Juntos y revueltos tres modelitos de infieles
Los transeúntes que hoy caminaban por la céntrica Gran Vía madrileña, en España, se han topado con un cartel publicitario de enormes dimensiones y de un llamativo color rojo, colgado a primera hora de la mañana. Qué tienen estas 'realezas' en común?, reza la pancarta. Bajo esta frase, tres fotos del príncipe Carlos, el rey Don Juan Carlos y Bill Clinton. Deberían haber utilizado Ashley Madison, les aconseja.
Ashley Madison es una agencia de relaciones extramatrimoniales estadounidense que ayuda a sus clientes a que su marido o mujer no les pille en plena infidelidad. Esta casa de citas es conocida por su arriesgada, polémica e impactante estrategia de comunicación.
En EE UU, intentó en enero anunciarse durante el descanso de la Super Bowl pero la NBC vetó el anuncio, aunque este no es muy rentable, ya que revierte en una amplia publicidad gratuita en los medios.
Bill Clinton, cuya esposa Hillary se encuentra precisamente hoy de visita oficial en Madrid, es famoso, además de por haber sido presidente de Estados Unidos, por su relación extramatrimonial con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, Carlos de Inglaterra mantuvo una relación extramatrimonial con Camilla Parker Bowles que acabó en boda y que, según la fallecida Diana de Gales, fue la causa del fracaso de su matrimonio.
Ambos casos se hicieron públicos, mientras que los medios en España han mostrado tradicionalmente mucho respecto a la vida privada del Rey, que además es el único de los tres que es jefe de Estado en ejercicio. No es una publicidad un tanto agresiva y que cruza ciertas líneas rojas?
'El Rey es un ser humano'
'Vivimos en un país democrático y con libertad de expresión y no hemos ofendido a nadie. El Rey es el Jefe del Estado pero también es un ser humano', se justifica Christoph Kraemer, jefe de comunicación de la empresa Ashley Madison en España.
'En el libro Retrato de un matrimonio de Jaime Peñafiel, se le relaciona al Rey con dos mujeres, con nombres y apellidos. Nosotros con este anuncio solo estamos refiriéndonos a rumores que existen', contextualiza Kraemer.
Esta empresa, según su portavoz, nunca ha pretendido 'acusar al Rey de nada', solo son 'rumores' aunque, en todo caso, ellos contemplan la infidelidad desde otra perfectiva y sin moralinas. 'Por qué tiene que ser necesariamente mala la infidelidad', se pregunta, para argumentar que, por ejemplo, gracias a su empresa 'muchos matrimonios han recuperado la chispa'.
Kraemer, que es historiador, sostiene que el concepto de infidelidad y su consideración social ha ido cambiado a lo largo de tiempos y que hoy en día 'estamos en un momento de transición en el que las normas y la moralidad están cambiando'.
'Nosotros no hemos inventado los cuernos', se defiende la agencia responsable de la publicidad, que actúa también como portavoz de Madison. Según la misma portavoz, han tenido 'reacciones muy en contra y muy a favor' por el cartel publicitario en apenas unas horas.
Sin embargo, parece que las muy en contra han pesado más, porque a media tarde han retirado el cartelón de la fachada.