'Arriba corazones!', que el legado es grande (vídeos)
Ruth Fernández, 'El alma de Puerto Rico hecha canción' y pionera en diversos ámbitos, falleció anoche a los 92 años, dejando atrás un amplio y valioso legado musical para su país y el exterior.
Además de ser la primera cantante femenina en una orquesta puertorriqueña, fue la primera intérprete de música popular en ser contratada por el Metropolitan Opera House, la primera cantante latina del género sentimental romántico en presentarse en los países escandinavos, y la primera en grabar con una orquesta norteamericana, según sostiene su biografía en los archivos de la Fundación Nacional para la Cultura Popular. Fuera de ámbito artístico, también fue la primera cantante en ser electa al Senado de Puerto Rico y una pionera tanto en la lucha contra el discrimen racial, mal que sufrió en carne propia, como en la defensa de las causas de los artistas.
Tristemente, como ocurre con frecuencia con las glorias en el deporte y las artes, Fernández pasó el final de sus días en la pobreza y a cargo del Departamento de la Familia. A mediados del año pasado los tribunales dieron a la agencia la custodia provisional de la artista tras una amarga batalla legal entre sus sobrinos y su cuidador, Alfredo Arroyo, por sus bienes y su estado de salud. Fernández, quien sufría de diabetes, alta presión, necrosis y Alzheimer's, murió el lunes en la noche de un shock séptico en el Doctor's Hospital de Santurce.
La conocida cantante nació en el barrio Bélgica de Ponce el 23 de mayo de 1919, hija menor del matrimonio de Santiago Fernández y Rosa María Cortada. Al cumplir seis años murió su madre y ella y sus cuatro hermanas quedaron al cuidado de su abuela Adela, espiritista ante quien desfilaba la aristocracia de La Perla del Sur. En dicha ciudad cursó sus estudios elementales, secundarios y superiores. De niña estudió piano y participaba en actividades escolares y comunitarias, donde ya daba muestras de su vocación artística y a los 14 años empezó a cantar como profesional en las estaciones de radio WPRP y WPAB de Ponce.
Sus interpretaciones fueron escuchadas por Mingo y sus Whoopee Kids, la orquesta más popular del momento, y a los 16 años fue contratada como cantante principal recorriendo con ellos durante ocho años los principales casinos, centros nocturnos, fiestas patronales y bailes en la Isla. Con dicha orquesta, una toda de negros, protagonizó uno de sus momentos memorables cuando en una presentación en 1937 decidió entrar al escenario por la puerta principal del hotel Condado Vanderbilt desafiando la directriz de la época que obligaba a los negros a entrar por la puerta de servicio y dejando atónitos a los espectadores.
Su primera grabación fue para el sello Columbia y, gracias a su popularidad, en 1941 cantó en el Teatro Latino de Nueva York donde obtuvo el apodo con el que se le conoció de ahí en adelante.
Regresó a Puerto Rico reintegrándose a la citada orquesta, con los compromisos artísticos en Sur América y giras por el Caribe, y a la vez realizando estudios en la Universidad de Puerto Rico, pero poco después es aclamada como solista y se independiza y recorre América y Europa con su música cantando en foros tan prestigiosos como el Carnegie Hall de Nueva York y el Tropicana de La Habana. En Puerto Rico, también tuvo su propio espacio por televisión dentro del 'Show de las 12' titulado el 'Show de Ruth Fernández'.
Durante su larga vida, recibió innumerables distinciones, entre las que figuró el homenaje que le rindieron las Comisiones Nacionales para la Celebración del Quinto Centenario junto a Libertad Lamarque y Pedro Vargas por ser los tres artistas que más han contribuido a hacer una América Latina unida.
No obstante, su legado empañado por el irresoluto caso por alegada malversación de fondos legislativos en el fallido proyecto de su iniciativa, la Casa del Artista. La entidad fue creada por la cantante para ayudar a los artistas puertorriqueños que, tras trabajar toda la vida en áreas afines de la cultura, se encontraban desprovistos en la vejez por no haber cotizado para el Seguro Social.
Anoche las más altas figuras del mundo artístico, cultural y político del país expresaron su más sentido pésame por la muerte de la cantante. Entre ellos, el gobernador Luis Fortuño, quien declaro tres declaró tres días de duelo, ordenando que las banderas ondeen a media hasta hasta el jueves, por su fallecimiento.
Para leer más sobre este suceso pulsa los siguientes enlaces:
Se va 'el alma de Puerto Rico hecha canción'
Duelo nacional: 'Titi Ruth fue muy generosa'
Biografía de la Fundación Nacional para la Cultura Popular