Celebran cien años del maestro del arte gráfico, Lorenzo Homar
Las obras de Lorenzo Homar (1913-2004), uno de los más grandes artistas puertorriqueños, conocido por su aportación en la gráfica, se exhiben actualmente en la Escuela de Artes Plásticas (EAP) y tambien se exhibirán durante todo un año en el Museo de Arte de Puerto Rico, al cumplirse cien años del centenario de su natalicio.
Homar nació y murió en Puerta de Tierra, San Juan, pero su obra alcanzó fama mundial. Desde su taller, dejó un legado a la historia artística del país. Pintó a Hostos usando acrílico sobre cartón, grabó a Betances en linóleo, y diseñó los carteles de algunos de los eventos culturales más importantes de Puerto Rico, en la década de los 60 y 70.
Su colección incluye el Centenario del tenor Antonio Paoli, el aniversario 102 del Grito de Lares, el aniversario 475 del Descubrimiento de Puerto Rico. Diseñó, incluso, el logo del Instituto de Cultura Puertorriqueña y de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, de la cual formó parte como profesor de Humanidades.
Su labor como maestro en la Escuela de Artes Plásticas y la Universidad de Puerto Rico fue, según algunos, una de sus más grandes aportaciones. 'Él dejó una generación de artistas como Myrna Báez, Antonio Martorell, y otros más que hoy día son la nueva generación que heredaron todas las técnicas del buen maestro de Homar, las hicieron suyas y a su vez se formaron como nuevos maestros', mencionó a Radio Universidad la profesora de arte, Deledda Cros, tras el fallecimiento del artista en 2004.
Unicornio en la isla, 1965. (Xilografía sobre papel)
Durante su juventud, su familia emigró a Nueva York, donde recibió su formación artística. Trabajó como diseñador de joyas para la Casa Cartier de Nueva York, aunque su labor fue interrumpida por su incorporación al ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Como militar dibujó numerosas escenas de batallas, que luego fueron publicadas en la revista Yank del ejército norteamericano. Luego de recuperarse de su herida de bala en la cabeza, se matriculó en la Escuela de Arte de Brooklyn, donde conoció las influencias surrealistas del mexicano Rufino Tamayo y el estadounidense Arthur Dove. A sus 37 años, Homar regresó a Puerto Rico y se incorporó como ilustrador, diseñador y cartelista en la División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO).
Fue en su ciudad natal, que su obra creció y sediversificó.Homardirigió el Taller de Gráfica de laDIVEDCO, creada para difundir los mensajes que, según el entonces gobernador, Luis MuñozMarín, ayudarían a fomentar un sentido de comunidad y apoderamiento entre los más necesitados. Colaboró, además, como caricaturista en varios periódicos y diseñó un sinnúmero de grabados en madera.
Para más información de las actividades que estarán llevándose a cabo, pueden unirse a la página facebook.com/100Homar y en Twitter seguir la cuenta @100Homar.