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Los refrescos de dieta... engordan?

La mayoría de los que vivimos contando calorías veneramos todo lo que diga 'light' o 'diet'. Y los que acompañan las comidas y otras actividades con refrescos de dieta, lo hacen convencidos de que esas bebidas son 'aliados' en su lucha por bajar algunas libritas extra o por lo menos para no seguir sumando. Pero te sorprendería saber que esto no es siempre real.

En el caso de los refrescos, la denominación 'light' sí suele hacer referencia a un aporte casi nulo de calorías y, por lo tanto, se podría definir como un producto esencialmente dietético. En cuanto al término 'sugar free', el elemento que se retira es el azúcar, sustituyéndolo por edulcorantes artificiales (muy común en los chicles sin azúcar), la sacarina y el aspartamo.

La ventaja de los refrescos 'light' o 'diet' es que aportan muy pocas calorías (2 o 0 calorías), mientras que un refresco normal aporta aproximadamente 149 calorías por lata.

Aunque hay quienes piensan que los refrescos 'light' están aceptados en la dieta para bajar de peso, está probado quesu consumo excesivo puede confundir al organismo y hacer que comamos demás.

De hecho, quienes toman refrescos de dieta pensando sólo en la suma de calorías que aportan, no piensan que esto puede resultar en otros problemas de salud, sobre todo relacionados con el metabolismo y la función del calcio en el organismo.

Un reciente estudio indica que los refrescos de dieta no son tan dietéticos como parecen: no sólo no ayudan a adelgazar, sino que pueden tener un efecto contrario. Los autores del estudio llevado a cabo en San Antonio, Texas, cuyos resultados se presentaron en las Sesiones Científicas Anuales de la Sociedad Norteamericana de Diabetes, observaron que el riesgo de obesidad aumenta un 65 y un 41%, respectivamente, por cada lata de 10 onzas de refresco 'light' al día.

La creciente incidencia de sobrepeso asociada a dosis de refrescos de dieta observada en dicho estudio plantea interrogantes sobre la confianza de estos productos en los programas de bajar de peso, según la doctora Sharon Fowler, experta en epidemiología y nutrición, y principal autora del estudio, quien evaluó durante ocho años el consumo diario de bebidas carbonatadas en 1,550 personas de 25 a 64 años de edad.

Por ejemplo, la cola 'light' resultó con una alta concentración en fósforo, lo que altera la absorción de calcio en el hueso pudiendo llegar a provocar problemas de densidad ósea. También su composición incrementa la disolución del esmalte de los dientes.

De acuerdo con la investigación, estas bebidas si bien carecen de azúcar y por eso son 'light', no están exentas de tener otro tipo de aditivos que no son precisamente beneficiosos para la salud, además del fósforo y la cafeína queen altas concentraciones pueden perjudicar la función de los riñones. Además, la gaseosa produce acumulación de gases en el estómago y en el intestino, lo que dificulta la digestión.

El motivo por el cual los refrescos de dieta resultan menos 'dietéticos' que los refrescos regulares está aún por definirse. Según la doctora Fowler, es probable quelas personas que prefieren refrescos 'diet' tengan antecedentes familiares de obesidad, lo que significa que ya de por sí presentan un riesgo mayor de sobrepeso. La experta también sostiene que generalmente quienes toman refrescos de dieta no beben agua, jugos, ni leche.

Por otro lado, un reciente estudio de la Universidad de Purdue muestra que las personas que toman bebidas gaseosas tienden luego a consumir más postres hipercalóricos, porque piensan que por tomarse un refresco 'diet' ya se ganaron el privilegio de sumar calorías en otras partes de su dieta.

Ciertamente, hay estudios que sugieren que el consumo de sustancias sustitutas del azúcar (como los endulzantes) altera la capacidad del organismo de medir la cantidad de calorías que necesita obtener a través de los alimentos. Así, mientras nuestro sentido del gusto nos dice que estamos comiendo algo dulce y, por lo tanto, hipercalórico, nuestro cerebro sigue pidiendo más calorías y nos lleva a comer más.

La conclusión es que el mejor aliado para quienes quieran bajar de peso o evitar aumentarlo sigue siendo el agua. De manera que, si quieres algo realmente 'light', tómate un vaso de agua en lugar de un refresco, que no solo calmará tu sed, sino que aportará unos minerales muy preciados.