Estudiantes, profesores y empleados UPR comienzan a sentir golpes fiscales
A solo días del inicio de clases en las 11 unidades y recintos, ya es palbable el golpe del encarecimiento de la educación pública y la reducción de servicios entre los estudiantes, profesores y empleados no docentes de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Las dificultades se fundamentan en el aumento a la matrícula impuesto por la Junta de Gobierno de la institución, a modo de cumplir con las exigencias de la Junta de Control Fiscal (JCF), y la incertidumbre que reina entre los trabajadores por la falta de seguridad en el empleo.
Del lado de los estudiantes, un sinnúmero de alumnos han llevado a las redes sociales sus denuncias por el alto costo de la matrícula para el año 2018-2019, cuyo credito subgraduado fue fijado en $115. Esta cantidad duplica su costo de $56 registrada el pasado año.
De esta manera, con un monto semestral que sobrepasaría los $2,000 y se asemejaría a las instituciones privadas, los jóvenes ya se han enfrentado a la encrucijada de endeudarse o pausar sus carreras academicas debido a su situación económica.
'Hay mucha preocupación, incluso en aquellos que han podido matricularse y han podido tal vez manejar ese primer pago de prórroga y confirmar su matrícula, de cómo van a trabajar el resto del semestre, cómo van a cubrir sus otros gastos, los libros, el hospedaje, la comida. Es un momento de incertidumbre, es lamentable', expresó Marysel Pagán Santana, representante Estudiantil Graduada ante la Junta de Gobierno de la UPR.
En el caso de una carga mínima de 12 creditos --que podría representar cuatro clases-- sumado al costo de laboratorios, cuotas de mantenimiento y tecnología y la opción básica de plan medico que ofrece la institución, el monto total por un semestre en la Universidad del estado asciende a $2,315 al semestre.
Esta cifra aumenta a medida que se elijan otras coberturas medicas o se añadan más cursos, pues la norma es una matrícula de 15 creditos, mientras que otros optan por 18 o hasta 21 creditos con tal de adelantar sus estudios.
En pleno proceso de matrícula, Pagán Santana ha recibido confirmación de estudiantes que optaron por darse de baja tras ver el coste de su matrícula semestral.
A modo de debate o solidaridad, alumnos de instituciones privadas han comparado sus pagos con aquellos de los estudiantes de la UPR. Una joven, por ejemplo, compartió que en la Universidad Interamericana pagaría $2,923 al semestre por los ofrecimientos básicos de la UPR.
En una foto adjunta a su mensaje quedó comprobado que la subvención de la Beca Pell y una beca institucional no alcanzaban para pagar la totalidad de los costos, por lo que restaba un balance de $500.
A estos gastos se deben sumar los costos de comida, hospedaje, gasolina y libros, entre otros.
'Nunca se visualizó como mantener una universidad accesible, meramente estaban comparando que fuera la más barata, que no es lo mismo. Así que cuando hicieron los planes fiscales, lo que estaban haciendo era mirando que era lo más caro que había en terminos de universidades privadas y cómo nosotros podíamos acercarnos a eso pero no pasarnos de eso', relató Pagán Santana sobre la determinación de los directivos de la Junta de Gobierno.
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Desde el punto de vista de la administración universitaria, los estudiantes podrían encontrar la solución en la solicitud de prórrogas para dividir el pago de la matrícula en cinco plazos.
El pasado 3 de agosto, la Oficina de Asuntos Estudiantiles envió una comunicación a los estudiantes a traves de correo electrónico para 'apercibirles' sobre la existencia de este mecanismo, uno que ya estaba disponible desde antes de aprobarse los aumentos.
A nivel de maestría y doctorado, el credito de la UPR se fijó en $175 y $200, respectivamente.
Además, Pagán Santana indicó que la administración universitaria regimentó la cantidad de exenciones de matrícula que las unidades y los recintos podrán otorgar a sus estudiantes, a toda vez que los montos de las exenciones para atletas, miembros de coros y bandas universitarias fueron recortadas a la mitad.
Es decir, según la información recibida por la tambien estudiante del Recinto de Ciencias Medicas, los rectores de los Recintos de Río Piedras y Mayagüez dispondrán de 500 exenciones cada uno a ser entregadas a su discreción. Mientras, el resto de las unidades contarán con 150 exenciones.
