar Pompeya es no dejar que te lo cuenten los historiadores, sino respirarlo, vivirlo y recrearlo uno mismo.

             

El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
Foto:
El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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El Vesubio marcó, de esta forma, tanto el comienzo como el final de esta ciudad. (Laura Quintero para NotiCel)
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