Sin plan la UPR para corregir las fallas que podrían comprometer edificios ante sismos
A pesar de que la administración de la Universidad de Puerto Rico (UPR) ha recibido señalamientos para evitar daños estructurales en sus recintos en caso de terremotos, el presidente de la institución Jorge Haddock no tiene un plan ni un estimado de costos para corregir las fallas, que por falta de mantenimiento y vicios de construcción, hacen vulnerables algunos edificios ante posibles sismos.
Un grupo de ingenieros estructurales — que inspeccionó los 11 recintos de la universidad en enero de este año — dio el visto bueno al uso de la mayor parte de sus instalaciones, pero identificó al menos 92 fallas preexistentes, algunas que datan de inspecciones hechas en 2017.
Hasta el 11 de febrero, la UPR solo había resuelto cinco señalamientos identificados, seis estaban en proceso de reparación y había mitigado a medias 12 de los desperfectos reportados, según una lista enviada por la administración universitaria al Centro de Periodismo Investigativo (CPI). Del resto, en 37 ya se definió lo que se hará y están por atenderse y 17 no se han atendido. La lista enviada al CPI por la UPR dejó fuera 15 señalamientos hechos por los ingenieros que se desconoce si serán atendidos.
Las anotaciones de los ingenieros fueron recogidas en el Informe de las Evaluaciones Estructurales de las Unidades del Sistema de la Universidad de Puerto Rico, preparado por la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura de Administración Central el 15 de enero de 2020.
Un mes después de que se entregara este informe, el presidente de la institución reconoció al CPI que la UPR no cuenta con un plan detallado para atender todos esos señalamientos. Aceptó que tampoco se ha elaborado un estimado de los costos que se requerirían para afrontar todas esas mejoras.
Despachó el tema al indicar que se trata de recomendaciones que no limitan el acceso a las instalaciones.
'Los ingenieros recomiendan que esto [las fallas preexistentes] se rectifique, pero esto no compromete la estabilidad de los edificios en los sismos. Esto no compromete la seguridad del edificio, si no, no hubiéramos abierto', dijo Haddock.
Los recintos actualmente trabajan en sus respectivos planes para atender los daños preexistentes, aclaró Jennifer Lugo, coordinadora de proyectos de la Oficina de Desarrollo Físico de Administración Central. 'Incluso, algunos [recintos] venían trabajando algunas de estas fallas como parte de [las] mejoras permanentes', añadió sin especificar cuáles recintos y qué fallas se habían atendido.
No obstante, la funcionaria también reconoció que estos planes aún están en proceso y que en Administración Central no existe un documento que trace la ruta de acción para atender todos los señalamientos. Tras hablar con varios funcionarios, queda la impresión de que se están atendiendo las cosas 'día a día', pero no hay un plan establecido para todo el sistema UPR.
La coordinadora de proyectos de la Oficina de Desarrollo Físico de Administración Central dijo que algunas de las fallas identificadas por los ingenieros luego de los sismos corresponden a daños ocurridos tras el huracán María.
Achacan el deterioro a falta de fondos
El Programa de Mejoras Permanentes de la UPR tiene aprobados 75 proyectos en diferentes etapas de desarrollo (planificación, diseño, subasta, construcción y liquidación) que ascienden a $154 millones, de los cuales se han utilizado solo $24 millones, indagó el CPI.
Según Haddock, la razón por las que se ha desembolsado apenas un 15% de ese dinero asignado este año fiscal para los proyectos de mejoras permanentes se debe a que la universidad debe cumplir con una estructura rigurosa de planificación, diseño y aprobación antes de entregar los fondos en totalidad.
'El dinero está asignado y hay proyectos en línea que sobrepasan los dineros disponibles. Así que no solamente este dinero va a ser utilizado para proyectos que están en proceso, sino también para [parear] otros proyectos que tenemos en línea cuando surjan fondos adicionales', explicó.
Pero Haddock prefiere enfocarse en la falta de fondos y los procesos burocráticos para el uso del dinero en la UPR como factores que limitan los trabajos de mejoras en la infraestructura.
Alegó que los recortes que ha recibido la institución en su presupuesto no dan margen para invertir en estas mejoras. En comparación con el 2018, este año la UPR recibió $291,864 millones menos de la asignación del Fondo General debido ajustes exigidos por la Junta de Control Fiscal (JCF). Esta reducción incrementaría con un recorte de otros $71 millones contemplados para el próximo año fiscal 2020-2021, según el Plan Fiscal de la institución que aprobó la JCF en junio de 2019.
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