Todas cubrirán el 50% de los costos de matrícula de los alumnos elegidos, contrario al 100% cubierto el año anterior.
Las exenciones de Representantes Estudiantiles ante la Junta Universitaria y Junta de Gobierno, así como las exenciones de ayudantía y cátedra mantienen el 100% de la aportación de la UPR.
Vulnerables los profesores por contrato
Mientras que los estudiantes enfrentan problemas para asumir los pagos de su matrícula, la UPR se encamina a reducir el salario de los profesores de la institución.
Según el presidente de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), Javier Córdova Iturregui, a los docentes se les disminuyó la carga academica de completa --o sea, 12 creditos-- a una parcial, que significa cualquier número por debajo de 12 y un recorte a su paga.
'La carga completa es 12 creditos, bajarla a 11.2 creditos ya se le considera carga parcial y la baja salarial es como decir de $40 mil dólares al año se le reduce a menos de 12 mil dólares al año. Un salario realmente de hambre', denunció Córdova Iturregui.
El portavoz, quien es profesor en la UPR en Arecibo, aseguró que varios recintos comenzaron por reducir los contratos de tarea completa, mientras que otros ya los eliminaron.
'Se están dando contratos en el mejor de los casos por diez meses, entonces no cobras el verano. A menudo los dan por semestre y el semestre es que si las clases empiezan el 13 de agosto, pues tu contrato empieza el 13 de agosto. Tienes hasta el 22 de diciembre para entregar notas, pues el 22 de diciembre termina tu contrato. O sea, realmente viene siendo de cuatro meses, no cobras parte de diciembre ni parte de enero', explicó Córdova Iturregui.
A esto añadió que 'no hay ningún derecho a acumular vacaciones ni enfermedad porque tienes que reponer todas las clases. La paga es una miseria en el caso de los que están a tarea parcial sobre todo. Es un desastre', panorama que sufren los profesores sin plaza.
Como si fuera poco, lamentó Córdova Iturregui, la administración universitaria comenzó a dividir la carga academica de los profesores entre varios recintos. O sea, un docente podría impartir cierta cantidad de cursos en la UPR en Utuado y la otra porción en el Recinto Universitario de Mayagüez, cambio que además les limitaría la habilidad de participar de investigaciones.
Empleados sin exenciones
Por otra parte, entre los cambios cimentados en el plan fiscal de la UPR se encuentra el tijeretazo al 50% de las exenciones de matrícula para los empleados no docentes, sus hijos y sus cónyuges.
Esto quiere decir que --al igual que sucedió con los estudiantes-- los trabajadores tampoco gozarían de este beneficio que, de acuerdo a la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND), estaba asegurado en el convenio colectivo desde el 1963.
'En ningún momento se nos dijo que se nos iba a recortar el 50 por ciento. Eso fue una decisión unilateral y no tan solo eso, las exenciones en el convenio colectivo datan desde el 1963. Esto no es nuevo', expresó Janelle Santana Andino, presidenta del grupo.
Según los datos compartidos por la HEEND, menos de 500 personas --de los 9,000 empleados que tiene la UPR-- están próximos a utilizar las exenciones en el año academico en curso y es la 'poca ayuda que les queda'.
El recorte se suma al golpe de la eliminación del bono de Navidad, la reducción en la aportación al plan medico y la congelación de reclutamientos que han sufrido con el paso de los años y cuyo efecto quedó subrayado en el plan fiscal de la UPR.
Ante esta situación, Santana Andino confirmó que la HEEND evalúa todas las posibles vías de acción para hacer valer los acuerdos del convenio colectivo, afirmación que no descarta los tribunales o hasta un paro de labores.
'Estamos dispuestos al diálogo, a lo que no estamos dispuestos es a imposiciones de la manera en que la Junta de Gobierno lo está haciendo. A eso no estamos dispuestos y vamos a utilizar los mecanismos que entendamos prudentes para hacer valer lo que en justicia nos corresponde a nosotros, que es que lo negociado se respeta', reiteró, por su parte, Jose Torres Rosario, vicepresidente de la HEEND.