Que clase de joyas! (vídeo)
Joyas imposibles como un collar hecho con cuellos de botella o un anillo que cubre la mano entera protagonizan una exposición en Londres que desafía aquella cita de que los diamantes son los mejores amigos de la mujer.
'Placeres inesperados', inaugurada hoy en el Museo del Diseño, se centra en lo que se conoce como el 'movimiento contemporáneo de la joyería', un grupo de artistas y diseñadores que, desde 1975 a 1995, cambiaron las reglas del oficio.
Más de 130 joyeros y diseñadores se reúnen en la exposición, que, además de la joyería, guarda espacio para fotografías que muestran las piezas sobre el cuerpo humano.
Joyas realizadas con una variada gama de materiales y que no se tasan según el patrón oro, tal y como explicó a Efe la comisaria de la exposición, Susan Cohn: 'La clave es que las joyas son valiosas por lo que significan, no por lo que valen'.
El movimiento de la joyería contemporánea nace marcado por los años posteriores a la II Guerra Mundial, 'años difíciles económicamente, en los que la gente no podía permitirse joyas caras y los joyeros no podían comprar metales o piedras preciosas para hacerlas', señaló Cohn.
Plástico, lana, cristal, madera y objetos de la vida cotidiana conforman la caja de herramientas de los diseñadores que proponen, en ocasiones, joyas imposibles y, en otras, accesorios más sencillos.
'La exposición va de lo extraordinario a lo ordinario', aseguró la comisaria, tras recordar a las culturas étnicas, 'que utilizan grandes y extravagantes joyas para las celebraciones y otro tipo de accesorios más pequeños y simples para el día a día', apuntó.
Algunas de las joyas que se exhiben en 'Placeres Inesperados' parecen creadas como piezas de museo o de decoración, como el anillo 'Mega', diseñado en 2009 por Camila Prasch, una serie de círculos de silicona blanca con abalorios rojos que cubren toda la mano.
Las fuentes de inspiración no han cambiado tanto como los materiales y, así, imágenes como un corazón o motivos vegetales y animales siguen protagonizando collares, pulseras, anillos y broches.
El collar 'Frozen', ideado por Sam Tho Duong, se asemeja a una fina rama de árbol congelada, para lo que el diseñador vietnamita utilizó varias decenas de perlas pequeñas que imitan las formas del hielo.
Joyas divertidas, como la pulsera de David Bielander llamada 'Scampi' y realizada con piezas de madera en forma de gambas, o comprometidas con el reciclaje, como el collar 'White Cross' de Willy Van de Valde, en el que una máscara de oxígeno sujeta una caja metálica de tiritas.
'Lo que estos diseñadores y joyeros quieren es llamar la atención sobre lo que significa la joyería y subrayar que ésta puede ser hecha por cualquiera, de cualquier material y para todo el mundo', afirmó la comisaria.