A pesar de que la paternidad y la crianza de los hijos pueden suponer grandes retos en estos tiempos, tal vez una de las tareas más difíciles la tienen los padres homosexuales, pues tienen que lidiar con una gran parte de la sociedad que juzga y no tolera el homosexualismo, sobre todo si va de mano de la paternidad. No obstante, el escritor puertorriqueño Luis Negrón mira al futuro con gran optimismo y asegura que para ser un padre exitoso solo hace falta amor, respeto y comunicación.

Y es que confirmarle su homosexualidad a Adriana, su hija, no fue sencillo, pero sí tuvo resultados positivos.

El autor del libro Mundo Cruel cree que esto se debió a que su hija fue criada en un ambiente de apertura a la diversidad y sobre todas las cosas, teniendo presente el respeto al otro. La niña lo acompañaba desde pequeña en actividades y marchas pro derechos.

'Ella tenía 8 años, estábamos en la fila del supermercado y me pregunta si soy gay. Yo le dije que hablaríamos al llegar a casa. Iba todo el camino asustado. Pensaba que era el momento de tener la conversación con ella. (…) siempre había sido bien abierto con ella. La cuestión gay no era un tabú entre nosotros', expresó Luis, quien añadió que la relación con la madre de Adriana es muy cordial a pesar de haberse divorciado a raíz de sus preferencias sexuales.

Sin embargo, aunque Negrónopina que el tema de la sexualidad debe ser tratado con cuidado a la hora de dialogar con niños, también defiende la verdad y explicó que es devastador el efecto de la mentira en los niños.

'Tengo amigos con padres gay y la mayoría me decía que lo que les dolía era que sus padres les estaban mintiendo (…) la mentira era un impedimento para relacionarse con sus padres. A los niños les duele la mentira', puntualizó a la vez que enfatizaba que en cualquier familia –independientemente de las preferencias sexuales de los padres- el amor y el deseo de bienestar para los menores es la máxima aspiración.

'Yo sigo siendo papi, el que regaña si hay que regañar, la crianza no es diferente. Las necesidades de los hijos de homosexuales son las mismas necesidades de los niños que vienen de familias de heterosexuales. La crianza gira en torno a las necesidades de ese niño y como tú le enseñas a vivir', sostuvo.

Manifestó pesar, además, por el hecho de que las personas piensen que la homosexualidad confunde a los menores de edad, asegurando que es un miedo infundado y que el concepto de familia tradicional es muy relativo.

A esta respuesta, y en un aparte con este diario, Adriana sostuvo que su corta edad no fue obstáculo a la hora de comprender la preferencia sexual de su papá y que su reacción inmediata fue apoyarlo.

'Cuando me dijo que era gay, lloré y lo abracé. Lloré no por rechazo, sino porque yo sentí con él (…) cuando hay una relación de afecto por una persona eso no importa, es un ser humano. El no dejó su rol de papá en mi vida', explicó.

También se mantiene firme en que ahora, que está casada y es madre de un varón, comprende mejor que nunca que el amor por un hijo es incondicional y no distingue preferencias sexuales o barreras impuestas por lo que la sociedad asume como posturas normales o tradicionales.

'Siendo madre, sé que se trata de hacer lo mejor que uno pueda (...) él lo hizo por mí y no falló', señaló.

Luis, por otro lado, sostiene que no se trata de condenar la familia de padre y madre que defienden algunos sectores del país, sino que lo hay que detener es la exclusión y la falta de derechos para la comunidad LGBTT. Expresó también, y con evidente emoción, que aunque las oportunidades de equidad parecen hacerse más amplias, todavía siguen faltando pasos en el largo camino por recorrer en la lucha por la igualdad.

'La familia tradicional es un concepto bonito que funciona para mucha gente, pero la realidad es que familia es donde hay amor y cuidado.Cuánta gente se cría con mamá nada más? Abuelos que crían, hermanos mayores que crían. Ellos no son familia? No se cuidan y se aman? No tienen derechos?', cuestionó.

Asimismo, tras resaltar el valor que muestran las personas al hacer pública su homosexualidad, aconsejó a los padres con hijos gay a noexcluirlos del ámbito familiar por su orientación sexual, pues no es un defecto o una falla que arreglar, como piensan algunas personas, sino algo con lo que se nace.

'O van a tener un hijo gay miserable, acomplejado, maniatado si ellos no lo aceptan, o van a tener un hijo gay, feliz, seguro de sí mismo y con todas las bendiciones que conlleva tener una crianza óptima. Vas a tener un hijo gay feliz o infeliz, pero siempre va a ser gay. Eso no se puede cambiar', aseguró.

Tras reflexionar y considerar que el mejor regalo que se hizo a sí mismo fue aceptar su homosexualidad, Luis aseguró sentirse libre y pleno en su rol como padre y ahora, como abuelo.

'Soy un hombre bien completo. Lo único que le pido a la vida es conservar lo que tengo y salud para disfrutarlo', finalizó.